Candanchú salva más de la mitad de la nieve almacenada en primavera con el ‘snowfarming’

La nieve almacenada en Candanchú en mayo ha resistido las altas temperaturas del verano. A solo unas semanas del inicio de la temporada invernal, la estación de esquí ha empezado a retirar la paja debajo de la cual conserva más de la mitad de los 12.000 metros cúbicos que acumuló con las reservas que quedaron de la anterior campaña.

Esta experiencia, conocida como ‘snowfarming’ (cultivo de la nieve), ya había sido experimentada en otros lugares de Europa pero era pionera en España y ha sido «un éxito», afirma Abraham Bartolomé, director técnico de la estación de esquí. «Hemos podido mantener el manto acumulado de la temporada pasada durante todo el verano y conservar el 55% de nieve utilizable». Además, añade, el aislante empleado para conservarla servirá para regenerar el manto vegetal.

Candanchú almacena nieve y la cubre con paja para guardarla hasta la próxima temporada

La montaña se está destapando poco a poco estos días. Se espera completar la operación antes de finales de esta misma semana (las previsiones apuntan a la entrada de un frente que traerá más nieves) para evitar que la montaña con paja quede cubierta. Los metros cúbicos que todavía quedan se extenderán en función de las necesidades para aportar recursos a una u otra pista y en aquellos puntos donde la innivación es más complicada.

Candanchú introdujo en España la pasada primavera la técnica del ‘snowfarming’, consistente en apilar la nieve que queda de la temporada invernal y cubrirla con un material aislante (en este caso paja) para reaprovecharla en otoño. Fue en mayo cuando empezó a hacerlo aprovechando el manto de cuatro metros que todavía quedaba por las abundantes precipitaciones del invierno. Sobre ellos, las máquinas echaron otros tantos hasta formar una montaña de ocho metros.

Durante más de seis meses ha permanecido en la zona de Pista Grande, a 1.500 metros de altitud, despertando la curiosidad de los visitantes, pero también de técnicos de otras estaciones que se han acercado a Candanchú para conocer sobre el terreno esta experiencia pionera. Hasta julio aguantó bien, pero fue en agosto cuando más menguó. Inicialmente se esperaba que la merma alcanzara el 30%. En algunas partes de la montaña de nieve así ha sido, pero en otras la pérdida ha superado los cálculos iniciales.

El ‘snowfarming’ se ha probado en Suiza, Italia, Francia, Austria o los países nórdicos, con resultados que han permitido conservar casi tres cuartas partes de la nieve acumulada, incluso a altitudes por debajo de los 1.500 metros. Es una de las opciones para luchar contra el cambio climático que afecta al sector.

Según el informe presentado esta pasada semana por el Observatorio Pirenaico del Cambio Climático, en las últimas décadas ha disminuido el número de días esquiables (más de 30 cm disponibles); la línea de acumulación sube progresivamente a cotas superiores (de hecho, alertan de que en el último cuarto de siglo la acumulación por debajo de los 1.500 metros podría reducirse un 78%); y se ha ido retrasando la fecha de inicio de la temporada (de 5 a 55 días en baja cota y de 5 a 30 en cotas medias) por no disponer de suficiente nieve natural.

«Es una experiencia muy interesante y aplicable al Pirineo, porque muchos años la nieve es insuficiente, sobre todo a algunas cotas», comenta la nivóloga Rocío Hurtado. «Si se puede conservar, menos gastos de energía. Es un recurso que cae del cielo, hay que aprovecharlo bien», opina. Esta especialista cree que se trata de una buena «despensa», y si ha aguantado las temperaturas a 1.500 metros, a mayor altura todavía se le podrá sacar más rendimiento. «Si sobrevive con el calor que ha hecho y la lluvia, en cotas altas será más productivo». Recuerda que, algunas temporadas, al cierre de las estaciones en abril, quedan 3 metros de nieve, «que les falta en diciembre».

El pirineo en 2050: lo que está por venir con el cambio climático

Temperaturas máximas que pueden aumentar de 2 a 4 grados centígrados (en el peor de los escenarios); un manto nivoso reducido a la mitad a 1.800 metros de altitud; más periodos de sequía en verano y lluvias más intensas en otoño; concentración de las precipitaciones en episodios de unas pocas horas, con riesgo de inundaciones; reducción o extinción de especies endémicas como la perdiz nival o el tritón pirenaico; adelanto de las migraciones de las aves (dos días por década); o la práctica desaparición de los glaciares y alteración de los ibones.

Este es el panorama que dibuja, para el horizonte del año 2050, el informe ‘El cambio climático en los Pirineos’, presentado esta semana. Elaborado por más de 100 expertos de España, Francia y Andorra, realiza distintas proyecciones, que en algún caso alcanzan hasta finales de siglo, con recomendaciones a los sectores económicos y a la sociedad, en general, para que se vayan adaptando.

¿Cómo se pude decir que nieva menos, si el último invierno no paró y los neveros cubrieron la alta montaña hasta bien entrado el verano? Precisamente, los expertos apuntan a la variabilidad como un indicador. «Esto también forma parte del cambio climático. Hace unos días nevaba y ahora pasamos calor», apunta Juan Terrádez, técnico del Observatorio Pirenaico del Cambio Climático y coordinador del informe, quien precisa que hay evidencias empíricas de la subida de temperaturas, pero «solo mirando a largo plazo y con muchas series históricas se identifican tendencias».

Los científicos no quieren dar la impresión de tener en sus manos una bola de cristal, por lo que hablan de un futuro «muy incierto». El impacto local, explica Terrádez, dependerá de «hasta qué punto somos capaces, globalmente, de limitar las emisiones de gases de efecto invernadero», de ahí que el informe plantee escenarios más y menos pesimistas en el Pirineo, un laboratorio del calentamiento del Planeta, que sufre más sus consecuencias (los glaciares son excelentes centinelas) pese a que no emite gases.

Lo que es seguro es que las repercusiones potenciales afectan a todos los campos, desde el ámbito biofísico a los sectores sociales y económicos. La biodiversidad está amenazada: especies de fauna y flora endémicas, algunas icónicas como el tritón o la perdiz nival, se desplazarán a altitudes mayores con el riesgo de quedar aisladas en espacios muy pequeños y ser más vulnerables a la extinción. También se describen alteraciones en el paisaje, con ‘daños colaterales’ en el turismo: la matorralización de los prados altos, agravada por el abandono del agropastoralismo y la despoblación; y la pérdida de elementos icónicos, con el deterioro de turberas e ibones y la desaparición de los glaciares del Pirineo, los más meridionales de Europa (en 35 años se han perdido la mitad). «Va a ser muy difícil pararlo», advierte Terrádez.

El calentamiento global tiene igualmente una repercusión directa en el ciclo hidrológico y los recursos hídricos, en forma de estiajes más intensos y efectos en la calidad de las aguas y su disponibilidad. El sector agrícola es sensible a las sequías, pero también el hidroeléctrico, que verá reducida su capacidad de producir energía en momentos del año donde la demanda se dispara por el aire acondicionado.

Las estaciones se preparan

Por su importancia en la economía de montaña preocupa especialmente el turismo de invierno. Se constata la reducción de días esquiables (el inicio de la temporada se retrasa entre 5 y 55 días en las estaciones a baja cota y entre 5 y 30 días en las de cotas medias, según el informe) o el ascenso de la línea de acumulación de nieve.

Una de las herramientas que tienen en su mano los centros invernales son los cañones de innivación, aunque también necesitan determinadas condiciones de frío y humedad. El problema son las cotas bajas.

Por eso, señala el director técnico de Candanchú, Abraham Bartolomé, «intentamos potenciar la producción de nieve en estas zonas y estamos en proceso de desarrollo e implantación del ‘snowfarming’». Este sistema, consistente en apilar la nieve que queda de la temporada invernal y cubrirla con un material aislante para reaprovecharla en otoño, se ha probado este año «con éxito». Es una de las mejores soluciones a corto plazo, asegura, y en próximas temporadas se mejorará. «La cota de nieve ha subido, es un tema que nos preocupa a todos los que trabajamos en el sector y estamos desarrollando técnicas para solventar este problema», añade Bartolomé.

El informe del Observatorio, según su coordinador, no pretende pintar un paisaje apocalíptico, también destaca consecuencias positivas. «Hay que adaptarse para reducir los impactos negativos, pero también saber aprovechar las oportunidades emergentes», afirma Juan Terrádez. Si hay más olas de calor en el llano, el turismo de playa se decantará por lugares con veranos más suaves. Y cultivos como la vid o el olivo también salen beneficiados al poder explotarse a mayor altura. Como señala el propio informe, este aspira a ser un documento de referencia para que técnicos y políticos, el sector empresarial y en general toda la sociedad tomen sus decisiones sabiendo lo que está por venir.

Viñas por encima de 1.300 metros

El número de días con heladas en los Pirineos ha disminuido. Esto es una oportunidad para emprendedores como Pilar Gracia y Ernest Guasch, dueños de la bodega Bal Minuta y de las viñas más altas de la Península (entre 1.200 y 1.340 m), ubicadas en Hecho y Barbenuta (Biescas). «Nos metimos en esto porque somos conscientes del cambio climático», dice Pilar.

Ambos estudiaban Enología en 2006 cuando oyeron hablar de los viñedos en altura, lo que unieron a su vinculación con el Pirineo y al interés por encontrar alternativas al turismo de esquí. «El día que no haya tanta nieve, tendremos que hacer otras cosas. Además, hay muchos terrenos abandonados que se pueden recuperar». La novedad del proyecto consiste en plantar en una zona térmica fría. «La única helada que hemos sufrido es la que afectó a todo el país en 2017», afirma Pilar. En la época de nieve, las vides están en reposo invernal y resisten hasta -17 grados.

Incendios en alta montaña en enero

A más calor y más sequía, se incrementa el riesgo de grandes incendios. José Manuel Nicolau, profesor de Ecología de la Politécnica de Huesca, cree que al cambio climático se añade el asilvestramiento de los montes por el despoblamiento rural. «La gente no hace leña y se han abandonado muchos pastos». Pone como ejemplo el incendio declarado en Aneto en 2013, en una época inusual, el 6 de enero, que incluso sorprendió a la DGA sin apenas medios de extinción. El gran fuego de Castanesa, en el mismo municipio (Montanuy), también sucedió fuera del verano, en marzo.

Nicolau destaca otro problema asociado a la sequía, el decaimiento de las masas forestales, que las hace más vulnerable a plagas como la procesionaria. «La idea que es necesario transmitir es que se combina el cambio climático con el de los usos a consecuencia de la despoblación. Estos son los principales factores que producen alteraciones en la naturaleza. Y esto va a seguir», alerta.

Más avalanchas y deslizamientos

El informe considera «altamente probable» un aumento de los fenómenos meteorológicos extremos en los Pirineos: olas de calor y frío, sequías prolongadas, lluvias intensas… Algunos también están relacionados con el fenómeno de la deforestación o el cambio de usos del suelo. La variabilidad del tiempo tiene consecuencias, en forma de aludes más frecuentes (se incrementan los de gran magnitud), deslizamiento de terrenos y desprendimiento de rocas, como los vividos en el último año en las carreteras.

Emilio Leo, jefe de Protección Civil de la subdelegación del Gobierno en Huesca, recuerda que el cambio climático «lo tenemos aquí desde hace tiempo», y no exento de «incertidumbres y contradicciones». Los técnicos de Protección Civil tendrán «más trabajo», dice, porque «los fenómenos meteorológicos ya no responden a unos patrones». Él incide en la prevención, en «tener cuidado con el uso de los suelos, evitando edificaciones cerca de los cauces».

El sector de la nieve se reivindica

El programa‘Ondas Blancas’ de Radio Huesca, Radio Jaca y Huesca Televisión presentaba la temporada de nieve con el programa ‘Ski Pirineos’

Todos los actores del sector de la nieve se daban cita este martes en la Ciudadela de Jaca para debatir sobre un sector que significa mucho mas que nieve en la Comunidad aragonesa. La consejera de economía, Marta Gastón, los responsables de las estaciones tres empresas de nieve aragonesas y agentes económicos, sociales y deportivos de la provincia debatían sobre el presente y futuro del sector.

«La nieve como experiencia». Este era el lema que utilizaban los responsables de las estaciones para hablar del futuro del sector. Y es que la nieve no es solo esquiar. De cada euro invertido directamente en el sector se invierten otros seis o siete en la zona. Los tres grupos de nieve aragoneses generan 1.240 puestos de trabajo directos, a lo que hay que multiplicar los empleos indirectos, que se multiplican por doce según algunos estudios.

La consejera de Economía del Gobierno de Aragón, Marta Gastón, que también es presidenta de Aramón, ponía de relieve el paso dado este año por las estaciones al comercializar un forfait conjunto, el Ski Pirineos. «La cooperación permite lograr mayor competitividad», decía, y ligaba esta unión comercial con la unión física a la que aspira.

Tanto Antonio Gericó, director general del grupo Aramón, Jesús Santacruz, de Astún y Fernando Montón, de Candanchú, se congratulaban por este paso dado y hablaban de que la competencia esta fuera, en las estaciones de Andorra o Cataluña, y en el resto de actividades deportivas y de ocio. Por ello se mostraban partidarios de avanzar en la experiencia turística completa para el esquiador, y para atraer público joven.

La faceta deportiva también estaba muy presente en el encuentro organizado por Radio Huesca y Radio Jaca. El presidente de la Federación Aragonesa de Deportes de Invierno, José Ricardo Abad, anunciaba que el próximo 19 de noviembre su sebe se trasladará a Jaca. El alcalde de la localidad, Juan Manuel Ramón, quería recordar que sin la nieve este valle no tendría la población y la economía que tiene y que la celebración de competiciones genera una marca que Jaca debe seguir cuidando.

José Fernando Luna, presidente de CEOS Cepyme Huesca, destacaba la relación entre turismo y nieve, y cómo, tanto el turismo como la nieve, son el sustrato de muchos otros sectores externos. Hacia un llamamiento a trabajar el camino de la innovación y la calidad del servicio.

Agustín Lalaguna, de Ibercaja, hablaba de la repercusión económica y de que quieren ser «el banco de la nieve». Entre el público, numerosos deportistas y representantes de clubes o estaciones. También el esquí de fondo se ha reivindicado con la estación de Le Somport y su «buen futuro si vamos ligados también al alpino».

Los pirineos perderán la mitad del espesor de nieve en los próximos 30 años

EL PAIS

Los Pirineos perderán la mitad del espesor de nieve en los próximos 30 años

El Observatorio Pirenáico de Cambio Climático advierte de que el espesor medio de la nieve corre el riesgo de reducirse a la mitad en 2050. La temperatura sube 1,2 grados.

Las evidencias científicas sobre el rápido incremento del calentamiento global se han convertido en un goteo constante e imparable. La última, un informe elaborado por más de 100 expertos durante dos años para el Observatorio Pirenaico de Cambio Climático (OPCC). En él se desglosan los impactos ya visibles en una cadena montañosa de tanta relevancia como los Pirineos. Los glaciares se encuentran en vías de extinción, algunas aves migratorias han adelantado su llegada 10 días y otras especies seguirán subiendo metros hasta que no les quede más espacio, las precipitaciones son cada vez menores, la nieve está en retirada y los bosques avanzan.

Los Pirineos, que el OPCC agrupa en una biorregión, se enfrentan a un incremento de temperatura de 1,2 grados centígrados, un 30% mayor que la media mundial, de 0,85 grados, desde 1950. La cifra replica la tendencia de crecimiento que los científicos han observado en otras zonas de alta montaña, más afectadas por la emisión de gases de efecto invernadero que otras partes llanas.

El observatorio pretende que el estudio sirva de base para tomar decisiones que se adelanten a unos cambios que se desarrollan con más aceleración de la prevista. La subida de temperatura, con medidas entre 1949 y 2010, no se ha producido de una forma regular, sino con altibajos. Hasta los años ochenta hubo una tendencia al descenso. A partir de esa fecha, el escenario se invirtió, y el mercurio comenzó a marcar valores en alza. El año más cálido fue 1997 y el más frío 1972. A este marco se añade el descenso en el volumen anual de precipitaciones, un 2,5% por década en los últimos 50 años, tampoco lineal. Los días con heladas han disminuido alrededor de 0,3 días por década entre 1985 y 2014.

Es más complicado determinar cómo ha evolucionado el manto de nieve desde 1950, porque faltan datos históricos, refleja el informe. Pero, a partir de balizas instaladas en la vertiente sur de los Pirineos, “se ha identificado un descenso significativo del manto de nieve”. Con semejantes antecedentes, el OPCC considera que para el horizonte 2030, el aumento anual de las temperaturas máximas respecto al periodo de referencia 1961-1990 podría estar, “en promedio y para toda la zona pirenaica, entre 1ºC y 2,7ºC». Además, la falta de precipitaciones podría disminuir la recarga de los acuíferos un 20% a mediados del siglo y podría suponer una reducción del caudal de muchos manantiales.

Otro de los sufridores silenciosos es la fauna. Hay especies de aves como la perdiz nival, adaptada a los sistemas ártico-alpinos, que están viendo alterados su estado fisiológico y abundancia. Por ejemplo, las aves migratorias han adelantado su fecha de llegada, y se han registrado adelantos en los primeros avistamientos de mariposas. Entre los grupos de vertebrados, los anfibios son los más vulnerables. “Se han constatado descensos poblacionales considerables entre las poblaciones del tritón pirenaico coincidiendo con los años de eventos climáticos extremos”, concretan los estudiosos

Muchas especies responden al cambio climático desplazándose a zonas más altas en busca de las condiciones climatológicas que se pierden en sus espacios habituales, aunque llegará un momento en que queden aisladas aumentando su vulnerabilidad, añaden. “Se ha estimado que en los últimos años las especies europeas se han desplazado de media 11 metros por década hacia altitudes superiores”, concreta el OPCC. Todo ello, en un escenario donde los bosques suben: en los últimos 50 años la altura del límite del bosque se ha desplazado 35 metros, “algo más de medio metro por año”.

Las actividades como la práctica del esquí también están afectadas, y se traduciría, en el caso de que se cumplan las predicciones, en una reducción del turismo invernal. Como prueba, el OPCC indica que el inicio de la temporada de esquí se ha ido retrasando entre 5 y 55 días en las estaciones que se encuentran más bajas y entre 5 y 30 en las cotas medias. Especialmente dramática es la situación de los glaciares, los más meridionales de Europa. Desde 1984 han desaparecido más de la mitad de los contabilizados (quedan 19), algunos son tan solo neveros y los que se mantienen han menguado su masa y superficie. Como contrapartida, las temperaturas más suaves en otoño y primavera, podrían incrementar los visitantes en verano.

En este marco, “es altamente probable” que los Pirineos sufran un aumento de los fenómenos meteorológicos extremos. «La evolución más documentada en este sentido es la de las olas de calor, pero es muy probable que sequías, lluvias intensas y olas de frío también aumenten su frecuencia e intensidad. Sin embargo, las granizadas solo lo harán en intensidad», preconizan los científicos.

El OPCC es una iniciativa transfronteriza de cooperación territorial en materia de cambio climático de la Comunidad de Trabajo de Pirineos (CTP), lanzada en 2010 bajo la presidencia de Midi-Pyrénées. Los miembros de la CTP, y por lo tanto del OPCC, son el Principado de Andorra y los Gobiernos de Nouvelle-Aquitaine, Aragón, Catalunya, Euskadi, Navarra, y Occitanie.


LA VANGUARDIA

El Pirineo perderá la mitad de la nieve en 30 años

La mitad de los glaciares ha desaparecido desde 1983 por el calentamiento, mientras en la vertiente meridional el bosque avanza más 0,5 metros hacia zonas más altas

El Pirineo central (a 1.800 metros de altitud) perderá, de media, el 50% de su manto de nieve hacia el 2050 (es decir, en pocos más de 30 años). Por su parte, la acumulación de nieve por debajo de los 1.500 metros en esta cordillera podría llegar a reducirse en un 78% en el último cuarto de este siglo . Son algunas de las proyecciones que arroja el informe el Cambio Climático en los Pirineos , promovido por la Comunidad de Trabajo de los Pirineos. Todo ello es la consecuencia del incremento de la temperatura media en los Pirineos, que ha aumentado en 1,2º C en los últimos 50 años (entre 1959 y el 2010), un 30% más que la media mundial. Además, se espera que en toda esta zona las subidas de temperaturas alcancen entre los 2º C y los 7,1º C respecto al período de referencia (1961-1990), según las diversas proyecciones barajadas.

M ás de la mitad de los glaciares pirenaicos han desaparecido en poco más de 30 años (datos de 1984 a 2016). “Quedan sólo 19 glaciares activos; el resto son neveros, sin dinámica glaciar”, dice Juan Terrádez, coordinador del informe.

“Hemos pasado de 41 glaciares en 1983 a tan solo 19 en el último recuento en todo el Pirineo; y para el 2050, somos pesimistas, pues todo indica que desaparecerá el Glacier de Ossoue”, en la vertiente francesa (46 ha, en el 2007), añade.

“La previsión de que se pierda, de media, la mitad del manto de nieve para el 2050 en la zona central del Pirineo es muy relevante, pues es donde se concentra la zona de esquí”, añade Terrádez.

Este experto destaca otro dato revelador: Entre 1960 y 2010, el número de días al año con un grosor en la capa de nieve inferior a 30 centímetros ha aumentado notablemente en todas las estaciones de esquí y en todas las cotas.

El número de días con insuficiente nieve ha pasado del 5% al 70% en las estaciones de las cotas bajas, y del 4 a 20% en las estaciones de la cotas medias.

“Todo este fenómeno se debe en un 95% al sobrecalentamiento provocado por las emisiones antrópicas de CO2, según nos dice el Grupo Intergubernamental de Expertos de la ONU; pero es difícil precisar en qué proporción exacta se atribuye a la variabilidad del clima y en qué parte son emisiones de gases invernadero causadas por el hombre”, añade Terrádez.

Biorregión sensible

El informe -coordinado por el Observatorio Pirenaico de Cambio Climático- sostiene que el Pirineo es una región especialmente sensible y vulnerable a los efectos del calentamiento.

El trabajo (en el que han participado un centenar de expertos de España, Francia y Andorra) pone al día el conocimiento científico sobre los impactos y la vulnerabilidad de los Pirineos en relación a este fenómeno.

“A través de este informe, pretendemos proporcionar un documento de referencia para la comunidad científica y para los responsables de decisiones técnicas y políticas, así como el sector empresarial y toda la sociedad”, destaca Idoia Arauzo, coordinadora del Observatorio Pirenaico de Cambio Climático”.

“El cambio climático es ya una evidencia indiscutible. Sucede en estos momentos y en estas latitudes. Tenemos un reto urgente: seguir investigando en cambio climático y adaptarnos a sus consecuencias”, indica Juan Terrádez.

El guía Chemary Carrera (Huesca, 1976) comprueba con su piolet el espesor del hielo, junto a un agujero de apenas un metro, en un punto del glaciar del Aneto donde hace 90 años había brechas de 50 metros (Xavier Cervera)

Este es un resumen de sus principales aspectos:

1) Aumentos de temperaturas

La temperatura media en el Pirineo entre 1959 y 2010 ha aumentado en 1,2º C. A partir de los años 80, la tendencia ascendente es constante. El aumento de temperaturas los últimos 50 años ha sido general en toda la cordillera, con pocas diferencias entre las vertientes norte y sur.

Para finales del siglo, las temperaturas podrían subir entre 2 y 7,1º C, según las diferentes proyecciones regionalizadas, que dependen de los escenarios utilizados por el Panel Intergubernamental del cambio climático de la ONU.

2) Glaciares menguantes.

En los últimos 32 años (1984-2016), han desaparecido la mitad de los glaciares de los Pirineos registrados en 1984. Además, los que quedan han visto menguada su masa y superficie considerablemente y se encuentran en un estado acelerado de retroceso.

El espesor medio de la nieve podría reducirse hasta un 50% en el año 2050 en el Pirineo central a 1.800 metros, según las proyecciones.

3) Menos precipitaciones

El indicador climático para la precipitación muestra una tendencia a la disminución de las precipitaciones del orden del 2,5% por década.

4) Impactos en aves y anfibios

Las aves migratorias han adelantado su fecha de llegada una media de 10 días desde 1959. Algunas especies, como la perdiz nival, ven alterado su estado fisiológico y su abundancia a causa del calentamiento.

Se ha detectado un descenso considerables de las poblaciones de tritón pirenaico, coincidiendo con los años de mayor ocurrencia de sucesos climáticos extremos (avenidas o sequías). En general, los anfibios son los más vulnerables al cambio climático.

5) Especies desplazadas 11 metros mas al norte

Muchas especies responden al cambio climático desplazándose hacia las zonas más altas en busca de condiciones climáticas más adecuadas a su desarrollo. En los últimos años las especies europeas se han desplazado una media de 11 metros por década hacia altitudes superiores a causa del calentamiento global.

6) Plagas, procesionaria

El cambio climático podría incrementar el riesgo de invasiones y de establecimiento de especies exóticas en los Pirineos. Se prevé la llegada de nuevas plagas de especies exóticas.

La procesionaria del pino ya está proliferando más y está llegando hasta mayor altura a causa del cambio climático.

Sequías, olas de calor, junto con la exposición a las plagas pueden perjudicar la salud de los bosques.

7) El bosque avanza algo más de medio metro al año hacia zonas más altas

En los últimos 50 años en la vertiente sur de los Pirineos se ha observado un desplazamiento en altura del límite del bosque de 35 metros, es decir, algo más de medio metro por año.

En las zonas de los Pirineos donde la disponibilidad de agua sea suficiente, la productividad de los bosques podría aumentar como consecuencia del cambio climático.

Sin embargo, es probable que el mayor número de olas de calor y sequías previstas para las próximas décadas limite la disponibilidad de agua en el suelo, lo que reduciría su productividad y perjudicaría su estado de salud.

8) Nieve en retirada en las pistas (impacto turístico)

En las últimas décadas, se detecta una disminución del número de días esquiable (días con una acumulación de nieve de 30 cm, suficiente para poder esquiar con normalidad en la estaciones de esquí). La línea acumulación de la nieve también ha subido progresivamente.

“La producción de nieve artificial a gran escala como medida de adaptación, además de poner en riesgo la rentabilidad económica de las estaciones de esquía, conlleva externalidades ambientales que también han de considerarse, especialmente bajo un escenario futuro de mayor escasez de recursos hídricos”, se indica.

9) Más días con nieve insuficiente

Entre 1960 y 2010, el número de días al año con un grosor de la capa de nieve inferior a 30 centímetros ha aumentado notablemente en todas las estaciones de esquí y en todas las cotas: ha pasado del 5% al 70% en las estaciones de las cotas bajas y del 4 a 20% en las estaciones de la cotas medias.

10) Retraso en el inicio de la temporada

También se ha retrasado progresivamente la fecha de inicio de la temporada de esquí (atendiendo a la disponibilidad de nieve natural), con retrasos de entre 5 y 55 días en las estaciones a baja cota y entre 5 y 30 días en las estaciones a cotas medias.

11) Turismo de verano, oportunidad

El calentamiento progresivo y, en particular, las temperaturas más suaves en otoño y primavera, podrían derivar en una prolongación de la estación del turismo de montaña en el Pirineo.

12) Menos agua en los ríos

En la cuenca del Ebro por ejemplo se han detectado descensos significativos del caudal anual en más del 50% de las estaciones de aforo estudiadas entre 1950 y 2010.

La acumulación de nieve por debajo de los 1.500 metros podría llegar a reducirse en un 78% en el último cuarto te este siglo.

El descenso de acumulación invernal de nieve (por las altas temperaturas y las menores precipitaciones de nieve) provoca un aumento de caudales en invierno. En cambio, la mayor frecuencia e intensidad de las sequías está provocando la disminución de los caudales de los ríos en verano y otoño.

13) Atención, desprendimientos

La mayor variabilidad podría provocar un incremento de los riesgos natura les como deslizamientos de terreno, desprendimientos de roca, aludes e inundaciones.

Es probable que el calentamiento global altere la dinámica de las zonas heladas y glaciares de los Pirineos e incida sobre su estabilidad.

Esto podría aumentar el riesgo de que ocurran más episodios potencialmente peligrosos como caídas de roca o desprendimientos de materiales, especialmente en zonas con pendientes pronunciadas. En la cara noroeste del monte el Vignemale por ejemplo, se ha detectado un aumento de los desprendimientos los últimos años asociados a un deterioro del permafrost (tierras permanentemente heladas) debido seguramente a procesos de degradación causados por las altas temperaturas.

14) Despoblación

El cambio climático es un factor de estrés añadido que agrava las problemáticas ya conocidas en el territorio pirenaico como la despoblación , el cambio de usos del suelo o la falta de relevo generacional en el sector primario, entre otras consecuencias.

La Comunidad de Trabajo de los Pirineos entiende, no obstante, que la lucha contra el cambio climático y la adaptación a sus efectos constituye una oportunidad de abordar los desafíos que tienen ante sí la región de los Pirineos, como son la pérdida de biodiversidad o los cambios en los paisajes y ecosistemas.

“Es fundamental transmitir la urgencia de las medidas a tomar para limitar los efectos negativos y aprovechar las posibles oportunidades emergentes. Si somos capaces de anticipar y gestionar los cambios que se producen, podremos encontrar fórmulas para hacer co compatible la actividad humana y salvaguardar la naturaleza en los Pirineos”, dice Arauzo.

Los 100 científicos coincide en que estos son los 10 desafíos más importantes a los que se enfrentan los Pirineos en materia de cambio climático:

1. Preparar a la población ante los extremos climáticos.

2. Reforzar la seguridad ante los riesgos naturales.

3. Acompañar a los actores del territorio ante las sequías.

4. Asegurar la calidad de las aguas superficiales y de las aguas subterráneas.

5. Mantener el atractivo turístico de los Pirineos.

6. Enfrentarse a los cambios en la productividad y la calidad de los cultivos y sacar provecho de las nuevas oportunidades.

7. Anticipar los cambios irreversibles en el paisaje.

8. Tener presente la posible pérdida de biodiversidad y los cambios en los ecosistemas

9. Adaptarse a los desequilibrios entre oferta y demanda de energía

10. Enfrentarse a la propagación de enfermedades, de parásitos y de especies invasoras

El informe El cambio climático en los Pirineos: impactos, vulnerabilidades y adaptación se presenta durante la Jornada de Riesgos Naturales y Cambio Climático que organiza el Consejo Plenario de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos hoy y mañana en Zaragoza.

Una treintena de expertos en cambio climático y riesgos naturales presentarán diversos capítulos del informe y debatirán sobre cómo anticiparse a los riesgos naturales con los medios actuales , así como qué impacto tiene el cambio climático en los desastres naturales.

El Observatorio Pirenaico de Cambio Climático quiere ser la plataforma de referencia sobre conocimiento en adaptación al cambio climático en ecosistemas de montaña.

Esta es una iniciativa transfronteriza de cooperación territorial de la Comunidad de Trabajo de Pirineos, lanzada en 2010 bajo la presidencia de Midi-Pyrénées.

Sus miembros son el Principado de Andorra y los Gobiernos de Nouvelle-Aquitaine, Aragón, Catalunya, Euskadi, Navarra y Occitanie. El proyecto ha sido cofinanciado al 65% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional.


EL DIARIO

«A finales de siglo habrá muy pocos glaciares en los Pirineos»: en los últimos 35 años han desaparecido el 50 %

El Observatorio Pirenaico del Cambio Climático presenta un informe elaborado durante dos años por expertos de Aragón, Navarra, Catalunya, Euskadi, Nouvelle-Aquitaine, Occitanie y Andorra

La temperatura media en los Pirineos ha aumentado un 30 % más (1,2º C) que la media mundial (0,85º C) en los últimos 50 años: “Es como el canario en la mina, indica que algo malo va a pasar”

“Cambios de 1,2º C en el pasado han provocado grandes efectos en los ecosistemas y con importantes impactos en la sociedad”

“Es el primer informe que se hace con tanto consenso y participación de la comunidad científica. Esperamos que las instituciones tomen medidas urgentes. El Pirineo tiene fiebre”

En 1983 había 41 glaciares en los Pirineos. Hoy hay 19. Es decir, la mitad ha desaparecido en los últimos 35 años. Mirando al futuro, incluso siendo ligeramente optimistas, “quedarán muy pocos  glaciares en el Pirineo a finales de siglo”. La conclusión es de Juan Terrádez, coordinador del informe “El cambio climático en los Pirineos: impactos, vulnerabilidades y adaptación”, que presenta el Observatorio Pirenaico de Cambio Climático (OPCC).

El porvenir de los  glaciares es solo una de las alertas que emanan de este pormenorizado estudio. Pero hay más, por ejemplo, que la temperatura media en los Pirineos ha aumentado un 30 % más (1,2º C) que la media mundial (0,85º C) en los últimos 50 años. También fue muy expresivo Blas Valero, investigador del Instituto Pirenaico de Ecología (CSIC), al valorar la importancia de este dato: “Cambios de 1,2º C en el pasado han provocado grandes efectos en los ecosistemas y con importantes impactos en la sociedad, es como el canario en la mina, indica que algo malo va a pasar”.

“Hay que actuar ya, con urgencia, el Pirineo tiene fiebre”, lo dice Idoia Arauzo, coordinadora del OPCC. Confía en que los datos que de manera clara pone sobre la mesa este trabajo provoque que las instituciones tomen medidas de inmediato. Y para ello incide en que es el primer informe al respecto que se realiza “con tanto consenso y participación de la comunidad científica que trabaja en los Pirineos”.

El espesor medio de la nieve se reducirá un 50 %

Esta “variabilidad del clima que deriva del cambio climático”, advierten en el estudio los científicos, “podría provocar un incremento de los riesgos naturales como deslizamiento de terreno, desprendimientos de roca, aludes e inundaciones”. Para más inri, el cambio climático supone “un efecto de estrés añadido que agrava las problemáticas ya conocidas en el territorio pirenaico como la despoblación, cambio de usos del suelo o falta de relevo generacional en el sector primario”.

El descenso en las precipitaciones es otra señal de alarma: hay una tendencia a la disminución que llega al 2,5 % por década. Por añadidura, la disponibilidad de los recursos hídricos es cada vez más variable “y se esperan episodios de sequía y lluvias torrenciales cada vez más intensos”. Se verá también afectada la nieve, cuyo espesor medio, explican, podría reducirse hasta un 50 % en el año 2050 en el Pirineo central y a 1.800 metros.

Las distintas especies que pueblan el Pirineo se adaptan a los cambios: algunas aves migratorias han adelantado su fecha de llegada hasta 10 días desde los años 60 y el límite superior del área de distribución de las especies de fauna de montaña en Europa ha ascendido un promedio de 11 metros por decenio.

Apostar por estaciones de montaña y no solo de esquí

A tenor de lo concluido, los responsables del informe establecen los 10 desafíos más importantes a los que se enfrentan los Pirineos por el cambio climático. Entre ellos, afirman que habrá que preparar a la población ante los extremos climáticos, reforzar la seguridad antes los riesgos naturales, acompañar a los actores del territorio ante las sequías o asegurar la calidad de las aguas superficiales y de las aguas subterráneas.

También incluyen la necesidad de enfrentarse a los cambios en la productividad y la calidad de los cultivos “y sacar provecho de las nuevas oportunidades”, anticipar los cambios irreversibles en el paisaje, tener presente la posible pérdida de biodiversidad y los cambios en los ecosistemas, adaptarse a los desequilibrios entre oferta y demanda de energía y enfrentarse a la propagación de enfermedades, de parásitos y de especies invasoras.

Diferentes impactos que pueden afectar al turismo. En este sentido, Terrádez recomendó la “descentralización de la actividad turística y empezar a fomentar estaciones de montaña y no solo de esquí”.

Jornada de Riesgos Naturales y Cambio Climático

El informe se presenta estos días (12 y 13 de noviembre) en Zaragoza durante la Jornada de Riesgos Naturales y Cambio Climático que el Observatorio ha organizado en el marco del Consejo Plenario de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos (cuya Presidencia corresponde actualmente a Aragón). Una treintena de expertos presentarán los diversos capítulos y debatirán sobre cómo anticiparse a los riesgos.


PUBLICO

Los Pirineos perderán la mitad de su nieve en los próximos 30 años

Un informe ha alertado de las tremendas consecuencias que el cambio climático está dejando en la cordillera pirenaica. Ejemplo de ello es que, en 35 años, han desaparecido la mitad de los glaciares y que, en 60 años, algunas aves migratorias han adelantado su fecha de llegada hasta diez días.

El informe ‘El Cambio Climático en los Pirineos: impactos, vulnerabilidades y adaptación’, coordinado por el Observatorio Pirenaico de Cambio Climático (OPCC), ha estimado que la temperatura media en la cordillera en los últimos 50 años ha aumentado un 30% más que la media mundial.

El informe ha sido presentado este lunes en Zaragoza, en el marco de la Jornada de Riesgos Naturales y Cambio Climático, por parte del profesor de investigación del Instituto Pirenaico de Ecología-CSIC, Blas Valero; el técnico del Observatorio Pirenaico de Cambio Climático de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos OPCC-CTP, Juan Terrádez; la coordinadora del OPCC-CTP, Idoia Arauzo, y el gestor de proyectos de cooperación en FORESPIR, Raphael Delpi.

Este documento refleja que la temperatura media en los Pirineos ha aumentado 1,2 grados en 50 años, mientras que la media mundial lo ha hecho en 0,85 grados. Asimismo, en los últimos 35 años, han desaparecido la mitad de los glaciares, algunas aves migratorias han adelantado su fecha de llegada hasta diez días en los últimos 60 años y el espesor medio de la nieve en el Pirineo central podría reducirse hasta un 50 por ciento.

El informe ha sido elaborado por más de un centenar de expertos de Aragón, Navarra, Cataluña, País Vasco, NouvelleAquitaine, Occitanie y Andorra, lo que supone un amplio consenso científico para el territorio pirenaico.

Con este trabajo se pretende actualizar las bases del conocimiento científico en materia de impactos y vulnerabilidad del territorio de los Pirineos, consensuar los principales desafíos a los que se enfrentan y proponer recomendaciones sectoriales para la adaptación al cambio climático en un contexto de cambio global.

El documento busca servir de apoyo para una política basada en evidencia científica. La coordinadora del Observatorio Pirenaico de Cambio Climático, Idoia Arauzo, ha explicado que, «a través de este informe, pretendemos proporcionar un documento de referencia para la comunidad científica y para los responsables de decisiones técnicas y políticas, así como el sector empresarial y toda la sociedad».

Las medidas deben ser inmediatas

Por su parte, el coordinador del informe, Juan Terrádez, ha asegurado que «el cambio climático es ya una evidencia indiscutible. Sucede en estos momentos y en estas latitudes», al tiempo que ha marcado «un reto urgente: seguir investigando en cambio climático y adaptarnos a sus consecuencias».

Desde la Comunidad de Trabajo de los Pirineos se entiende la lucha contra el cambio climático y la adaptación a sus efectos como una oportunidad de abordar los desafíos que tienen ante sí los Pirineos, como la pérdida de biodiversidad o los cambios en los paisajes y ecosistemas.

«Es fundamental transmitir la urgencia de las medidas a tomar para limitar los efectos negativos y aprovechar las posibles oportunidades emergentes. Si somos capaces de anticipar y gestionar los cambios que se producen, podremos encontrar fórmulas para hacer compatible la actividad humana y salvaguardar la naturaleza en los Pirineos», ha agregado Arauzo.

Próximos retos para los Pirineos

El centenar de científicos que forman parte del proyecto han determinado que los principales desafíos a los que se enfrentarán los Pirineos durante los próximos años son preparar a la población ante los extremos climáticos; reforzar la seguridad ante riesgos naturales; acompañar a los actores del territorio ante las sequías; y asegurar la calidad de las aguas superficiales y de las aguas subterráneas.

Asimismo, este territorio deberá aprender a mantener su atractivo turístico; enfrentarse a los cambios en la productividad y la calidad de los cultivos y sacar provecho de las nuevas oportunidades; anticipar los cambios irreversibles en el paisaje; tener presente la posible pérdida de biodiversidad y los cambios en los ecosistemas; adaptarse a los desequilibrios entre oferta y demanda de energía y enfrentarse a la propagación de enfermedades, parásitos y especies invasoras.

El Observatorio Pirenaico de Cambio Climático tiene como función principal realizar un seguimiento y comprender este fenómeno en los Pirineos para ayudar al territorio a adaptarse a sus impactos. Su visión es la de ser la plataforma de referencia sobre conocimiento en adaptación al cambio climático en ecosistemas de montaña.


HERALDO DE ARAGON

Más de la mitad de los glaciares del Pirineo han desaparecido desde 1984 y solo quedan 19

El macizo se calienta un 30% más que la media mundial y la temperatura sube 1,2°C en medio siglo. Un estudio científico alerta de que el manto de nieve podría reducirse a la mitad en el año 2050.

En 1984 había contabilizados en el Pirineo 39 glaciares y hoy quedan solo 19. En otras palabras, en solo 32 años han desaparecido más de la mitad y, si no se toman medidas, en 2070 algunos de ellos se convertirán en neveros sin dinámica y a finales de siglo los expertos temen su extinción total. Es solo una de las evidencias científicas sobre las consecuencias del rápido incremento del calentamiento global en esta cadena montañosa de las que se alerta en el informe ‘El cambio climático en los Pirineos’, elaborado durante los dos últimos años por más de 100 expertos de España, Francia y Andorra.

El documento, que se presentó este lunes en Zaragoza, desglosa otros preocupantes impactos ya visibles en el macizo. La temperatura media en el último medio siglo ha aumentado 1,2°C, lo que supone un 30% más que la media mundial (0,85°C). Para finales de siglo llegará a dispararse entre 2 y 7°C, según las proyecciones. En cuanto a la evolución del manto de nieve, su espesor podría disminuir a la mitad en los próximos 30 años en el Pirineo central, a 1.800 metros de altura. Mientras, el periodo de permanencia del elemento blanco en el suelo se reduciría en más de un mes.

La flora y la fauna también lo sufren. Los bosques suben en altura medio metro por año y recolonizan los pastos de alta montaña abandonados. Además, algunas especies migratorias han adelantado su fecha de llegada hasta 10 días desde los años 60 y las poblaciones de tritón pirenaico han descendido considerablemente coincidiendo con fenómenos climáticos extremos cada vez más habituales como avenidas y sequías. El riesgo de invasiones de especies exóticas es mayor, como la plaga de la procesionaria del pino que prolifera y llega a más altura gracias a los inviernos más suaves.

Ventanas de oportunidades

El Observatorio Pirenaico de Cambio Climático, coordinador de este estudio y dependiente de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos (CTP), dará a conocer también hoy estos datos al plenario de la CTP que se reúne en el Pignatelli, con el presidente aragonés Javier Lambán al frente.

La coordinadora del Observatorio Pirenaico de Cambio Climático, Idoia Arauzo, calificó de «grave» la actual situación del Pirineo y aseguró que el cambio climático es un «factor de estrés más» que viene a sumarse a otros problemas que sufre el territorio como la despoblación y la falta de relevo generacional en el sector primario. Reclamó que este reto se incorpore «en las políticas estratégicas e infraestructuras que se planteen a medio y largo plazo» y que se siga investigando para saber cómo adaptarse al nuevo escenario.

Varios de los participantes en el informe dejaron claro este lunes que también hay «ventanas de oportunidades emergentes» a aprovechar. Juan Terrádez, técnico del Observatorio, puso de ejemplo que la extensión de la estación estival y las temperaturas más suaves en primavera y otoño pueden favorecer un aumento del destino turístico de montaña frente a las zonas de sol y playa. En el caso de la agricultura, aunque la menor disponibilidad de agua afecta negativamente a los cultivos de secano, la disminución de los días con heladas y el incremento de las temperaturas favorece la implantación en las áreas de montaña de otros más mediterráneos como la vida, el olivo y los frutales.

Diez desafíos ante el cambio climático

1. Preparar a la población para afrontar los extremos climáticos.

2. Aumentar la seguridad frente a los riesgos naturales.

3. Acompañar a los actores del territorio frente a la escasez hídrica y las sequías.

4. Garantizar la calidad de las aguas superficiales y subterráneas.

5. Mantener el atractivo turístico del Pirineo.

6. Hacer frente a los cambios en la productividad y calidad de los cultivos y aprovechar las oportunidades.

7. Prever cambios irreversibles del paisaje.

8. Considerar la pérdida de la biodiversidad.

9. Desequilibrios entre oferta y demanda energética.

10. Más dolencias raras, plagas y especies invasoras.


HERALDO DE ARAGON

Los Pirineos tienen fiebre

Más de la mitad de los glaciares de la cordillera han desaparecido desde 1984 y solo quedan 19.

Los efectos del cambio climático son cada vez más claros. La temperatura media en los Pirineos ha aumentado 1,2 grados en los últimos 50 años, un 30% más que la media mundial, según un informe del Observatorio Pirenaico de Cambio Climático. Es preciso intensificar las políticas de respuesta a esta grave amenaza y que todas las administraciones se involucren bajo un liderazgo firme y eficaz de la comunidad internacional.

El informe ‘El Cambio Climático en los Pirineos’, elaborado por más de cien expertos de España, Francia y Andorra, confirma que la mitad de los glaciares de los Pirineos han desaparecido y apunta que el futuro de los que quedan está en entredicho. El estudio también revela una disminución de las precipitaciones de un 2,5% por década. Todos los datos recogidos y su análisis son una nueva confirmación científica, vinculada esta vez a la principal cordillera aragonesa, de los efectos del cambio climático. Si se mantiene la evolución actual, el cambio climático en los Pirineos producirá una reducción del agua disponible, lo que repercutirá en la generación de energía hidroeléctrica y en los regadíos. Además, la mayor variabilidad del clima provocará un incremento de los riesgos naturales, así como episodios de sequía y lluvias torrenciales cada vez más intensos.

Es preciso que todos tomemos conciencia de esta nueva realidad, del impacto que ya tiene sobre nuestras vidas y de la responsabilidad compartida entre los gobiernos, las empresas y los ciudadanos en cuanto consumidores y votantes. La DGA debe trabajar para que el Gobierno central elabore de una vez una ley de cambio climático. No obstante, el asunto trasciende el papel de las diferentes administraciones y de los organismos internacionales: la lucha contra el calentamiento global es también una cuestión de responsabilidad individual, un combate que nos implica a todos.


EL PERIODICO DE ARAGON

El espesor de la nieve en el Pirineo se reducirá a la mitad en 30 años

Los expertos consideran que es muy improbable que los glaciares existan a finales de este siglo. La temperatura en la cordillera sube en medio siglo cuatro décimas más que la media mundial

La temperatura media en los Pirineos ha aumentado 1,2 grados en los últimos 50 años, un 30% más que la media mundial, de 0,85 grados, según un informe del Observatorio Pirenaico de Cambio Climático (OPCC). Así se recoge en el informe El Cambio Climático en los Pirineos: impacto, vulnerabilidades y adaptación, cuyo coordinador, Juan Terrádez, señaló ayer que la mitad de los glaciares de los Pirineos han desaparecido y ha expresado sus dudas de que a finales de siglo «queden muchos glaciares» en la cordillera montañosa.

El estudio, elaborado por más de 100 expertos de España, Francia y Andorra, también revela una disminución de las precipitaciones de un 2,5% por década y vaticina una reducción de hasta un 50% del espesor de la nieve en el año 2050, que podría ser de hasta el 80% a finales de siglo «si no se actúa», afirmó Terrádez.

El coordinador del informe destacó la «escasez y variabilidad» de la disponibilidad hídrica como uno de los problemas socioeconómicos más importantes derivados del cambio climático en los Pirineos, ya que se reduce el agua disponible para la generación de energía hidroeléctrica y para los cultivos de secano, que se ven más afectados por las plagas.

MÁS RIESGOS NATURALES

Además, la mayor variabilidad del clima provoca un incremento de los riesgos naturales, como deslizamientos de tierras, desprendimientos, aludes, inundaciones e incendios forestales, así como episodios de sequía y lluvias torrenciales cada vez más intensos.

Terrádez también explicó que una de las consecuencias más relevantes para la fauna y flora de la región es “la falta de sincronía” entre especies que dependen las unas de las otras, como los insectos polinizadores y las plantas.

ACTUACIÓN URGENTE

La coordinadora del OPCC, Idoia Arauzo, calificó de «grave» la situación actual en el Pirineo y reclamó una «actuación urgente» e

«incorporar el cambio climático en las políticas», porque «está sucediendo a una velocidad muy rápida» con las consecuencias que ello tiene.

Los Pirineos tienen «fiebre» y «es un síntoma de que algo está pasando», apuntó Arauzo, quien también detalló los diez desafíos del cambio climático en los Pirineos que se deducen del informe, entre ellos preparar a la población ante los extremos climáticos, reforzar la seguridad ante los riesgos naturales y acompañar a la población ante las sequías.

Asegurar la calidad de las aguas, mantener el atractivo turístico del Pirineo, enfrentarse a los cambios en la productividad y calidad de los cultivos, prever los cambios irreversibles en el paisaje y la posible pérdida de biodiversidad, adaptarse a los desequilibrios entre oferta y demanda energética y hacer frente a la propagación de plagas completan la lista de desafíos que se deben tener en cuenta de forma rigurosa.

EMISIONES CONTAMINANTES

La coordinadora del OPCC insistió en «reducir las emisiones contaminantes» y «adaptarse» como formas de enfrentarse a este problema y ha recordado que el cambio climático es un «factor de estrés más» del territorio, como puede ser la despoblación o la falta de relevo generacional en el sector primario.


RADIO HUESCA

La mitad de los glaciares del Pirineo han desaparecido en los últimos 35 años

El Observatorio Pirenaico de Cambio Climático habla de aumento de temperatura, disminución de nieve y de “evidencia indiscutible del cambio climático”

La temperatura media en los Pirineos ha aumentado un 30% más (1,2ºC) que la media mundial (0,85ºC) en los últimos 50 años. En los últimos 35 años han desaparecido la mitad de los glaciares de los Pirineos, algunas aves migratorias han adelantado su fecha de llegada hasta diez días desde los años 60 y el espesor medio de la nieve en el Pirineo central podría reducirse hasta un 50% según las estimaciones más optimistas. Éstos son sólo algunos de los datos que arroja el informe El Cambio Climático en los Pirineos: impactos, vulnerabilidades y adaptación.

Se trata de un documento elaborado durante los dos últimos años por más de 100 expertos de Aragón, Navarra, Catalunya, Euskadi, Nouvelle-Aquitaine, Occitaniey Andorra, que supone un amplio consenso científico para el territorio pirenaico y que ha sido coordinado por el Observatorio Pirenaico de Cambio Climático (OPCC), un proyecto POCTEFA liderado por la Comunidad de Trabajo de los Pirineos (CTP).

Pese a no generar grandes cantidades de emisiones de carbono, el Pirineo es una bioregión especialmente sensible y vulnerable a los efectos del cambio climático. Con este informe se pretende actualizar las bases del conocimiento científico en materia de impactos y vulnerabilidad del territorio de los Pirineos, consensuar los principales desafíos a los que se enfrentan y proponer recomendaciones sectoriales para la adaptación al cambio climático en un contexto de cambio global. El documento coordinado por el OPCC busca servir de apoyo para una política basada en evidencia científica. Tal y como explica la coordinadora del Observatorio Pirenaico de Cambio Climático, Idoia Arauzo, “a través de este informe pretendemos proporcionar un documento de referencia para la comunidad científica y para los responsables de decisiones técnicas y políticas, así como el sector empresarial y toda la sociedad”.

Para Juan Terrádez, coordinador del informe, “el cambio climático es ya una evidencia indiscutible. Sucede en estos momentos y en estas latitudes. Tenemos un reto urgente: seguir investigando en cambio climático y adaptarnos a sus consecuencias”.

Desde la Comunidad de Trabajo de los Pirineos se entiende la lucha contra el cambio climático y la adaptación a sus efectos como una oportunidad de abordar los desafíos que tienen ante sí los Pirineos, como la pérdida de biodiversidad o los cambios en los paisajes y ecosistemas.“Es fundamental transmitir la urgencia de las medidas a tomar para limitar los efectos negativos y aprovechar las posibles oportunidades emergentes. Si somos capaces de anticipar y gestionar los cambios que se producen, podremos encontrar fórmulas para hacer compatible la actividad humana y salvaguardar la naturaleza en los Pirineos”, añade Arauzo.

Los más de 100 científicos que han participado en este informe están de acuerdo; éstos son los 10 desafíos más importantes a los que se enfrentan los Pirineos en materia de cambio climático:

1. Preparar a la población ante los extremos climáticos

2. Reforzar la seguridad ante los riesgos naturales

3. Acompañar a los actores del territorio ante las sequías

4. Asegurar la calidad de las aguas superficiales y de las aguas subterráneas

5. Mantener el atractivo turístico de los Pirineos

6. Enfrentarse a los cambios en la productividad y la calidad de los cultivos y sacar provecho de las nuevas oportunidades

7. Anticipar los cambios irreversibles en el paisaje

8. Tener presente la posible pérdida de biodiversidad y los cambios en los ecosistemas

9. Adaptarse a los desequilibrios entre oferta y demanda de energía

10. Enfrentarse a la propagación de enfermedades, de parásitos y de especies invasoras

El informe El cambio climático en los Pirineos: impactos, vulnerabilidades y adaptación se presentará durante la Jornada de Riesgos Naturales y Cambio Climático que el OPCC organiza en el marco del Consejo Plenario de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos, este martes, día 13 de noviembre, en Zaragoza. Desde este lunes, una treintena de expertos en cambio climático y riesgos naturales debaten sobre cómo anticiparse a los riesgos naturales con los medios actuales, así como qué impacto tiene el cambio climático en los desastres naturales.

Algunas cifras del informe:

o La temperatura media entre 1949 y 2010 ha aumentado 1,2ºC y para finales del siglo podría subir entre 2 y 7,1 ºC según las proyecciones regionalizadas y dependiendo de los diferentes escenarios utilizados por el panel intergubernamental del cambio climático.

o En los últimos 35 años han desaparecido la mitad de los glaciares de los Pirineos. Esto es un ejemplo de cambio irreversible en el paisaje iconográfico del territorio.

o El indicador climático para la precipitación muestra una tendencia a la disminución de las precipitaciones del orden del 2,5% por década

o El espesor medio de la nieve podría reducirse hasta un 50% en el año 2050 en el Pirineo central y a 1.800 metros

o Algunas especies de aves migratorias han adelantado su fecha de llegada hasta 10 días desde los años 60.

o El límite superior del área de distribución de lasespecies de fauna de montaña en Europa ha ascendido un promedio de 11 metros por decenio.

o La disponibilidad de recursos hídricos es cada vez más variable y se esperan episodios de sequía y lluvias torrenciales cada vez más intensos.

o La mayor variabilidad del clima que deriva del cambio climático podría provocar un incremento de los riesgos naturales como deslizamientos de terreno, desprendimientos de roca, aludes e inundaciones.

o El cambio climático es un factor de estrés añadido que agrava las problemáticas ya conocidas en el territorio pirenaico como la despoblación, cambio de usos del suelo, falta de relevo generacional en el sector primario, entre otros

Sobre el Observatorio Pirenaico de Cambio Climático OPCC

El Observatorio Pirenaico de Cambio Climático, OPCC, tiene como objetivo realizar un seguimiento y comprender el fenómeno del cambio climático en los Pirineos para ayudar al territorio a adaptarse a sus impactos. Su visión es la de ser la plataforma de referencia sobre conocimiento en adaptación al cambio climático en ecosistemas de montaña.El OPCC es una iniciativa transfronteriza de cooperación territorial en materia de cambio climático de la Comunidad de Trabajo de Pirineos (CTP), lanzada en 2010 bajo la presidencia de Midi-Pyrénées. Los miembros de la CTP, y por lo tanto del OPCC, son el Principado de Andorra y los Gobiernos de Nouvelle-Aquitaine, Aragón, Catalunya, Euskadi, Navarra, y Occitanie.

El proyecto ha sido cofinanciado al 65% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) a través del Programa Interreg V-A España-Francia-Andorra (POCTEFA 2014-2020). El objetivo del POCTEFA es reforzar la integración económica y social de la zona fronteriza España-Francia-Andorra. Su ayuda se concentra en el desarrollo de actividades económicas, sociales y medioambientales transfronterizas a través de estrategias conjuntas a favor del desarrollo territorial sostenible.


ARAINFO

La temperatura media en los Pirineos ha aumentado un 30% más que la media mundial en los últimos 50 años

El Observatorio Pirenaico de Cambio Climático presenta un informe sobre el cambio climático en los Pirineos con un amplio consenso científico, fruto de años de cooperación y trabajo conjunto, en el que se afirma que en los últimos 35 años han desaparecido la mitad de los glaciares pirenaicos

La temperatura media en los Pirineos ha aumentado un 30% más (1,2ºC) que la media mundial (0,85ºC) en los últimos 50 años. En los últimos 35 años han desaparecido la mitad de los glaciares de los Pirineos, algunas aves migratorias han adelantado su fecha de llegada hasta diez días desde los años 60 y el espesor medio de la nieve en el Pirineo central podría reducirse hasta un 50% según las estimaciones más optimistas. Éstos son sólo algunos de los datos que arroja el informe  El Cambio Climático en los Pirineos: impactos, vulnerabilidades y adaptación. Se trata de un documento elaborado durante los dos últimos años por más de 100 expertos de Aragón, Nafarroa, Catalunya, Euskadi, Nouvelle-Aquitaine, Occitanie y Andorra, que supone un amplio consenso científico para el territorio pirenaico y que ha sido coordinado por el Observatorio Pirenaico de Cambio Climático (OPCC), un proyecto POCTEFA liderado por la Comunidad de Trabajo de los Pirineos (CTP).

Pese a no generar grandes cantidades de emisiones de carbono, el Pirineo es una biorregión especialmente sensible y vulnerable a los efectos del cambio climático. Con este informe se pretende actualizar las bases del conocimiento científico en materia de impactos y vulnerabilidad del territorio de los Pirineos, consensuar los principales desafíos a los que se enfrentan y proponer recomendaciones sectoriales para la adaptación al cambio climático en un contexto de cambio global. El documento coordinado por el OPCC busca servir de apoyo para una política basada en evidencia científica. Tal y como explica la coordinadora del Observatorio Pirenaico de Cambio Climático, Idoia Arauzo, “a través de este informe pretendemos proporcionar un documento de referencia para la comunidad científica y para los responsables de decisiones técnicas y políticas, así como el sector empresarial y toda la sociedad”.

Para Juan Terrádez, coordinador del informe, “el cambio climático es ya una evidencia indiscutible. Sucede en estos momentos y en estas latitudes. Tenemos un reto urgente: seguir investigando en cambio climático y adaptarnos a sus consecuencias”.

Desde la Comunidad de Trabajo de los Pirineos se entiende la lucha contra el cambio climático y la adaptación a sus efectos como una oportunidad de abordar los desafíos que tienen ante sí los Pirineos, como la pérdida de biodiversidad o los cambios en los paisajes y ecosistemas. “Es fundamental transmitir la urgencia de las medidas a tomar para limitar los efectos negativos y aprovechar las posibles oportunidades emergentes. Si somos capaces de anticipar y gestionar los cambios que se producen, podremos encontrar fórmulas para hacer compatible la actividad humana y salvaguardar la naturaleza en los Pirineos”, añade Arauzo.

Los más de 100 científicos que han participado en este informe están de acuerdo; éstos son los 10 desafíos más importantes a los que se enfrentan los Pirineos en materia de cambio climático:

Preparar a la población ante los extremos climáticos

Reforzar la seguridad ante los riesgos naturales

Acompañar a los actores del territorio ante las sequías

Asegurar la calidad de las aguas superficiales y de las aguas subterráneas

Mantener el atractivo turístico de los Pirineos

Enfrentarse a los cambios en la productividad y la calidad de los cultivos y sacar provecho de las nuevas oportunidades

Anticipar los cambios irreversibles en el paisaje

Tener presente la posible pérdida de biodiversidad y los cambios en los ecosistemas

Adaptarse a los desequilibrios entre oferta y demanda de energía

Enfrentarse a la propagación de enfermedades, de parásitos y de especies invasoras

El informe El cambio climático en los Pirineos: impactos, vulnerabilidades y adaptación se presentará durante la Jornada de Riesgos Naturales y Cambio Climático que el OPCC organiza en el marco del Consejo Plenario de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos, los días 12 y 13 de noviembre en Zaragoza. Una treintena de expertos en cambio climático y riesgos naturales presentarán diversos capítulos del informe y debatirán sobre cómo anticiparse a los riesgos naturales con los medios actuales, así como qué impacto tiene el cambio climático en los desastres naturales.

Algunas cifras del informe:

La temperatura media entre 1949 y 2010 ha aumentado 1,2ºC y para finales del siglo podría subir entre 2 y 7,1 ºC según las proyecciones regionalizadas y dependiendo de los diferentes escenarios utilizados por el panel intergubernamental del cambio climático.

En los últimos 35 años han desaparecido la mitad de los glaciares de los Pirineos. Esto es un ejemplo de cambio irreversible en el paisaje iconográfico del territorio.

El indicador climático para la precipitación muestra una tendencia a la disminución de las precipitaciones del orden del 2,5% por década

El espesor medio de la nieve podría reducirse hasta un 50% en el año 2050 en el Pirineo central y a 1.800 metros

Algunas especies de aves migratorias han adelantado su fecha de llegada hasta 10 días desde los años 60.

El límite superior del área de distribución de las especies de fauna de montaña en Europa ha ascendido un promedio de 11 metros por decenio.

La disponibilidad de recursos hídricos es cada vez más variable y se esperan episodios de sequía y lluvias torrenciales cada vez más intensos.

La mayor variabilidad del clima que deriva del cambio climático podría provocar un incremento de los riesgos naturales como deslizamientos de terreno, desprendimientos de roca, aludes e  inundaciones.

El cambio climático es un factor de estrés añadido que agrava las problemáticas ya conocidas en el territorio pirenaico como la despoblación, cambio de usos del suelo, falta de relevo generacional en el sector primario, entre otros.

Sobre el Observatorio Pirenaico de Cambio Climático OPCC

El Observatorio Pirenaico de Cambio Climático, OPCC, tiene como objetivo realizar un seguimiento y comprender el fenómeno del cambio climático en los Pirineos para ayudar al territorio a adaptarse a sus impactos. Su visión es la de ser la plataforma de referencia sobre conocimiento en adaptación al cambio climático en ecosistemas de montaña. El OPCC es una iniciativa transfronteriza de cooperación territorial en materia de cambio climático de la Comunidad de Trabajo de Pirineos (CTP), lanzada en 2010 bajo la presidencia de Midi-Pyrénées. Los miembros de la CTP, y por lo tanto del OPCC, son el Principado de Andorra y los Gobiernos de Nouvelle-Aquitaine, Aragón, Catalunya, Euskadi, Nafarroa, y Occitanie.

El proyecto ha sido cofinanciado al 65% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) a través del Programa Interreg V-A España-Francia-Andorra (POCTEFA 2014-2020). El objetivo del POCTEFA es reforzar la integración económica y social de la zona fronteriza España-Francia-Andorra. Su ayuda se concentra en el desarrollo de actividades económicas, sociales y medioambientales transfronterizas a través de estrategias conjuntas a favor del desarrollo territorial sostenible.


DIARIO DEL ALTOARAGON

La temperatura media en los Pirineos ha aumentado un 30% más que la media mundial en los últimos 50 años

Más de 100 expertos han elaborado un informe durante dos años y han fijado los principales desafíos a afrontar

La temperatura media en los Pirineos ha aumentado un 30% más (1,2ºC) que la media mundial (0,85ºC) en los últimos 50 años. En los últimos 35 años han desaparecido la mitad de los glaciares de los Pirineos, algunas aves migratorias han adelantado su fecha de llegada hasta diez días desde los años 60 y el espesor medio de la nieve en el Pirineo central podría reducirse hasta un 50% según las estimaciones más optimistas.

Éstos son sólo algunos de los datos que arroja el informe El Cambio Climático en los Pirineos: impactos, vulnerabilidades y adaptación. Se trata de un documento elaborado durante los dos últimos años por más de 100 expertos de Aragón, Navarra, Catalunya, Euskadi, Nouvelle-Aquitaine, Occitanie y Andorra, que supone un amplio consenso científico para el territorio pirenaico y que ha sido coordinado por el Observatorio Pirenaico de Cambio Climático (OPCC), un proyecto Poctefa liderado por la Comunidad de Trabajo de los Pirineos (CTP).

Pese a no generar grandes cantidades de emisiones de carbono, el Pirineo es una biorregión especialmente sensible y vulnerable a los efectos del cambio climático. Con este informe se pretende actualizar las bases del conocimiento científico en materia de impactos y vulnerabilidad del territorio de los Pirineos, consensuar los principales desafíos a los que se enfrentan y proponer recomendaciones sectoriales para la adaptación al cambio climático en un contexto de cambio global.

El documento coordinado por el OPCC busca servir de apoyo para una política basada en evidencia científica. Tal y como explica la coordinadora del Observatorio Pirenaico de Cambio Climático, Idoia Arauzo, «a través de este informe pretendemos proporcionar un documento de referencia para la comunidad científica y para los responsables de decisiones técnicas y políticas, así como el sector empresarial y toda la sociedad».

Para Juan Terrádez, coordinador del informe, «el cambio climático es ya una evidencia indiscutible. Sucede en estos momentos y en estas latitudes. Tenemos un reto urgente: seguir investigando en cambio climático y adaptarnos a sus consecuencias».

Desde la Comunidad de Trabajo de los Pirineos se entiende la lucha contra el cambio climático y la adaptación a sus efectos como una oportunidad de abordar los desafíos que tienen ante sí los Pirineos, como la pérdida de biodiversidad o los cambios en los paisajes y ecosistemas.

«Es fundamental transmitir la urgencia de las medidas a tomar para limitar los efectos negativos y aprovechar las posibles oportunidades emergentes. Si somos capaces de anticipar y gestionar los cambios que se producen, podremos encontrar fórmulas para hacer compatible la actividad humana y salvaguardar la naturaleza en los Pirineos», añade Arauzo.

Los más de 100 científicos que han participado en este informe están de acuerdo; éstos son los 10 desafíos más importantes a los que se enfrentan los Pirineos en materia de cambio climático:

1. Preparar a la población ante los extremos climáticos

2. Reforzar la seguridad ante los riesgos naturales

3. Acompañar a los actores del territorio ante las sequías

4. Asegurar la calidad de las aguas superficiales y de las aguas subterráneas

5. Mantener el atractivo turístico de los Pirineos

6. Enfrentarse a los cambios en la productividad y la calidad de los cultivos y sacar provecho de las nuevas oportunidades

7. Anticipar los cambios irreversibles en el paisaje

8. Tener presente la posible pérdida de biodiversidad y los cambios en los ecosistemas

9. Adaptarse a los desequilibrios entre oferta y demanda de energía

10. Enfrentarse a la propagación de enfermedades, de parásitos y de especies invasoras

El informe El cambio climático en los Pirineos: impactos, vulnerabilidades y adaptación se presentará durante la Jornada de Riesgos Naturales y Cambio Climático que el OPCC organiza en el marco del Consejo Plenario de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos, los días 12 y 13 de noviembre en Zaragoza.

Una treintena de expertos en cambio climático y riesgos naturales presentarán diversos capítulos del informe y debatirán sobre cómo anticiparse a los riesgos naturales con los medios actuales, así como qué impacto tiene el cambio climático en los desastres naturales.

SOBRE EL OBSERVATORIO PIRENAICO DE CAMBIO CLIMÁTICO OPCC

El Observatorio Pirenaico de Cambio Climático, OPCC, tiene como objetivo realizar un seguimiento y comprender el fenómeno del cambio climático en los Pirineos para ayudar al territorio a adaptarse a sus impactos. Su visión es la de ser la plataforma de referencia sobre conocimiento en adaptación al cambio climático en ecosistemas de montaña. El OPCC es una iniciativa transfronteriza de cooperación territorial en materia de cambio climático de la Comunidad de Trabajo de Pirineos (CTP), lanzada en 2010 bajo la presidencia de Midi-Pyrénées. Los miembros de la CTP, y por lo tanto del OPCC, son el Principado de Andorra y los Gobiernos de Nouvelle-Aquitaine, Aragón, Catalunya, Euskadi, Navarra, y Occitanie.

El proyecto ha sido cofinanciado al 65% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) a través del Programa Interreg V-A España-Francia-Andorra (POCTEFA 2014-2020). El objetivo del POCTEFA es reforzar la integración económica y social de la zona fronteriza España-Francia-Andorra. Su ayuda se concentra en el desarrollo de actividades económicas, sociales y medioambientales transfronterizas a través de estrategias conjuntas a favor del desarrollo territorial sostenible.


PIRINEO DIGITAL

El cambio climático es más evidente en los Pirineos

La temperatura media en los Pirineos ha aumentado un 30% más (1,2ºC) que la media mundial (0,85ºC) en los últimos 50 años. En los últimos tres décadas han desaparecido la mitad de los glaciares de los Pirineos; algunas aves migratorias han adelantado su fecha de llegada hasta diez días desde los años 60 y el espesor medio de la nieve en el Pirineo central podría reducirse hasta un 50% según las estimaciones más optimistas.

El cambio climático es más evidente en los PirineosÉstos son sólo algunos de los datos que arroja el informe  El Cambio Climático en los Pirineos: impactos, vulnerabilidades y adaptación. Se trata de un documento elaborado durante los dos últimos años por más de 100 expertos de Aragón, Navarra, Catalunya, Euskadi, Nouvelle-Aquitaine, Occitanie y Andorra, que supone un amplio consenso científico para el territorio pirenaico y que ha sido coordinado por el Observatorio Pirenaico de Cambio Climático (OPCC), un proyecto POCTEFA liderado por la Comunidad de Trabajo de los Pirineos (CTP).

Pese a no generar grandes cantidades de emisiones de carbono, el Pirineo es una bio-región especialmente sensible y vulnerable a los efectos del cambio climático. Con este informe se pretende actualizar las bases del conocimiento científico en materia de impactos y vulnerabilidad del territorio de los Pirineos, consensuar los principales desafíos a los que se enfrentan y proponer recomendaciones sectoriales para la adaptación al cambio climático en un contexto de cambio global.

Tal y como explica la coordinadora del Observatorio Pirenaico de Cambio Climático, Idoia Arauzo, “a través de este informe pretendemos proporcionar un documento de referencia para la comunidad científica y para los responsables de decisiones técnicas y políticas, así como al sector empresarial y toda la sociedad”.

Para Juan Terrádez, coordinador del informe, “el cambio climático es ya una evidencia indiscutible. Sucede en estos momentos y en estas latitudes. Tenemos un reto urgente: seguir investigando el cambio climático y adaptarnos a sus consecuencias”.

Desde la Comunidad de Trabajo de los Pirineos se entiende la lucha contra el cambio climático y la adaptación a sus efectos como una oportunidad de abordar los desafíos que tienen ante sí los Pirineos, como la pérdida de biodiversidad o los cambios en los paisajes y ecosistemas. “Es fundamental transmitir la urgencia de las medidas a tomar para limitar los efectos negativos y aprovechar las posibles oportunidades emergentes. Si somos capaces de anticipar y gestionar los cambios que se producen, podremos encontrar fórmulas para hacer compatible la actividad humana y salvaguardar la naturaleza en los Pirineos”, añade Arauzo.

Los más de 100 científicos que han participado en este informe están de acuerdo; éstos son los 10 desafíos más importantes a los que se enfrentan los Pirineos en materia de cambio climático:

– Preparar a la población ante los extremos climáticos

– Reforzar la seguridad ante los riesgos naturales

– Acompañar a los actores del territorio ante las sequías

– Asegurar la calidad de las aguas superficiales y de las aguas subterráneas

– Mantener el atractivo turístico de los Pirineos

– Enfrentarse a los cambios en la productividad y la calidad de los cultivos y sacar provecho de las nuevas oportunidades

– Anticipar los cambios irreversibles en el paisaje

-Tener presente la posible pérdida de biodiversidad y los cambios en los ecosistemas

– Adaptarse a los desequilibrios entre oferta y demanda de energía

– Enfrentarse a la propagación de enfermedades, de parásitos y de especies invasoras

El informe El cambio climático en los Pirineos: impactos, vulnerabilidades y adaptación se presentará durante la Jornada de Riesgos Naturales y Cambio Climático que el OPCC organiza en el marco del Consejo Plenario de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos, los días 12 y 13 de noviembre en Zaragoza. Una treintena de expertos en cambio climático y riesgos naturales presentarán diversos capítulos del informe y debatirán sobre cómo anticiparse a los riesgos naturales con los medios actuales, así como qué impacto tiene el cambio climático en los desastres naturales.

– La temperatura media entre 1949 y 2010 ha aumentado 1,2ºC y para finales del siglo podría subir entre 2 y 7,1 ºC según las proyecciones regionalizadas y dependiendo de los diferentes escenarios utilizados por el panel intergubernamental del cambio climático.

– En los últimos 35 años han desaparecido la mitad de los glaciares de los Pirineos. Esto es un ejemplo de cambio irreversible en el paisaje iconográfico del territorio.

– El indicador climático para la precipitación muestra una tendencia a la disminución de las precipitaciones del orden del 2,5% por década

– El espesor medio de la nieve podría reducirse hasta un 50% en el año 2050 en el Pirineo central y a 1.800 metros

– Algunas especies de aves migratorias han adelantado su fecha de llegada hasta 10 días desde los años 60.

– El límite superior del área de distribución de las especies de fauna de montaña en Europa ha ascendido un promedio de 11 metros por decenio.

– La disponibilidad de recursos hídricos es cada vez más variable y se esperan episodios de sequía y lluvias torrenciales cada vez más intensos.

– La mayor variabilidad del clima que deriva del cambio climático podría provocar un incremento de los riesgos naturales como deslizamientos de terreno, desprendimientos de roca, aludes e  inundaciones.

– El cambio climático es un factor de estrés añadido que agrava las problemáticas ya conocidas en el territorio pirenaico como la despoblación, cambio de usos del suelo, falta de relevo generacional en el sector primario, entre otros.

La nieve mueve casi 8.000 contratos temporales durante cinco meses en el sector servicios del pirineo

HERALDO DE ARAGON

La nieve mueve casi 8.000 contratos temporales durante cinco meses en el sector servicios del Pirineo

Las últimas nevadas disparan el optimismo y activan las contrataciones en los valles.

A menos de un mes para que arranque la temporada de esquí, si todo va bien, el sector turístico del Pirineo calienta motores. Las últimas nevadas han disparado el optimismo y han activado no solo las reservas hoteleras sino también las demandas de empleo en los valles, donde la nieve mueve más de 7.500 contratos temporales en cinco meses. Según datos del Instituto Aragonés de Estadística, la campaña pasada en Sallent de Gállego, donde se ubica la estación de Aramón Formigal, se firmaron entre diciembre y abril 2.837 contratos del sector servicios, la inmensa mayoría temporales y vinculados al esquí. En la vecina Panticosa se contabilizaron 551. Mientras, Jaca (sede administrativa de Astún) sumó 2.472 en el mismo período, Aísa (Candanchú) otros 604 y Benasque (Cerler) 940. En otras poblaciones cercanas a las pistas también hubo un repunte como Biescas (269) o Canfranc (178). En total, 7.851 contrataciones, un 8% más que la temporada anterior.

En diciembre se firman un tercio, aunque el presidente de la Asociación Turística del Valle de Benasque, José María Ciria, afirma que las empresas ya han empezado a hacer contratos «porque ha nevado pronto y, al igual que a los clientes les entra el gusanillo del esquí al ver las pistas blancas por las webcams de las estaciones, los negocios también empiezan a recibir llamadas de gente que busca trabajo».

Ciria reconoce que la nieve es un «motor espectacular» de desarrollo porque se necesitan muchos empleos en las propias pistas y en las escuelas de esquí, además de cafeterías, bares, restaurantes, hoteles, discotecas… Y resalta la importancia del sector «porque con el verano y las vacaciones de Navidad y Semana Santa solo no se pueden rentabilizar las inversiones en hostelería». De ahí que reivindique más inversiones de la DGA «porque para ser competitivos respecto a Cataluña o Francia, hay que llegar a un mínimo de cien kilómetros esquiables por estación».

Una «locura» de currículos

En la Asociación Turística del Valle del Aragón calculan que la nieve genera en la zona en torno a 1.600 empleos, incluyendo a la hostelería y el resto del sector servicios. El presidente, Luis Terrén, asegura que empieza la «locura» con la recepción de currículos. «Además, como hay tanta segunda residencia, este mes ya se empieza a activar el empleo porque hay muchos gremios como albañiles o carpinteros, que están trabajando a tope ultimando detalles de obras antes de que empiece la temporada».

Cree que las ofertas que lanzan las estaciones están enfocadas sobre todo a gente joven que busca un trabajo temporal, y los salarios no son muy elevadas «por lo que muchos cuando acaba la temporada dejan el apartamento». En este sentido, le gustaría que los empleos fueran más cualificados y mejor remunerados «para que esa gente se planteara quedarse a residir en el valle».

Las dos asociaciones coinciden en las dificultades de muchos empresarios para encontrar personal cualificado. «Ya pasó antes de la crisis y ahora vuelve a haber problemas muy serios porque en estas zonas, además, los costes del personal son más altos que en cualquier otro sitio, ya que en muchos casos tienes que ofrecer vivienda porque es carísima y si no la gente no encuentra», afirma Ciria. Entre los más complicados de cubrir, cita los empleos en cocina y limpieza de habitaciones «no solo para hoteles, sino también para apartamentos porque hay cientos». Por su parte, Luis Terrén lamenta la escasa mano de obra cualificada de algunos sectores como la hostelería «porque ser camarero es un recurso que todo el mundo prueba, pero faltan profesionales de verdad».


HERALDO DE ARAGON

Nieve, empleo y repoblación

El sector del esquí mueve casi 8.000 contratos temporales durante cinco meses en el sector servicios del Pirineo.

Candanchú, la emblemática estación de esquí y decana en España, con nueve décadas de andadura, se ubica en el municipio de Aísa, en pleno valle del Aragón. Candanchú, la emblemática estación de esquí y decana en España, con nueve décadas de andadura, se ubica en el municipio de Aísa, en pleno valle del Aragón.Heraldo.es

En puertas de la temporada invernal y con el primer manto blanco cubriendo ya las laderas de las altas montañas, se han activado las contrataciones en los valles para el sector servicios. La nieve genera más de 7.500 empleos temporales durante los cinco meses de la campaña. El esquí sigue siendo, pues, oro blanco para los valles pirenaicos y las sierras de Teruel. Por eso hay que mantener un alto nivel de calidad en un escenario de máxima competencia.

En diciembre se firman un tercio del conjunto de contratos de la temporada de esquí. Sin embargo, la nieve que ya ha caído este año está adelantando el proceso. Miles de personas están enviando sus currículos con el objetivo de encontrar un empleo entre las ofertas que lanzan las estaciones y las empresas de servicios auxiliares. Los propios gestores turísticos reconocen que los salarios no son demasiado elevados; esto hace que, cuando acaba la temporada, muchos trabajadores se marchen. En este sentido, sería muy positivo que los empleos fueran de mayor cualificación y mejor remunerados para que esa gente se planteara quedarse a residir permanentemente en los valles. Así, el sector del esquí no solo sería un poderoso motor económico, sino también un agente dinamizador de zonas amenazadas por el envejecimiento y la pérdida de habitantes.

El turismo es un sector fundamental para Aragón. Por ello, velar por su promoción ha de ser un objetivo prioritario de todas las administraciones involucradas, desde la DGA hasta los más pequeños ayuntamientos. Constadada su gran potencialidad desde hace bastantes décadas y ya que todavía hay margen de crecimiento, la mejora constante de la oferta, de la calidad y también de la promoción han de ser instrumentos que pongan la Administración y las empresas del sector al servicio de un motor económico fundamental tanto para el empleo como para la repoblación demográfica.

Los espacios nórdicos solicitan a los ayuntamientos una ordenanza que los regule y proteja

La asociación Espacios Nórdicos de Aragón, que engloba a Llanos del Hospital, Pineta, Balneario de Panticosa, Lizara, Linza, Oza Gabardito y La Muela de San Juan, vuelve a sumar esfuerzos para conseguir poner en valor este tipo de turismo sostenible, aunque de nuevo con un sabor agridulce al comprobar que después de siete años de su creación se ha avanzado lentamente. «Seguimos casi como estábamos», lamentan en un comunicado remitido ayer en el que recuerdan los pasos dados y los retos más urgentes.

«Y es que después de la reunión mantenida el año pasado con la Consejería de Vertebración todo sigue igual y no hemos avanzado en nada. Seguimos con la ayuda en promoción, algo muy necesario y que agradecemos, pero aún necesitamos una modernización de las estaciones y una limpieza asegurada de las carreteras de acceso. Las inversiones que se realizan en estos centros invernales son mínimas en comparación con las realizadas en otros sectores», explica el presidente de la Asociación, Mario García.

Por el momento, los gestores de los diferentes espacios van a intentar conseguir una ordenanza municipal que los regule y proteja. Una simple acción que depende de los ayuntamientos de los municipios que los acogen y que serviría para que se respetaran e incluso se sancionaran las posibles acciones llevadas a cabo por visitantes que desconocen su funcionamiento. Para ello se va a presentar un proyecto por parte de cada uno de ellos en el que se mostrará la realidad del espacio y se hará ver la necesidad de esa regulación.

Hasta entonces, los siete espacios, todos ellos ubicados en parques naturales protegidos, quieren seguir intentando dar a conocer su oferta de servicios dirigidos a todo tipo de personas, desde familias y parejas hasta amantes de la naturaleza o deportistas.

Las posibilidades que proponen incluyen paseos con raquetas, mushing, esquí de fondo o back country, todo ello con la posibilidad de alquiler de material, estancia, restauración y la ayuda de guías o monitores especializados que les introduzcan en los deportes nórdicos.

PRIMERAS NEVADAS

El pasado fin de semana los siete espacios nórdicos recibieron las primeras nieves de la temporada. Tanto en Llanos del Hospital como en el Balneario de Panticosa se llegaron a alcanzar los 15 centímetros de espesor. En otros, como Linza o la Muela, presentaban una fina capa blanca que servirá para enfriar la tierra que acogerá las pistas de esquí de fondo.

Por el momento no existe fecha prevista de apertura, pero la belleza que estos lugares ofrecen en otoño ya los hace de por sí dignos de ser visitados en esta época del año.

Sallent de gállego subasta por 5 millones una parcela para construir 66 viviendas

Terrenos al sur de la urbanización de Formigal donde se construirán los pisos. Terrenos al sur de la urbanización de Formigal donde se construirán los pisos.Laura Zamboraín

El Ayuntamiento de Sallent de Gállego ha sacado a subasta por un mínimo de 5 millones de euros una parcela de suelo urbano para la construcción de 66 viviendas. El terreno, de 4.692 metros cuadrados forma parte del polémico plan urbanístico del Estacho-Lanuza, en Formigal, que contempla la edificación de 560 pisos, cuya tramitación está recurrida en los tribunales.

El plazo para la presentación de ofertas finaliza el próximo 3 de septiembre y las expectativas de venta «son buenas», según reconoció el alcalde de Sallent, Jesús Gericó. El Gobierno de Aragón autorizó la venta de esta parcela después de que el pleno, con la abstención del PAR, aprobara su enajenación el pasado 3 de agosto. PP, PSOE y CHA votaron a favor.

Este permiso era necesario al exceder el valor del bien enajenado el 25% de los recursos ordinarios del presupuesto municipal vigente. De hecho, lo supera en un 153%. Además, la DGA advierte de que la ley obligará a reponer el dinero en un plazo máximo de diez años a cargo de los ingresos corrientes, lo que condicionará unos presupuestos que rondan los 3 millones.

Con el dinero obtenido por esta venta se hará frente a gran parte de la deuda de la sociedad urbanística municipal Sallent 2025 SL (7,1 millones), heredada del anterior equipo de gobierno socialista, que encargó la construcción de un balneario hace años y que se quiere enjugar con las plusvalías.

La parcela elegida es la del aparcamiento de autocaravanas de Formigal, pegada a la urbanización y cuya tramitación se desgajó el año pasado del resto del proyecto del Estacho-Lanuza con el fin de acelerar los trámites. La enajenación contaba con el aval de sendos informes redactados por la secretaria-interventora del Ayuntamiento de Sallent, la exdiputada nacional del PP Blanca Puyuelo.

El Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga) concluyó que la modificación parcial del Plan General que hace posible la enajenación no requiere una evaluación ambiental estratégica, ya que parte del suelo está parcialmente urbanizado, «en continuidad con Formigal», no requiere nuevas infraestructuras ni afecta al entorno natural.

No obstante, condiciona su ejecución a un estudio de detalle de los riesgos geotécnicos en el entorno y supedita el proyecto de urbanización a una solución, «provisional o definitiva», sobre la gestión de las aguas residuales de Formigal.

La asociación Pirineos 2.0, constituida por los detractores del crecimiento de Formigal, ha recurrido ante el Tribunal Superior del Justicia de Aragón (TSJA) dicha modificación urbanística. Entienden que solo facilita «una especulación pura y dura» que vulnera la propia Constitución, se salta la jerarquía normativa y hasta el reglamento vigente para la valoración de los terrenos públicos. Además, aseguran que la enajenación se tramita sin haberse aprobado de forma definitiva la modificación puntual del Plan General.

Gericó insistió en que la mentalidad del Ayuntamiento «no es especular, es hacer frente a las deudas que se contrajeron antes». Además, recordó que nadie alegó en su día, en 2004, cuando se aprobó definitivamente el plan parcial del Estacho, que incluía entonces 625 pisos y 1.700 plazas hoteleras.

El alcalde de Sallent recordó asimismo que el contencioso está puesto contra el Gobierno de Aragón, no contra el Ayuntamiento, que tiene unas expectativas generadas por esa aprobación.

La primera venta millonaria de suelo del ayuntamiento de sallent de gállego acaba en un fiasco

El equipo de gobierno del PP en el Ayuntamiento de Sallent de Gállego ha sufrido otro varapalo en sus planes para desarrollar el polémico plan urbanístico del Estacho-Lanuza. La primera venta millonaria de suelo para 66 de los 560 pisos previstos, desgajada del resto con el objetivo de hacer caja y cubrir la abultada deuda, ha acabado en un fiasco sin paliativos. Tan solo se llegó a presentar una cooperativa de Madrid, pero ni siquiera registró la garantía exigida del 5% para proceder a la enajenación, por lo que ha quedado desierto. El pleno ratificó este miércoles la decisión adoptada por la mesa de contratación y autorizó la adjudicación directa de los terrenos por el mismo precio, 5 millones de euros, y condiciones con el respaldo de PP, PSOE y CHA y la abstención del PAR.

Fuentes del sector inmobiliario aseguraron a este diario que los números no salen, por lo que expresaron sus dudas de que el alcalde, Jesús Gericó, pueda ahora encontrar compradores. Las principales constructoras de Aragón descartaron comprar tras analizar la operación ante el «elevado precio» y por la condición impuesta de pagar la totalidad a la firma del contrato. Lo mismo consideran grandes compañías nacionales con implantación en Aragón, como Acciona y Avintia.

La parcela elegida es la del aparcamiento de autocaravanas de Formigal, pegada a la urbanización y cuya tramitación se desgajó el año pasado del resto del proyecto del Estacho con el fin de acelerar los trámites y lograr así plusvalías. La parcela, calificada como suelo urbano no consolidado y conocida como Las Grechas, ocupa 4.692 metros cuadrados.

Este desarrollo cuenta con el rechazo frontal de la asociación Pirineos 2.0, constituida por vecinos de Formigal, que ha recurrido ante el Tribunal Superior de Justicia de Aragón la modificación urbanística que permite la enajenación al entender que solo facilita una «especulación pura y dura» que vulnera la Constitución, se salta la jerarquía normativa y hasta el reglamento para la valoración de los terrenos públicos. Además, interpondrá un contencioso en la Audiencia Provincial contra la reparcelación en el momento en el que el Ayuntamiento presente la documentación requerida por el juzgado.

Pese a todo, el alcalde sigue siendo «optimista» por el «atractivo» de Sallent que, a su juicio, se demuestra con el hecho de ser el municipio de Aragón más caro. Gericó insistió en que solo pretende vender suelo «y no especular» con el único objetivo de solventar el problema de la deuda millonaria contraída hace años por un alcalde socialista para la construcción del balneario.

Gericó sí tuvo que admitir que está en serio riesgo la quita que negoció con los acreedores de la sociedad urbanística municipal, que vence definitivamente en diciembre y por la que se logró un descuento de 1,4 millones sobre los más de 8 que se deben.

La operación financiera lanzada por el equipo del PP pasaba por la venta fallida de la parcela, con la que se obtendrían 5 millones para comprar a la sociedad el balneario y esta a su vez pagar a los acreedores. Esta enajenación es crucial, porque de ella depende que se haga efectivo el crédito adicional de 2 millones autorizado por el pleno para saldar la deuda de Sallent 2025 mediante la adquisición del equipamiento.

El alcalde subrayó que en la operación urbanística se va «de la mano y bajo la tutela» del Gobierno de Aragón, por lo que se mostró convencido de su legalidad pese al frente judicial de los vecinos opositores, a los que acusó de haber «especulado» en su día al comprar apartamentos en plano «para ganar lo que no está escrito».

Muerte del último glaciar de españa

Cerca de la cumbre del Vignemale, una de las más altas de los Pirineos, hay unos enigmáticos boquetes en la roca abiertos con dinamita. Son la puerta a una época tan distinta de la actual que su historia parece mentira. En 1882 el conde Henry Russell tenía alquilada toda la montaña por el precio simbólico de un franco al año. Mandó que le construyeran siete cuevas desde las que contemplaba el atardecer en el glaciar de Ossoue y daba fiestas para sus amigos a más de 3.000 metros de altura. Los refugios se abrieron más o menos a ras de hielo para entrar caminando sin dificultades, pero cualquiera que lo intente hoy en día tendrá que trepar una pared de roca de varios metros. Es una de las pruebas más pintorescas de un fenómeno global: el retroceso de los glaciares de alta montaña.

De los Andes a los Alpes, del Himalaya a la Antártida, la inmensa mayoría de los glaciares de la Tierra se derriten a una velocidad sin precedentes desde que hay registros, un fenómeno relacionado con el cambio climático. El proceso es especialmente intenso en los Pirineos, donde el problema ya no es tanto el retroceso de los hielos, sino su extinción. Treinta y tres de los 52 glaciares que había en 1850 han desaparecido, la mayoría de ellos después de 1980. Desde la cima del Monte Perdido (3.335 metros) se divisa el cadáver más reciente: un precioso lago color turquesa que fue un pequeño glaciar hasta finales de los 90.

Ignacio López-Moreno es como un cirujano al que se le muere el paciente sin poder hacer nada para salvarlo. Hijo de un informático y un ama de casa, este geógrafo zaragozano es el único entre siete hermanos que se dedica a la ciencia. Desde 2011 su equipo del Instituto Pirenaico de Ecología (CSIC) analiza con un detalle sin precedentes el glaciar de Monte Perdido, el más grande del Pirineo español junto al de Maladeta, y sin duda el mejor estudiado (el tercer gran glaciar pirenaico es el de Ossue que enamoró a Russell). Ninguna otra alta cordillera española alberga ya glaciares. Estos son los últimos de España.

“Estos glaciares, los más meridionales de Europa, están en unas condiciones muy límite y todo apunta a que serán los primeros en desaparecer”, explica López-Moreno. Estudiarlos es “muy importante para ver cómo se comportan en estas fases finales, hasta qué punto se acelera o se puede ralentizar, y es un ejemplo para muchas otras montañas que dentro de pocas décadas se van a enfrentar a esta situación”, resalta el investigador minutos antes de saltar a un helicóptero junto a otros científicos del IPE para realizar la campaña de este año, a la que ha asistido EL PAÍS. Llevará apenas unos minutos completar una ascensión de unas siete horas a pie, inhumana con los cientos de kilos de equipo y comida que hay que llevar al campamento.

Un glaciar es una masa de hielo que se mantiene a lo largo de todo el año y que está en continuo movimiento. El de Monte Perdido, con un kilómetro de largo y unos 500 de alto, avanza tres centímetros al día, el doble de rápido durante las horas de luz que por la noche. En las últimas décadas se ha separado en dos partes sin conexión, la superior y la inferior.

En los años 50 la zona alta del glaciar era casi plana, pero ahora tiene una pendiente cada vez más pronunciada que dificulta la acumulación de nieve, esencial para que el glaciar no pase la línea crítica en la que pierde más volumen por fusión durante primavera y verano que lo que gana en invierno. En 2011 emergió un farallón de roca caliza entre el hielo del glaciar inferior. Las piedras son como un radiador que alcanza los 15 grados al sol y aceleran la fusión del hielo. Otro enemigo es el polvo del Sáhara, que llega en grandes nubes arrastradas por el viento y tiñe la nieve de color marrón, lo que disminuye su reflectividad y aumenta la fusión. Todo esto se suma al principal enemigo de los glaciares pirenaicos, el aumento de la temperatura.

“La temperatura media ha subido 1,5 grados. Para mucha gente puede parecer poco, pero cuando se habla del cambio climático a escala planetaria el incremento ha sido de 0,7 grados, por lo que el Pirineo se está calentando al doble de velocidad que el conjunto del planeta”, señala López-Moreno.

Durante las campañas de seguimiento anual, la mejor parte del día es la noche. El grupo de seis científicos se arremolina en torno a una mesa plegable donde se hace la cena en una cocina de gas. En el menú de este año: guindillas piparras salteadas y huevos fritos con torreznos. A unos 2.700 metros saben incluso mejor de lo que suena. Pero el trabajo de estos investigadores no es un camino de rosas. Cada año tienen que descolgarse por paredes de roca para reponer termómetros y estaciones meteorológicas aplastadas por la nieve, salvar fuertes desniveles con el equipo a la espalda, acampar en verano y primavera, cuando han llegado a estar a 17 bajo cero y con vientos de 100 kilómetros por hora que derribaban los muros de nieve que habían levantado para proteger la tienda de campaña. La mayoría de ellos son avezados montañeros y espeleólogos. Miguel Bartolomé, el hombre que cocina en las alturas, es el experto del IPE en cuevas heladas, donde también es patente el retroceso del hielo. El día después de regresar de Monte Perdido se fue a poner sensores térmicos en una cueva del sistema de fuentes de Escuaín. Tardó 13 horas en recorrerla junto a miembros del Centro de Espeleología de Aragón, en colaboración con la federación Aragonesa de Espeleología y el Parque Nacional de Ordesa.

La medida más detallada del retroceso del glaciar la aporta el escáner láser terrestre, una máquina que lanza más de un millón de puntos de luz al glaciar y construye un mapa topográfico con una resolución centimétrica. “Este es el glaciar del mundo que más se ha estudiado con esta tecnología”, explica Esteban Alonso-González, el miembro del equipo que se encarga del escaneo cada año. “Nosotros tenemos una serie ininterrumpida desde 2011, y con varias campañas también en primavera para medir también los máximos de acumulación de nieve”, detalla. Después de 2017, que fue el peor año de la serie, este ha habido muy poca pérdida o alguna ganancia, pero la tendencia general es de declive. Los datos muestran que el glaciar ha perdido de media cinco metros de grosor, aunque hay puntos en que son 14 metros menos. En general el Monte Perdido retrocede un metro al año. Esto se suma a las medidas anteriores usando otras técnicas, que muestran una pérdida global de unos 50 metros entre 1980 y 2010.

“Si asumimos que continúa pasando lo de los últimos años, en 20 o 30 años una gran parte desaparecerá completamente. Solo sobrevivirá la zona de hielo vivo, más protegido y con más nieve en la parte alta, que podría perdurar alguna década más”, explica López-Moreno. Será una lenta agonía, pues se estima que en sus últimos años el retroceso del hielo se ralentizará.

La desaparición del glaciar no supondrá una tragedia a nivel ambiental ni hidrológico. Se estima que el grosor del hielo es de unos 30 metros, con lo que en total atesora unos ocho hectómetros cúbicos, equivalente a un embalse pequeño. Desaparecerán los microbios y otras especies que viven en el hielo, pero aparecerán otras en los lagos resultantes, explica López-Moreno. La vida seguirá adelante, aunque para las próximas generaciones la única forma de ver un glaciar en España sea en fotos.

LA CONTAMINACIÓN MUNDIAL GRABADA EN UN LAGO

Blas Valero navega por el cadáver de un glaciar que desapareció hace 14.000 años. Su fusión dio lugar al lago de Marboré, el más alto de los Pirineos, a 2.590 metros de altitud y también uno de los más interesantes para resolver importantes preguntas sobre el glaciar de Monte Perdido que está enfrente. Ha habido dos etapas históricas en las que las temperaturas eran muy parecidas a las actuales, una en la época romana y otra durante el Óptimo Climático Medieval entre los siglos X y XIV. Los registros de temperaturas en alta montaña son escasos. El equipo del IPE solo tiene mediciones de altura desde 2013, registro de temperaturas del refugio de Góriz de desde 1981; y las del observatorio Midi de Bigorre (Francia) a 2.877 metros, con datos de precipitación y temperatura desde 1903. El equipo de Valero intenta reconstruir el clima pasado gracias a los sedimentos del fondo del lago, donde siete metros de sucesivas capas permiten remontarse unos 13.000 años atrás. Las dataciones preliminares de la geóloga del IPE Ana Moreno apuntan a que el glaciar existía hace 2000 años, en época romana, con lo cual el hielo más antiguo del glaciar debería ser incluso más viejo. La actividad humana es patente en los sedimentos del Marboré, según detalla Valero. En los sedimentos “vemos la cantidad de metales pesados, plomo y mercurio, que proviene de la minería local, y sobre todo a escala global. Hay un pico enorme de la primera globalización del hemisferio norte durante la época romana. Ese pico de la minería romana se observa en todo el pirineo en un gran aumento de la cantidad de plomo que a través del transporte atmosférico llegó hasta aquí. Después desciende, aumenta un poquito durante la época medieval y luego aumenta a partir del siglo XIX con la revolución industrial. Comienza a disminuir un a partir de los 80, cuando se empiezan a utilizar gasolinas sin plomo, pero no baja hasta el nivel previo a la época romana. El impacto de lo que hacemos aparece en un sitio tan prístino y tan remoto como este”.

La diputación de huesca prepara la campaña de esquí para escolares

La Diputación Provincial de Huesca (DPH) ha comenzado a preparar la próxima campaña de esquí escolar con el objetivo de seguir integrando la nieve en el calendario educativo.

Según informó la institución supramunicipal en una nota de prensa, esta actividad está dirigida al alumnado de todos los centros educativos altoaragoneses con edades de 10 a 18 años, y se desarrollará entre el 13 de enero y el 12 de abril del 2019.

Para desarrollar esta campaña, la Diputación de Huesca mantiene la partida de 190.000 euros, tras el incremento del año pasado que permite a los centros rebajar en 100 euros el precio final por niño.

Los participantes reciben clases de esquí, lo que les permite bien iniciarse en este deporte o perfeccionar su técnica, y otra serie de actividades que ofrece un recurso como la nieve en la provincia.

Después de las reuniones mantenidas con las comarcas, ayuntamientos, albergues y estaciones, la convocatoria está próxima a publicarse a partir de la que los colegios pueden inscribirse. Al igual que el año pasado, la tendrán que realizar de forma electrónica, desde la página web de la Diputación de Huesca.

Allí estará disponible el formulario de inscripción, los pasos a seguir y las bases de participación en la convocatoria, ya que solo se podrá realizar vía telemática y para lo cual es necesario contar con un certificado electrónico.

Tras las novedades de los últimos años que permitieron ampliar la campaña de esquí en todos los valles pirenaicos y la incorporación de una nueva modalidad para los estudiantes que viven en el entorno de las pistas y disfrutan de la experiencia sin pernoctar en los albergues, los datos de participación han aumentado hasta unos 3.200 escolares.

«Se trata de un balance récord que habla de la buena salud de esta campaña por la que ya han pasado varias generaciones de jóvenes», destaca la Diputación Provincial.

Astún abre la puerta a la paz con aramón

“Este acuerdo es un primer paso y a partir de ahora las cosas van a ser diferentes”. De esta forma se expresaba el director general de Astún, Jesús Santacruz, en el acto de presentación del abono de temporada Skiu Pirineos con todas las estaciones del Pirineo aragonés. Preguntado por las denuncias que interpuso Astún a Aramón por competencia desleal, Santacruz, explicaba que “la mejor prueba de que ya no hay problemas es que estamos hoy aquí dándonos la mano.”

Hablaba de que el sector puede progresar si trabaja de forma unida, “no como hasta ahora”, puntualizaba. Por ello considera que se abre un “futuro prometedor.”

La nieve aragonesa se une ofertando el abono de temporada más grande de españa

RADIO HUESCA

La nieve aragonesa se une ofertando el abono de temporada más grande de España

Ski Pirineos permitirá esquiar en los 390 km de Aramón Formigal-Panticosa, Cerler, Candanchú, Astún y Teruel. Desaparecen los abonos de cada estación

Un único abono y 390 kilómetros de pistas. Esta es la nueva oferta que se presentaba este miércoles en la capital aragonesa con la presencia de los reponsables de todas las estaciones junto al presidente del Gobierno de Aragón. Ski Pirineos llega al mercado como el abono de temporada más grande de España. De esta forma se unen el grupo Aramón, Astún y Candanchú “para ofrecer un producto con el que liderar el mercado nacional del esquí.”

Todos los responsables celebraban esta unión, al igual que el presidente Javier Lambán, que calificaba este acuerdo comercial como un paso más hacia “el objetivo de la unión física” de los centros invernales.

Este forfait conjunto se ofrece en formato de abono de temporada y por un precio de 683 euros si se adquiere antes del próximo 5 de noviembre. Después de esta fecha el precio se incrementa un 25%. Ya está a la venta en las oficinas y web de las diferentes estaciones y también se ofrecen otros descuentos para veteranos o esquiadores entre semana.

Antonio Gericó, director general de Aramón, hablaba de un día para celebra por un doble motivo. Por un lado es la mejor oferta para un esquiador frecuente de temporada y también es un día histórico de toda la nieve aragonesa unida que nos abre un camino esperanzador para convertir la nieve aragonesa en líder.

Por parte de Candanchú estaba presente Fernando de Yarza, presidente del Consejo de Administración. Fernando Montón, su consejero delegado, explicaba que este acuerdo da un “paso de gigante hacia retos mucho más importantes que tenemos que conseguir en Aragón para posicionar nuestro sector de la nieve.”

Jesús Santacruz, director general de Eivasa, propietaria de Astún, hablaba también de un día histórico y mostraba su satisfacción por el trabajo de forma conjunta, “no como hasta ahora”, puntualizaba.

El presidente de Aragón, Javier Lambán, cree que este es un primer paso para el objetivo final de la unión física de estaciones, un objetivo, explicaba, que se tiene que producir con el “consenso de la zona” y “todas las garantías medioambientales”.

El pase permitirá a los ‘fans’ esquiar indistintamente en Astún, Candanchú, Cerler y Formigal-Panticosa en el Pirineo, o en Javalambre y Valdelinares en la sierra de Teruel. Con descuentos del 25% por compra anticipada, ofertas especiales para familias o quienes esquían solo entre semana, el abono que permite esquiar en las seis estaciones de esquí aragonesas se acaba de poner a la venta.

Ski Pirineos nació la pasada temporada de la mano del grupo Aramón y Candanchú. Con la incorporación de Astún y la posibilidad de que sus usuarios esquíen también en Teruel, consigue aunar a toda la nieve de Aragón. Esta colaboración, explican, “es solo la primera de otras que llegarán a lo largo de la temporada de esquí.”

Este forfait de temporada es único. Y es que no habrá abono de cada una de las estaciones “evitando restar protagonismo a Ski Pirineos y apostando con rotundidad por la nieve aragonesa”.

Descuentos del 25% hasta el 5 de noviembre

En total, Ski Pirineos ofrece 390 kilómetros disponibles en un pase que, en venta anticipada, puede adquirirse por 683€. Y es que hasta el día 5 de noviembre incluido, los esquiadores podrán adquirir el forfait de temporada de la nieve aragonesa con un 25% de descuento sobre el precio de salida.

Asimismo, para potenciar el deporte del esquí entre las familias, Ski Pirineos ofrece la posibilidad de sumar un 5% más de descuento a las familias de más de cuatro miembros. No es la única oferta que encontrarán quienes quieran calzarse las tablas y disfrutar de toda la nieve aragonesa. También hay precios especiales para aquellos que solo disfrutan del esquí entre semana pudiendo conseguir el abono más grande de la temporada por solo 439 euros.

La pasión por el esquí no decae con el paso de los años. Y pensando en ellos, en aquellos aficionados que suman unos cuantos años a sus espaldas, también hay promociones especiales para que estos ‘superveteranos’ sigan disfrutando de su deporte favorito por solo 75 euros y con la posibilidad de recorrer los 390 kilómetros de pistas que aúna la nieve de Aragón.

Los aficionados al esquí podrán adquirir las tarjetas bien en las oficinas de las estaciones bien online a través de las páginas web de cada una de las estaciones de esquí. Ski Pirineos ofrece la posibilidad de fraccionar el pago en seis mensualidades de 98 euros.

El grupo Aramón, Astún y Candanchú lanzan también el Season Pass Club ligado al abono Ski Pirineos. Todo aquel que compre el forfait de temporada puede sumarse a estas ventajas por 69 euros más. Entre otras, habrá tres forfaits de día para invitar a amigos o cuatro pases de día de superdebutantes. Además tendrán acceso a material de alta calidad en los alquileres de los centros dos días durante la temporada.

Desde 289 euros en Teruel

Las estaciones turolenses, por sus singulares características (tamaño y pistas más adecuadas para principiantes), serán las únicas que mantengan un abono de temporada exclusivo para sus centros, forfait que permitirá esquiar a sus aficionados por 289 € toda la temporada.

Este abono les dará acceso a Javalambre y Valdelinares, 30 kilómetros de pistas en la sierra turolense, y podrá adquirirse hasta el 5 de noviembre con este descuento por venta anticipada.


EL PERIODICO DE ARAGON

Nace el forfait único aragonés

El bono sale por 910 euros, 683 en venta anticipada, y solo las de Teruel tendrán tíquet propio. El abono Ski Pirineos agrupa los 390 kilómetros de pistas de Aramón, Candanchú y Astún

Las siete estaciones de esquí aragonesas se unirán por primera vez esta temporada para ofrecer un abono conjunto, Ski Pirineos, para el que será el dominio esquiable más grande de España, con 390 kilómetros de pistas. Lo harán a un precio de 910 euros para toda la temporada, a los que se pueden aplicar diversos descuentos, como el 25% por reserva anticipada que, hasta el próximo 5 de noviembre, lo deja en 683 euros.

Con este forfait Ski Pirineos, las estaciones de Cerler, Formigal-Panticosa, Javalambre y Valdelinares, del grupo Aramón, presentado ayer, forjan una alianza de dos años, prorrogables, con Candanchú (con la que ya lo tenían el año pasado) y Astún, que pretende ser el germen de un futuro proyecto de unión de estaciones. Así lo apuntaron los gestores de todas las estaciones, y así lo ratificó también el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, en el acto de presentación.

Este destacó el «importante paso» que se da con este acuerdo, gracias a la colaboración público-privada, para «poner a Aragón a la cabeza del sector de la nieve en España y en camino de aspirar al liderazgo en el ámbito europeo».

Infraestructuras

Para ello, apuntó el presidente, haría falta también que culminaran las obras de infraestructuras de acceso al Pirineo y lograr la unión física de estaciones. Al respecto, se mostró convencido de que los «sarpullidos» que ese proyecto genera en algunos partidos y sectores sociales encontrarán «el tratamiento adecuado, se atenuarán, se eliminarán» si se aseguran grandes consensos, posibilidades financieras y la sostenibilidad.

El proyecto de unión de estaciones fue declarado de interés general para Aragón la pasada legislatura, pero en estos tres años de Gobierno PSOE-CHA (no muy bien avenidos precisamente al respecto de estos macroproyectos pirenaicos) se ha postergado por falta de fondos. Para Lambán, en futuros mandatos se tendrá que intentar «por todos los medios».

Con el acuerdo suscrito ayer por la sociedad Aramón (formada al 50% por el Gobierno de Aragón e Ibercaja) y las sociedades de Astún y Candanchú, los esquiadores tendrán a su alcance un abono para todas las estaciones del Pirineo aragonés y las turolenses de Javalambre y Valdelinares. Estas, no exactamente abarcadas por el nombre, serán las únicas que ofrecerán un abono complementario para esquiar solo en ambos centros invernales. El resto eliminarán sus abonos de temporada para no «restar protagonismo» al nuevo producto.

Para el presidente de Astún, Jesús Santacruz, este acuerdo les aboca a trabajar juntos en el futuro, ya que según considera es el camino que debe de recorrer el sector para crecer y desarrollarse ante la competencia en la nieve de Cataluña, Andorra o el Pirineo francés.

Mejores infraestructuras

En ese sentido, el presidente de Candanchú, Fernando Yarza, reclamó al presidente de Aragón que logre la finalización de las autovías de acceso al Pirineo para que los esquiadores se desplacen también a la comunidad entre semana. El consejero delegado de la estación, Fernando Montón, confió en que el acuerdo sea «el primer paso para acuerdos más importantes».

Por su parte, la presidenta de Aramón y consejera de Economía del Gobierno de Aragón, Marta Gastón, consideró que este paso representa «un antes y un después» para las estaciones aragonesas como referente en España a «un precio competitivo». Al básico de 910 euros se le pueden aplicar el citado prontopago, un 5% de rebaja más para las familias de más de cuatro miembros, o por 439 euros para esquiar solo entre semana. El abono, que también se puede financiar por 98 euros al mes, se puso a la venta ayer junto con el exclusivo para las estaciones turolenses, que tendrá un precio de 289 euros, para quienes quieran limitarse a la mayor facilidad y menor extensión de estas estaciones.

El abono Ski Pirineos nació la pasada temporada de la mano del grupo Aramón y Candanchú y con la incorporación de Astún y la posibilidad de que sus usuarios esquíen también en Teruel, consigue aunar a toda la nieve de Aragón.

La telecabina de la expo servirá para llevar esquiadores en italia e israel

El desmontaje de la telecabina se alargará hasta finales de año. El desmontaje de la telecabina se alargará hasta finales de año.Oliver Duch

La telecabina instalada por Aramón para unir La Almozara y el recinto de la Expo acabará transportando esquiadores a miles de kilómetros tras el fiasco millonario que supuso su explotación como recurso turístico en la capital aragonesa. El grupo aragonés de la nieve ha vendido la instalación a la compañía que la fabricó, Leitner, hace más de una década y esta empresa a su vez la ha revendido por piezas a estaciones de esquí de Italia y de Israel.

Aramón quiso contribuir a la Muestra Internacional con la compra y montaje de un sistema de comunicación por cable sobre el río Ebro, para lo que se gastó más de 11 millones de euros. Tras el fracaso en su explotación, con pérdidas millonarias, optó por cerrar al público la telecabina a principios de 2011 y plantear al Ayuntamiento su desmontaje. Un fracaso para un sistema de transporte que debería haber funcionado un cuarto de siglo.

La instalación pertenecía a una unión temporal de empresas (UTE) formada por Aramón y la propia empresa que la fabricó, Leitner, una de las dos que existen en Europa dedicadas a la construcción de telecabinas. Según las explicaciones dadas en su día, el grupo aragonés de la nieve –participado a partes iguales por la DGA e Ibercaja– iba a asumir el coste de la explotación por 5,5 millones de euros y Leitner la construcción, por otros 5,5 millones.

Desde Aramón no han querido facilitar ningún tipo de información sobre el destino de la telecabina ni sobre las condiciones de su venta, aprobada por el consejo de administración el pasado mes de julio, con el argumento de que está sujeto a un contrato de confidencialidad por expreso deseo de Leitner. Y desde la compañía italiana remiten al ‘holding’ de la nieve.

Precio muy inferior a 1,1 millones

Fuentes conocedoras de la operación aseguraron a este diario que el precio convenido es muy inferior al que se llegó a barajar cuando Aramón estudió hace tres años vender la telecabina a la estación andorrana de Grandvalira por 1,15 millones.

La única información oficial es que el desmontaje, que comenzó el mes pasado, se alargará hasta finales de año. Y no resultará económico, dado que el presupuesto de ejecución material asciende a 285.255 euros, según la documentación remitida al Ayuntamiento de Zaragoza para la obtención de la preceptiva licencia.

Fuentes internas de ambas empresas admitieron a este diario que la telecabina, en pleno desmontaje, se ha revendido por piezas a estaciones de esquí de Italia y de Israel, aunque todo el material será previamente revisado en la central que tiene Leitner en Vipiteno. «Se va a poder reutilizar la mayor parte de la telecabina de Zaragoza, en torno al 90%, ya que solo habrá que desechar piezas muy específicas», señalaron.

El más de medio centenar de cabinas que se descolgaron del cable hace tres años se acaban de enviar a la planta de Leitner en el Tirol para su examen antes de ser embarcadas hacia Israel. Allí prestarán servicio en la estación de esquí del monte Hermón, en los altos del Golán.

Mientras tanto, avanzan las obras de desmantelamiento de la telecabina en Zaragoza, sujetas al proyecto que se redactó a finales del año pasado y a la licencia municipal, concedida el pasado 22 de junio. Los trabajos comenzaron en septiembre con la retirada de los 2.000 metros de cable suspendido, que está acopiado en una zona acotada del meandro de Ranillas, al igual a las pilonas que se van desmontando a modo de mecano a la espera de su traslado. Para ello, se está utilizado una grúa de gran tonelaje de la empresa zaragozana El Portillo, ya que cada uno de los fustes pesa entre 15 y 30 toneladas.

La segunda más grande de todas, de 41 metros de altura y situada en la ribera de La Almozara, junto al Pabellón Puente, se retiró el pasado viernes.

Despejar Ranillas para el Pilar

Los operarios de Leitner desplazados a Zaragoza centrarán esta semana los trabajos en la margen izquierda con el objetivo de despejar la zona de la Expo para las fiestas del Pilar, que empiezan el sábado. De las diez pilonas que conformaban la telecabina, cinco se colocaron en Ranillas. De esas, dos se han desmantelado y faltan tres, que desaparecerán en los próximos días, uniéndose a la que también se ha retirado en el lado de La Almozara.

Al mismo tiempo, se trabaja en la demolición de los encepados de hormigón que sustentaban los fustes metálicos. Esta tarea comenzó la semana pasada junto a la actual sede de Educación, en el complejo de oficinas de la Expo. Solo la ejecución material se elevará a 35.500 euros.

Según la licencia, se eliminarán las cimentaciones hasta una profundidad de entre 20 y 30 centímetros. Con posterioridad se repondrán los huecos con baldosas, césped u hormigón en función del emplazamiento de cada una de ellas.

El presupuesto inicial superaba los 400.000 euros, pero Aramón y Leitner lo rebajaron al mantener las dos estaciones situadas en los extremos de la telecabina, junto al edificio de Etopia y la Torre del Agua.

Un abono único para las cinco estaciones de esquí alpino del pirineo aragonés

Tras años de litigios, desavenencias y desencuentros, el sector de la nieve del Pirineo aragonés ha logrado cuajar una unión comercial que permitirá ofrecer a los usuarios un dominio esquiable de 350 kilómetros, que es lo que suman las estaciones de Formigal-Pantiosa (180), Cerler (77), Astún (50) y Candanchú (50).

Un abono único para las cinco estaciones de esquí alpino del Pirineo aragonésHan sido varios meses de encuentros y negociaciones con el objetivo de superar las diferencias históricas y aliarse para poder competir con los grandes dominios esquiables europeos. El acuerdo podría significar el final del litigio entre Astún-Eivasa y el grupo Aramón, cuyo accionariado se reparten al 50% Ibercaja y el Gobierno de Aragón. Astún presentó una demanda por competencia desleal contra el holding al considerar que las ayudas públicas vulneraban la normativa europea.

Eivasa perdió en primera instancia pero recurrió y presentó una queja ante la Comisión Europea por entender que las ampliaciones de capital de Aramon falseaban la competencia.

La unión comercial es el primer paso que el Gobierno de Aragón consideraba indispensable para avanzar en la futura unión física de las estaciones del valle de Canfranc y Formigal, en el valle de Tena, a través de un enlace por cable por Canal Roya. En 2015, el Gobierno de Aragón PP-PAR declaró el interés general del proyecto para poder acortar los plazos de tramitación, pero las desavenencias entre los socios del Gobierno actual, PSOE y CHA, han frenado el proyecto.

En cualquier caso, la noticia del abono único es un gran aldabonazo para el sector del turismo de nieve en el Pirineo aragonés, que por primera vez tiene una de la ofertas más atractivas que se pueden encontrar hoy en Europa.

Lambán aboga por la unión comercial, y luego física, de las estaciones esquí

El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, ha anunciado este martes la unión comercial de todas las estaciones de esquí del Pirineo aragonés, un «hito» en este «importantísimo» subsector turístico que hay que reforzar «aún más» con la unión física.

Una unión que, según ha dicho el presidente durante su discurso en la primera sesión del debate sobre el estado de la Comunidad, deberá realizarse «siempre a partir de grandes acuerdos» y «asegurando por encima de todo la sostenibilidad».

También ha hablado de tres líneas de trabajo fundamentales que el Gobierno de Aragón va a impulsar en relación con la logística, un área económica prioritaria para el Ejecutivo.

La primera, la ampliación de la Plataforma Logística de Zaragoza, «verdadero motor» de Aragón, y de la plataforma de Fraga, y la segunda rematar la operación de la Terminal Multimodal Multifuncional y el puerto seco de Caspe.

Además de implantar la tecnología «blockchain» en la logística, para reforzar la capacidad de atracción del sector.

En el campo de las energías renovables, Lambán ha apostado por la interconexión eléctrica con Francia, «acordada y respetuosa con el medio ambiente», para poder extraer todo el rendimiento en riqueza y empleo de los proyectos eólicos y solares en marcha.

Los empresarios del valle del aragón esperan que la unión comercial de nieve sea sólo el principio

La oferta de un abono de temporada conjunto para todas las estaciones de alpino del Pirineo aragonés ha sido muy bien recibida por la Asociación de Empresarios del Valle del Aragón (ATVA). Luis Terrén, su presidente, lo considera una gran noticia para el valle y para el sector de la nieve en Aragón, pero pone el acento en el futuro. “Esto sólo tiene que ser el principio”, porque “faltan muchos pasos”, dice, porque a su juicio “la unión física de las estaciones es lo que realmente dará un potencial a la zona.”

La unión de tres empresas diferentes en un mismo producto permite ser más competitivos de cara a la oferta española y de Andorra, explica. “Ganamos todos”, pero insiste en que hay que seguir trabajando. “Este paso se tendría que haber tomado hace 10 años pero vamos a ser positivos porque la unión de este dominio va a llegar más lejos. Tenemos que atraer a la gente con la marca “Pirineo aragonés”. Cree que esta unión comercial también obliga a cada estación a mejorar su oferta y empuja a que todos “se pongan las pilas”.

El verano ha sido muy positivo, dice, y las ocupaciones se han mantenido en un momento de regresión en otras zonas. También queda unión comercial en la oferta no sólo de invierno, sino de todo el año, añade.

La nieve está desapareciendo en suiza, incluyendo en los alpes

La nieve está desapareciendo en Suiza, país tradicionalmente identificado por sus campos y macizos nevados que han atraído a generaciones de esquiadores, excursionistas y aficionados a deportes de aventura, según ha constado un equipo de científicos de la Universidad de Ginebra.

Los resultados de un estudio publicado hoy indican que las zonas donde nieva poco o prácticamente nada han representado el 44 % del territorio de Suiza en el periodo 2005-2007, frente al 36 % entre 1995 y 2005.

Esa diferencia implica un aumento de 5.200 kilómetros cuadrados donde se puede afirmar que ya nieva muy raramente, un resultado que está más allá de cualquier margen de error, indica la investigación, en la que ha colaborado el Programa de la ONU para el Medio Ambiente.

Igualmente preocupa que la nieve no solo está en proceso de desaparición a baja altitud, sino que también es cada vez más escasa a elevada altitud.

Las zonas llamadas de «nieve eterna», donde la probabilidad de caída de nieve está entre el 80 y el 100 %, cubría el 27 % del territorio de Suiza en la década 1995-2005, pero recientemente solo cubría un 23 %, lo que implica una pérdida de 2.100 kilómetros cuadrados.

«De manera general observamos que las condiciones de poca nieve que prevalece en el llano ganan cada vez más terreno», comentó el investigador del Instituto de Ciencias del Medio Ambiente de la Universidad de Ginebra, Grégory Giuliani, que participó en este trabajo.

Los resultados obtenidos se basan en el análisis preliminar de 22 años de datos satelitales que cubren todo el territorio de Suiza.

«Hemos almacenado el equivalente a 6.500 imágenes que cubren 34 años, lo que ha sido posible gracias a una política de datos abiertos», explicó el experto. Sostuvo que si estas informaciones hubiesen sido puestas en el mercado y comercializadas, su valor hubiese podido superar los cinco millones de euros.

«Considerando que un píxel de cada imagen corresponde a la observación de diez metros sobre diez, disponemos actualmente de 110.000 millones de observaciones, lo que es una riqueza inestimable para la comunidad científica», recalcó Giuliani.

En un comunicado, la Universidad de Ginebra indicó que estos datos son de libre acceso en el sitio swissdatacube.org, que cuenta con un visualizador integrado que hace posible comparar los datos de zonas específicas de Suiza en distintas épocas.

La reserva de la biosfera de ordesa y viñamala abre nueva etapa adscrita al gobierno de aragón

RADIO HUESCA

La Reserva de la Biosfera de Ordesa y Viñamala abre nueva etapa adscrita al Gobierno de Aragón

La directora general de Sostenibilidad, Pilar Gómez, será la nueva presidenta del Consorcio

El Centro de Visitantes del Parque Nacional de Ordesa en Torla ha acogido la undécima reunión del Consejo Rector de la Reserva Biosfera Ordesa Viñamala, con la asistencia de Carmen Muro, alcaldesa de Broto, y presidenta del Consorcio hasta la fecha; la directora general de Sostenibilidad del Gobierno de Aragón, Pilar Gómez; el Jefe de Servicio de Espacios Naturales, Jesus A. Insausti; el director del Parque Nacional, Manuel Montes; el gerente de la reserva, Sergio García; así como representantes del resto de ayuntamientos que forman parte del Consorcio, además de un representante de la Secretaria del Programa MaB en España del Ministerio de Agricultura, Alimentación, Pesca y Medio Ambiente y Jose Manuel Nicolau como representante de Aragón en el Consejo Científico de Reservas de la Biosfera.

La reunión servía para analizar los nuevos estatutos que regirán el Consorcio de la Reserva Biosfera y que fueron publicados recientemente en el BOA del 7 de agosto de 2018. Lo que supone que el Consorcio pasa a estar adscrito como entidad pública al Gobierno de Aragón con la designación de los nuevos cargos que establecen los estatutos.

La reunión sirvió también para analizar el estado de las actuaciones de este año, donde se ha comenzado a trabajar en varios proyectos Poctefa, como el Dusal y el Faunapyr, además de los diferentes proyectos de cooperación que se lideran desde la Reserva Biosfera, especialmente con el sector ganadero para desbroces y vallados virtuales. Igualmente se mencionó el trabajo de dos proyectos de cooperación suprautonómicos sobre viñedos de altura y colmenas de abejas con desarrollo tecnológico, que se espera sean aprobados antes de final de año.

Además, se presentaron las empresas que se han adherido al sello de la Marca Reserva Biosfera Ordesa Viñamala. Son 17 empresas (hoteles, restaurantes, productores agroalimentarios, turismo activo) a las cuales se les entregará la acreditación en un acto que se celebrara el próximo mes de noviembre, y con las cuales se va a comenzar a trabajar para mejorar y apoyar su visibilidad y comercialización.

Finalmente, se aprobó una propuesta de presupuesto para el año 2019, donde se incluyen las actuaciones previstas en los proyectos europeos, la divulgación y promoción de la marca Reserva de la Biosfera y otra serie de actuaciones previstas que están incluidas en el Plan de Acción de la Reserva Biosfera, alcanzando una inversión prevista de 81.000 euros.


DIARIO DEL ALTOARAGON

La Reserva de la Biosfera de Ordesa inicia su nueva etapa adscrita al Gobierno de Aragón

Para el próximo año 2019 está prevista una inversión de 81.000 euros para la promoción de la marca

El Centro de Visitantes del Parque Nacional de Ordesa en Torla ha acogido este miércoles la undécima reunión del Consejo Rector de la Reserva de la Biosfera Ordesa Viñamala, en la que se han analizado los nuevos estatutos de la entidad, publicados recientemente en el BOA del 7 de agosto de 2018 y que suponen que el Consorcio pasa a estar adscrito como entidad pública al Gobierno de Aragón con la designación de los nuevos cargos. La directora general de Sostenibilidad, Pilar Gómez, pasa a ser además la nueva presidenta del Consorcio

La reunión ha servido también para analizar el estado de las actuaciones de este año, donde se ha comenzado a trabajar en varios proyectos Poctefa, como el Dusal y el Faunapyr, además de los diferentes proyectos de cooperación que se lideran desde la Reserva Biosfera, especialmente con el sector ganadero para desbroces y vallados virtuales. Igualmente, se ha mencionado el trabajo de dos proyectos de cooperación suprautonómicos sobre viñedos de altura y colmenas de abejas con desarrollo tecnológico, que se espera sean aprobados antes de final de año.

Además, se han presentado las empresas que se han adherido al sello de la Marca Reserva Biosfera Ordesa Viñamala. Son 17 en total (hoteles, restaurantes, productores agroalimentarios, turismo activo) a las cuales se les entregará la acreditación en un acto que se celebrara el próximo mes de noviembre, y con las que se va a comenzar a trabajar para mejorar y apoyar su visibilidad y comercialización.

Finalmente, se ha aprobado una propuesta de presupuesto para el año 2019, donde se incluyen las actuaciones previstas en los proyectos europeos, la divulgación y promocion de la marca Reserva de la Biosfera y otra serie de actuaciones previstas que están incluidas en el Plan de Acción de la Reserva Biosfera, alcanzando una inversión prevista de 81.000 euros.

Esta cita ha contardo con la asistencia de Carmen Muro, alcaldesa de Broto, y presidenta del Consorcio hasta la fecha; la directora general de Sostenibilidad del Gobierno de Aragón, Pilar Gómez; el Jefe de Servicio de Espacios Naturales, Jesus A. Insausti; el director del Parque Nacional, Manuel Montes; el gerente de la reserva, Sergio García; así como representantes del resto de ayuntamientos que forman parte del Consorcio, además de un representante de la Secretaria del Programa MaB en España del Ministerio de Agricultura, Alimentación, Pesca y Medio Ambiente y Jose Manuel Nicolau como representante de Aragón en el Consejo Científico de Reservas de la Biosfera.


DIARIO DEL ALTOARAGON

Olona quiere aumentar el presupuesto para Ordesa porque hay carencias graves

Ha descartado, por ahora, una ampliación del parque nacional

El consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona, ha reconocido este miércoles que el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido presenta «carencias graves» por los pocos recursos con los que cuenta y ha asegurado que su voluntad es aumentar el presupuesto destinado a este espacio protegido en las cuentas del 2019.

Por ello, ante estas «insuficiencias manifiestas», Olona ha descartado, por ahora, una ampliación del parque nacional. «Antes de ampliarlo, empecemos a hacer frente a esas carencias, con presupuesto, sí, pero de dónde lo sacamos», se ha preguntado.

Olona ha comparecido este miércoles en la Comisión de Desarrollo Rural de las Cortes de Aragón, a petición de Podemos, para informar sobre las acciones realizadas con motivo de la celebración del Centenario del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.

Los grupos de la oposición han coincidido en destacar que la celebración del centenario ha sido una ocasión perdida para acometer mejoras en el parque, más allá de la labor de promoción y divulgación que se ha realizado desde el Gobierno de Aragón.

Ante estas críticas, Olona ha defendido que el objetivo principal de la celebración de este evento ha sido en todo momento la promoción de este espacio natural, algo que, a su juicio, se ha conseguido con buenos resultados, sumando a empresas colaboradoras que han aportado cerca de tres millones de euros.

Y no ha tenido reparo en reconocer, según sus propias palabras, que no ha habido un aumento del presupuesto con motivo de la efeméride. «El presupuesto es el mismo que hubo en la legislatura pasada, no puedo presumir de haberlo ampliado, aunque adelanto que mi propósito es hacerlo en el próximo», ha subrayado.

Para Olona está «insuficiencia» en los recursos económicos se remonta a años atrás, como demuestra el dato de que la dotación del Gobierno de España para todos los parques nacionales del país alcance solo los tres millones de euros.

«No estoy haciendo una crítica a ningún gobierno, esto es lo que hay», ha resaltado

Esta falta de inversión se traduce en «carencias» que, a juicio de Olona, deberían subsanarse antes de plantear una ampliación del parque, una actuación que para el consejero debería conllevar siempre una inversión que garantice el desarrollo económico y social del entorno.

No obstante, ha anunciado que la junta rectora del Parque ha asignado un presupuesto de 450.000 euros para ejecutar obras en el parque y su entorno, una cantidad que espera aumentar hasta llegar a los 600.000 euros.

Este presupuesto se destinará a trabajos de mejora y restauración en el túnel de Añisclo; el centro de interpretación de Escalona; el aparcamiento de Pineta; el suministro de luz a Revilla; el refugio de Góriz o a la carretera A-135, entre otras.

Por último, Olona ha calificado de magnífico el impacto del centenario en la opinión pública; ha instado a mejorar la gobernanza de estos espacios, al entender que el sistema de gestión actual está «desfasado», y ha defendido la ganadería extensiva como «imprescindible» para la conservación del mismo.

Por su parte, el grupo parlamentario de Podemos, que ha solicitado la comparecencia, ha defendido una ampliación de este espacio natural y ha reprochado al consejero que cierre este debate, ya que «todos los índices socioeconómicos aseguran que la declaración del parque nacional ha sido beneficiosa para la zona», ha indicado el diputado Nacho Escartín.

«El centenario es una ocasión perdida para proteger nuestro territorio. Se la pongo en bandeja para que anuncie inversiones y hechos», ha precisado.

Desde el Partido Popular (PP), el diputado Ramón Celma ha calificado de «ratería» la cantidad de 450.000 euros para ejecutar unas obras que, según ha indicado, deberían haberse terminado antes del centenario del parque, al tiempo que ha instado al Ejecutivo a reclamar más presupuesto al Gobierno central.

En la misma línea, la diputada Lucía Guillén, del PAR ha manifestado que el centenario va a pasar «sin pena ni gloria» dado el bajo nivel inversor, mientras que Jesús Sansó (Ciudadanos) ha indicado que la celebración del centenario que tuvo lugar el pasado 16 de agosto quedó «deslucida» y fue un «pelín desilusionante».

Por su parte, la diputada del Grupo Mixto Patricia Luquin (IU) ha insistido en que se ha dejado pasar una oportunidad fundamental para, no solo dar a conocer el parque nacional, sino para ejecutar inversiones que hagan del parque un motor de desarrollo para la zona.

Comienza el desmontaje de la telecabina de la expo

Los operarios ya trabajan en la retirada de los cables de la instalación

El desmontaje de la telecabina que se montó para la Expo 2008 de Zaragoza ya ha comenzado con la retirada de los cables de la instalación. De esta manera, y tras más de una década, sus torres dejarán de formar parte del paisaje de la capital aragonesa.

La infraestructura cuenta con 1.190 metros de longitud y se eleva a 50 metros de altura sobre el meandro de Ranillas, adentrándose entre el Pabellón Puente de Zaha Hadid y el palacio de Congresos de Nieto y Sobejano. De su realización se encargó la unión temporal de empresas (UTE) formada por Aramón y Leitner y contó con una inversión de casi 12 millones de euros. Durante el desarrollo de la muestra, a lo largo de 93 días, llegó a mover a cerca de un millón de personas.

Fue en el 2011 cuando dejó de funcionar, tras acumular un déficit cercano a los 4 millones de euros en los años 2009 y 2010. Tras la Expo, algunas de las críticas que suscitó la instalación surgieron de la ubicación elegida para las dos estaciones motrices, una en el barrio de La Almozara, cerca del edificio Etopia, y la otra en el aparcamiento del parque del Agua. Otras se debían al precio del viaje, de 5 euros una vez acabada la muestra (durante la Expo, la entrada incluía el trayecto).

En noviembre del 2010, la concesionaria del negocio, la UTE formada por Aramón y Telenieve, pidió al consistorio la «necesidad de reestablecer el equilibrio económico-financiero del contrato» suscrito en marzo del 2007. Con ello se planteaba o que «se otorgase una subvención» o que se «procediera a extinguir el contrato». El Gobierno de la ciudad tardó menos de dos meses en responder con que no se concedería subvención alguna. Fue en enero del 2011 cuando se dio orden para tramitar su extinción.

En mayo del 2015, la UTE formada Aramón y Telenieve tomó la decisión de descolgar las cabinas, que acabaron siendo almacenadas en las propias estaciones de la infraestructura. Durante el tiempo que ha estado la telecabina en la capital aragonesa, se han barajado muchas posibles ubicaciones. En su momento se comentó como destino la estación de Formigal. Posteriormente, otra de las candidatas para acogerla fue la turolense de Valdelinares.

Aramón-leitner venden la telecabina de zaragoza a varias empresas de fuera de españa

La UTE propietaria de esta infraestructuras saldrá de Zaragoza con destino a varios países, ya que la empresa Leitner ha sido quien a través de sus numerosos clientes en el mundo, ha realizado las gestiones. La marca LEITNER ropeways es sinónimo de telecabinas y telesillas que también fabrica máquinas pisanieve y cuenta con clientes en todo el mundo, lo que ha facilitado este modelo de venta.

Según ha conocido «Ondas Blancas» de Radio Huesca-Radio Jaca, la telecabina de la Expo se ha vendido «troceada», es decir, por «piezas» una vez que este realizado el desmontaje en los próximos meses del que se hace cargo Leitner.

El coste del desmontaje y traslado de la telecabina se cifró en su día en unos 700.000 euros que se incluye también  en el precio de la venta a las distintas empresas que han realizado compra a través de Leitner. No ha trascendido el importe de la venta debido a que ambas empresas tienen un acuerdo de confidencialidad y Aramón, tras decidir que la mejor decisión era vender, recibirá el dinero una vez ejecutada toda la operación con las empresas de Oriente Medio o Europa donde van algunas de las partes vendidas.

De esta forma, las dos empresas van a recuperar una parte importante de la inversión realizada para la Expo 2008 de Zaragoza. La inversión de la telecabina de la Expo, en todo su conjunto, incluyendo la adecuación de edificios  se situó en 11 millones de euros de los cuales ahora con la venta se recupera una parte  importante permitiendo al holding formado por Cerler, Formigal, Panticosa y Nieve de Teruel tener una inyección económica para sus balances económicos dentro de su plan financiero.

Se van a desmontar en las próximas semanas las cabinas y postes,  ya que los cables ya se recogieron hace unos años y se encuentran almacenados en los edificios de La Almozara y parque del Agua

Un déficit millonario

La telecabina de la Expo lleva sin uso desde el 19 de febrero de 2011. Instalada en Ranillas con motivo de la muestra internacional pero con vocación de continuidad –se firmó un contrato por 25 años–, estuvo funcionando dos años y ocho meses. Tenía poco más de un kilómetro de longitud, y el viaje duraba unos cinco minutos. Más allá del puro placer de sobrevolar el Ebro, apenas tenía utilidad, ya que iba «de ningún sitio a ninguna parte», como decía algún concejal del Ayuntamiento.

Cuando cerró la Expo, según un informe publicado por Heraldo, la instalación pasó a ser altamente deficitaria. Entre 2009 y 2010, generó unas pérdidas de casi cuatro millones de euros, incluidos los gastos de amortización. Como ejemplo, en 2010 se subieron 35.673 personas, cuando el plan previsto hablaba de que lo harían casi 200.000. El año anterior la usaron 55.963, cuando las estimaciones esperaban 190.000.

El grupo de la nieve reclamó parte del déficit al Ayuntamiento, pero el entonces gobierno socialista municipal decidió no apostar por el proyecto, y no destinar ni un euro al déficit de esta infraestructura. Así, el contrato de explotación se rompió, y Aramón obtuvo inmediatamente el permiso para desmantelar y reubicar la telecabina en otro lugar.

Sin embargo, la estructura se quedó varada entre una margen y la otra del Ebro. Mientras Aramón sopesaba qué hacer, la telecabina se convertía en un elemento de la ciudad puramente decorativo.

¿regular la subida al aneto?

Paso de Mahoma (Aneto Seguro)Según la web Aneto Seguro (campaña que desarrolla la Federación Aragonesa de Montaña con la colaboración del Gobierno de Aragón,  la Asociación de Guías del Valle de Benasque y la Asociación Turística Valle de Benasque), un día de máxima afluencia en pleno agosto puede haber en torno a 250 personas intentando hacer cima en la montaña más alta de los Pirineos (3.404m.)

El tapón se forma en el conocido paso de Mahoma, donde un día primeros de julio pueden generarse esperas de más de media hora. Pero para el alcalde de Benasque y los guías del valle, el problema más grave no es la masificación, sino “el comportamiento de montañeros que no respetan unas reglas mínimas. Hay mucha gente que no ha hecho un tres mil en su vida, pero que intenta el Aneto aunque no sea montañera”.

“Yo me he encontrado con una persona en zapatillas en medio del glaciar. No digo que haya que cobrar como hacen en el Everest, pero habrá que regularlo, igual que se hace con otras actividades, porque se acumula demasiada gente en la cima del Aneto”, declaraba Ignacio Abadías a Heraldo de Aragón la semana pasada.

Cuestionado al respecto, el presidente de la Federación Aragonesa de Montaña, Luis Masgrau, no se mostraba partidario de restringir el acceso al Aneto “porque no se le pueden poner puertas al monte” y apuntaba al Observatorio de la Montaña, el órgano que verá la luz el próximo mes de septiembre y en el que estarán representados todos los agentes sociales implicados en la seguridad en la montaña, como el foro más adecuado para debatir estas cuestiones.

Masgrau reconocía que es “absurdo que alguien elija el Aneto para hacer su primer tresmil. Hay personas que no llevan crampones o piolet, o si los llevan no los saben usar. Es necesario extender la cultura de montaña” en lugar de pensar en cupos o restricciones.

En el mismo sentido se manifestaba el presidente de la asociación turística del valle de Benasque, José María Ciria, que se preguntaba “quién regularía y cómo lo haría”. Para Ciria, que se mostraba partidario “de poner orden”, es una cuestión “de educación y concienciación, más que de prohibiciones”.

El debate se generó a través de Heraldo de Aragón a raíz de unas declaraciones del alcalde de Saint Gervais les Bains, la localidad francesa donde se inicia la ascensión al Mont Blanc, indignado por el comportamiento de algunos montañeros “que no respetan unas reglas mínimas”.

Los excursionistas invaden las montañas más icónicas

La banalización de la montaña comporta problemas tanto en el Everest como en cimas infinitamente más modestas pero que no están al alcance de cualquiera. Todo el mundo se atreve con los destinos más icónicos alimentando los problemas de masificación en días punta, la destrucción del medio ambiente y, en el peor de los casos, los accidentes, de mayor o menor gravedad. El Pedraforca, de 2.506 metros, está en el punto de mira de los Bombers de la Generalitat y del parque natural del Cadí-Moixeró al ser una de las cumbres más solicitadas, tanto por excursionistas o escaladores curtidos como por domingueros que se agobian al tener que trepar por el Coll del Verdet y bajar por la Tartera. Dos enclaves en los que se han registrado víctimas mortales en los últimos años.

Su fácil acceso desde el área metropolitana de Barcelona anima a coronarlo. Evitar en lo posible la Tartera, un frágil pedregal que se extiende por una pendiente de poco más de un kilómetro, es uno de los retos que se marcó el parque natural cuando en el 2016 habilitó un camino alternativo. El problema es que este itinerario, que discurre al lado de la Tartera, sufre desperfectos periódicamente y requiere de reparaciones que este año todavía no se han acometido. “Debido a la gran inestabilidad del terreno, el sendero necesita mantenimiento”, apunta Joan Casòliva, geólogo del parque natural y montañero. Pero esta temporada, la reconstrucción se realizará tarde, los trabajos no se prevén iniciar hasta principios de septiembre.

La alternativa a la ‘Tartera’
El camino que evita el pedregal del Pedraforca es utilizado por la mayoría de senderistas

Aun así, Casòliva estima que actualmente la gran mayoría de senderistas utilizan el camino y que sólo un 15% sigue bajando por el pedregal contribuyendo de esta manera a la erosión y destrucción de este frágil hábitat. “De momento, no hemos prohibido el paso por la Tartera, aunque no lo descartamos en un futuro”, cuenta Gasòliva mientras desciende por el sendero con algunos tramos incómodos y resbaladizos que piden a gritos una mejora.

El otro punto que precisa atención si se asciende por la ruta clásica (refugio de Estasen-Coll del Verdet-cima del Pollegó Superior-Enforcadura-Tartera-Estasen) es el Coll del Verdet. Una vez allí no son pocos los que maldicen el momento en que decidieron tutear al Pedraforca.

La Vanguardia fue testigo la semana pasada de cómo una deficiente preparación física provoca situaciones comprometidas, aunque en este caso no hubo que lamentar desgracias. Tres amigos, uno de ellos de 67 años y con sobrepeso, sufría lo indecible en el Verdet. Mejor dicho, en el Verdet y a lo largo de todo el recorrido. Josep, de 62 años, y su hijo se armaron de paciencia para esperar y ayudar a su compañero. Salieron a las ocho de la mañana de la pista cerca del refugio de Estasen donde aparcaron el coche y hasta trece horas después no regresaban al punto de partida. En condiciones normales esta excursión se prolonga de cinco a seis horas, en función de las paradas y del ritmo.

Durante el 2018
Hasta el viernes, los bomberos realizaron 18 rescates en esta montaña

La lluvia les pilló en la bajada lo que pro vocó un par de caídas al veterano del grupo. Este caso ilustra a la perfección lo que no debe hacerse en el monte. Josep explicaba que ellos no son unos novatos, que han subido otras veces el Pedraforca, pero que en esta ocasión su amigo no estaba preparado para el reto.

Desgraciadamente, el Pedraforca o los Pirineos atesoran demasiados ejemplos de una conducta negligente, de imprudencias que se saldan con un rescate o en males mayores. Desde enero y hasta el viernes por la mañana, los Bombers de la Generalitat habían ejecutado 18 operaciones de salvamento, una menos que durante el mismo periodo del 2017, en este enclave que se reparte entre los términos municipales de Saldes, Gòsol y Gisclareny, en la comarca del Berguedà. Casòliva considera que el camino alternativo a la Tartera ha reducido los accidentes pero que es necesario tener información mucho más detallada de las causas de los rescates y de los puntos exactos dónde se realizan para poder hacer un análisis más exhaustivo y mejorar la seguridad.

“El Mont Blanc es un parque de atracciones, una ascensión de urbanitas”, deplora el alcalde de Saint Gervais les Bains

El parque natural ha encargado un estudio al Institut Nacional d’Educació Física de Catalunya (Inefc) en Lleida para determinar con exactitud el número de personas que suben al Pedraforca. El trabajo, dirigido por Estela I. Farías, consiste en preguntar a los excursionistas que están en esta zona del Cadí-Moixeró cuál es la ruta que prevén emprender para contrastar estos datos con las cifras registradas por los distintos contadores dispuestos en los puntos de acceso al Pedraforca. Farías detalla que del total de 1.233 montañeros abordados un domingo de julio y un sábado de agosto, 1.065 pudieron concretar su itinerario que, en el caso de unos 500, era la cima del Pedraforca. La investigación se prolongará durante el 2019.

Los llamamientos a la prudencia y a la preparación no son gratuitos. bomberos, Mossos y Guardia Civil no dan abasto. La festividad del 15 de agosto precisó en siete casos la activación de medios aéreos para ir en ayuda de excursionistas en apuros, en Catalunya. Y este jueves fallecía en el Pico Infiernos, en Panticosa, en el Pirineo aragonés, una mujer de 48 años que se precipitó por una ladera.

Los sucesos que más preocupan son aquellos en los que se ven involucrados menores, a veces presionados por padres demasiado exigentes y otras por monitores sin suficiente preparación.

Debate
Del Aneto al Mont Blanc, ¿hay que regular las cimas?

La masificación, los daños al medio ambiente y las situaciones de peligro invitan periódicamente a debatir sobre la necesidad de limitar el acceso a algunas cumbres. Sea el Everest, que esta primavera registró la cifra récord de casi 800 cumbres; el Mont Blanc, con entre 300 y 400 diarias en temporada alta, o el Aneto, con 240. El alcalde de Benasque, Ignacio Abadías, se ha manifestado esta semana a favor de poner límites en el techo de los Pirineos, de 3.404 metros, tal como publicó el jueves El Heraldo. “No digo que haya que cobrar como hacen en el Everest, pero habrá que regularlo, igual que se hace con otras actividades, porque se acumula mucha gente en la cima . Y mucha gente tiene educación, pero a otros les falta una asignatura de urbanidad”, indicó Abadías, que recuerda que hay quienes tienen que jugarse la vida, los rescatadores, para solucionar “actitudes negligentes”.

Las declaraciones de Abadías llegaron unos días después de que Jean-Marc Peilleux, alcalde de la localidad de Saint Gervais les Bains, en la vertiente francesa para subir el Mont Blanc, lamentara que esta cumbre de 4.810 metros se haya convertido en “un parque de atracciones, en una ascensión de urbanitas, de turistas que no entienden que en la alta montaña hay reglas”. Peilleux cuenta a Le Parisien que lleva quince años pidiendo que se regule el Mont Blanc para evitar conductas deplorables. Un guía recibió el puñetazo de un excursionista porque no le dejó pasar; un grupo de letones cargaba un mástil de diez metros con la intención de izar la bandera de su país en la cima… Un rosario de despropósitos.

El déficit de cultura de montaña es preocupante.

“Al Pedraforca suben desde escaladores y alpinistas a gente con poca experiencia y también niños de colonias”, alerta Casòliva. Precisamente, en agosto del 2011, los bomberos tuvieron que rescatar a 17 menores, de siete a once años, y a sus monitores, sorprendidos por una feroz tormenta cuando emprendían el descenso. La aventura se quedó en un susto.

Sin nivel técnico ni forma física

El estudio “Accidentalidad en deportes de montaña de federados”, realizado por la Federación Española (Fedme), destaca que las causas mayoritarias de rescates son la falta de nivel técnico (39%) y de preparación física (25%). Estos motivos están menos presentes en el caso de las personas federadas (el 32% y el 20%), lo que indica que este colectivo tiene una mejor formación. Esta estadística surge de una fuente, los Grupos de Rescate Especial de Intervención en Montaña (Greim), por lo que tal como reconoce Alberto Ayora, responsable del comité de seguridad de la Fedme, los datos son incompletos y hace un llamamiento a la necesidad de que los diferentes cuerpos que participan en salvamentos en el medio natural utilicen los mismos criterios a la hora de documentar la información para poder realizar análisis más completos. Ayora subraya la importancia de que cada vez más gente practique senderismo, el deporte mayoritario, pero alerta de la urgencia de emprender iniciativas para que todo el mundo disfrute de la montaña de una manera responsable.

Dimite el presidente del patronato del parque de posets con críticas a la política sobre el lobo y el oso

El conflicto por la presencia del lobo y el oso en la Ribagorza y la política de ayudas a los ganaderos por parte de la DGA ha sido el desencadenante de la dimisión presentada por José María Agullana al frente del Patronato del Parque Natural Posets-Maladeta. En la carta alega «discrepancias» con el departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, encabezado por el consejero Joaquín Olona. De esta forma, pone fin a tres años en la presidencia, aunque seguirá siendo miembro del organismo, al que lleva vinculado más de 20 años (desde su creación), en su condición de representante de Montanuy, uno de los municipios del espacio protegido.

Él argumenta la renuncia en sus desacuerdos con la política medioambiental del departamento, que han ido a más en los últimos meses por la posición de la DGA respecto al lobo y al oso, dos especies presentes en su municipio. «Esto ha sido la puntilla, pero me voy por un cúmulo de circunstancias», afirma Agullana, del PSOE, que remitió la carta de dimisión al consejero el pasado 27 de julio. Sus críticas se refieren también a la gestión forestal en las zonas de montaña, las políticas de empleo o las subvenciones en el área de influencia de los espacios protegidos y el escaso peso del Patronato en la gestión. Respecto a esto último, denuncia que se entera del orden del día de las reuniones horas antes.

En cuanto a la presencia del lobo en la Ribagorza, reprocha a la DGA haber informado tarde a los afectados, ya que las cámaras habían fotografiado un ejemplar en octubre, «y no nos lo dijeron hasta la primavera». El oso tampoco despierta simpatías en la zona, donde a principios de junio se produjeron varios ataques. Agullana es de la opinión de que la ganadería extensiva es «incompatible» con estas especies.

Critica además la escasez de las ayudas a los territorios afectados por la presencia de la fauna salvaje y de las subvenciones vinculadas al desarrollo de las zonas periféricas del Parque, así como la escasa repercusión en el empleo. «En el Parque trabajan 24 personas, ocho de ellas solo dos meses, y además no se tiene en cuenta la vecindad. Se contrata a gente que viene de León o Barcelona y que ni siquiera viven en Montanuy, que viven en Pont de Suerte (Lérida)». Desde la creación del Parque Natural, el municipio ha pasado de 400 a 150 habitantes. «Lo protegemos todo menos a la gente. Se legisla desde un despacho de Zaragoza, sin contar con los habitantes del territorio», denuncia.

Agullana es ahora concejal, pero ocupó la Alcaldía entre 1999 y 2015, por lo que le tocó vivir en primera línea el gran incendio de 2012 en el valle de Castanesa, que obligó a desalojar 14 pueblos y arrasó 2.700 hectáreas. «He conocido tres gobiernos autonómicos, ninguno ha hecho nada por la gestión forestal, y si volvemos a tener otro incendio se nos quemarán los pueblos. Sacaron cuatro árboles quemados al lado de la carretera y ahora está el monte igual o peor. Es una selva», denuncia, cuestionando las trabas medioambientales para la limpieza de la masa vegetal. Menciona asimismo el frustrado proyecto de ampliación de la estación de esquí de Cerler hacia ese valle, que habría conllevado un importante desarrollo para toda la comarca.

Calleja y la polémica por su “descenso brutal” en helibike en benasque

La presencia en Benasque del presentador Jesús Calleja para promocionar el ‘helibike’, o lo que es lo mismo, subir a la montaña en helicóptero para descender en bicicleta, ha encendido las redes sociales, con críticas que cuestionan si este tipo de turismo es sostenible. La empresa Altituderide asegura no sobrevolar espacios protegidos, práctica totalmente prohibida, pero ya ha habido una organización, la Fundación del Quebrantahuesos, que ha pedido información al Gobierno de Aragón sobre sus autorizaciones.

Fueron la propia empresa y Jesús Calleja quienes colgaron fotos y vídeos en sus redes sociales para dar a conocer la experiencia, definida por el aventurero como “descensos brutales en bici”. Altituderide trabaja entre el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y el Parque Natural Posets-Maladeta, y anuncia sus servicios con el siguiente mensaje: “Te llevaremos en helicóptero, sobrevolando un paisaje espectacular, rodeado de ibones y montañas de más de 3.000 metros, hasta lo alto de una cumbre, en la que podrás disfrutar de un momento de silencio y calma total antes de iniciar un apasionante descenso con tu bici o tus esquíes”.

Esta promoción ha sido cuestionada con comentarios en varias páginas de Facebook, entre ellas las del propio presentador, que muestran su preocupación por el impacto en espacios protegidos de la Red Natura 2000 donde habitan la perdiz nival, el urogallo o el quebrantahuesos. «Hay gente que confunde el Pirineo con un parque de atracciones. Empresas que lo permiten y famosetes que lo fomentan”, dice uno de ellos.

También ha molestado a asociaciones como Reforesta, una ONG dedicada a promover la participación en actividades ambientales y a la restauración y estudio de la vegetación. “Alguien que dice amar la naturaleza, no debería promocionar los descensos en bici de montaña por espacios naturales de alto valor ecológico, y menos aún si llega al punto del inicio del descenso en helicóptero, molestando a la avifauna del Pirineo”.

La polémica no ha surgido solo a partir de la promoción de Calleja. La Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ) pidió información a la DGA en octubre de 2017. Quería tener acceso a la documentación pública sobre las autorizaciones a Altituderide para las rutas de ‘helibike’. Juan Antonio Gil, portavoz de la ONG, dice que su preocupación era por el posible efecto ambiental. La respuesta de la administración ha sido «incompleta», afirma.

Por eso, la FCQ recurrió al Consejo de Transparencia de Aragón, que reconoció recientemente su derecho a acceder a la información. El 24 de julio instó al departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad a facilitar determinada documentación en 10 días. “El plazo ha pasado y no tenemos todas las respuestas. Este tipo de actividad puede suponer un grave impacto y debe regularse con criterios muy sólidos. Si nos dan toda la información podremos saber si el trámite se ha hecho adecuadamente, independientemente de si nos gusta más o no menos”, añade Gil.

Vuelo restringido

El vuelo sobre espacios protegidos está muy restringido en el Pirineo. El plan de uso y gestión del Parque Nacional de Ordesa, por ejemplo, preserva el suelo, el subsuelo y también el aire, con la prohibición de volar por debajo de los 3.000 metros sobre la vertical del terreno para no perturbar a la fauna ni el silencio que buscan los visitantes. La norma contempla muy pocas excepciones. El mismo Jesús Calleja intentó grabar un capítulo de su programa ‘Volando voy’ en el espectacular cañón del valle de Ordesa, de 15 kilómetros de longitud y con unas paredes de caliza de 800 metros de altura, pero su petición de utilizar un helicóptero fue desestimada.

Según ha asegurado Altituderide, cuentan con todos los permisos, tanto los ambientales como los de Aviación Civil, no atraviesan ni Ordesa ni Posets-Maladeta y las bicicletas realizan el descenso también fuera de esos lugares, por caminos marcados, no monte a través. “Hay otras empresas que hacen el transporte de bicis en furgoneta. La diferencia es que nosotros lo hacemos en helicóptero, que contamina menos”, argumenta Pablo Irigoyen, uno de los socios. La actividad se ha iniciado este año. Fue la primera en Europa, aunque ahora ya hay iniciativas en otros países del continente. De hecho, el portabicis se importó de Canadá. Los planes de futuro pasan por el helisky.

Calleja estuvo en Benasque los dos primeros días de la semana. Según la empresa, el helicóptero subió a Sierra Negra, en el límite del Parque Natural, y las bicicletas bajaron por los caminos por donde discurre la Ultra Trail de Benasque. A Irigoyen, la polémica le recuerda al caso de la empresa Trekking Mule, también ubicada en el valle de Benasque, que denunció una campaña de colectivos veganos en las redes sociales contra su negocio de transporte de material con mulas por la montaña. Los animales portan bicicletas hasta los 2.500 metros para desde allí hacer descensos.

Máximo de 50 clientes por día

El empresario es consciente de que hay gente que está en desacuerdo con la actividad, pero asegura que no infringen ninguna norma. Cuenta con informes favorables de las secciones de Biodiversidad y Gestión de Montes, eso sí, con condiciones. La primera es informar a los clientes de los riesgos inherentes a la actividad por desarrollarse en alta montaña. Además, deben avisar previamente, al menos con 24 horas, de los días de vuelo. Este queda limitado a un máximo de 8 días con hasta 50 clientes por día, y a determinados meses, según las cuatro zonas para las que se solicitó la autorización: Punta Suelza-Bielsa, Peña Blanca-Plan, Colladeta del Ibón de Plan-Saravillo y Serreta Negra Estibafreda-Benasque.

La documentación de la DGA reconoce que se trata de rutas donde habitualmente hay personas porteando bicis. Los ciclistas son solo el 5% frente a los que pueden recorrer la zona a pie. Sí advierte que se detecta un aumento importante, lo que lleva a plantear “una regulación de este tipo de uso a medio plazo, pero en cualquier caso, para todos los usuarios de bicicletas y no solo para los que acceden mediante helicóptero”.

Aramón comienza los trabajos para retirar la telecabina de la expo tras siete años parada

HERALDO DE ARAGON

Aramón comienza los trabajos para retirar la telecabina de la Expo tras siete años parada

El desmontaje de las diez pilonas, el cable y las setenta cabinas se prolongará hasta final de año.

Vista de las telecabinas de la Expo  en el año 2015, cuando todavía estaban a la vista en los cables de la infraestructura. Vista de las telecabinas de la Expo en el año 2015, cuando todavía estaban a la vista en los cables de la infraestructura.Heraldo.es

Aramón ha comenzado a desmontar la telecabina de la Expo de Zaragoza siete años y medio después de que dejara de prestar servicio por la falta de usuarios. Tras obtener el correspondiente permiso por parte del Ayuntamiento, la empresa ha iniciado los trabajos para borrar esta instalación del paisaje de la ciudad. De momento, se desconoce su destino, si se reubicará en alguna de las estaciones de esquí del holding aragonés o si finalmente será vendida al mejor postor.

Aramón pidió el permiso para desmantelar la telecabina hace varios años, pero hasta ahora no había mostrado interés en ejecutar el traslado. Hace dos meses, solicitó al Consistorio que reactivara el expediente, y el pasado 20 de junio la Gerencia de Urbanismo concedió la licencia necesaria. Finalmente, los trabajos se han iniciado esta semana, tras acordar ambas partes cómo se deben desarrollar, las afecciones de movilidad o los plazos, entre otras precisiones.

La retirada de la telecabina se prolongará, previsiblemente, durante cuatro meses. Habrá que trasladar el cableado y 70 cabinas, así como desmontar diez pilonas. Esto supondrá que Aramón se haga cargo de reponer los pavimentos, zonas verdes y todos los servicios afectados. Aunque de momento se ha comenzado a actuar en la estación del parque del Agua, el desmontaje se prevé aparatoso, por la necesidad de utilizar grandes grúas.

La citada estación se mantendrá en su sitio como almacén de maquinaria para la Expo, mientras que la ubicada junto a la pasarela de la estación Delicias se cederá al Consistorio, que todavía no ha aclarado su futuro.

¿Rumbo a los Alpes?

Aramón de momento no ha hecho público qué hará con esta estructura. A lo largo de estos años se han barajado dos opciones principales: la recolocación en alguna estación del propio grupo (se habló de Formigal) o la venta a otra empresa (se llegó a negociar con la estación andorrana de Grandvalira). El coste del desmontaje y traslado de la telecabina se cifró en su día en unos 700.000 euros, aunque esta cantidad se multiplicaría si se suma la reinstalación en un punto del Pirineo. No obstante, en caso de venta los gastos de traslado correrían de cuenta del comprador. Hay que tener en cuenta que la inversión en su día se elevó por encima de los 11 millones.

El gerente de Urbanismo, Miguel Ángel Abadía, avanzó tras conceder la licencia para el desmontaje que podría acabar en los Alpes, aunque desde el holding de la nieve no lo quisieron confirmar. Según Abadía, el desmantelamiento corre cierta prisa, dado que la infraestructura ya ha sido vendida. «Nos pidieron celeridad porque el objetivo es la venta de la instalación a una estación de los Alpes, con la que ya hay un compromiso adquirido», afirmó.


HERALDO DE ARAGON

Un caro viaje a ninguna parte

Tras la Expo de 2008, los usuarios dejaron de demostrar interés por la telecabina. En menos de tres años acumuló un déficit de 4 millones que nadie quiso asumir.

El Ayuntamiento pretende que la telecabina  se quede en la ciudad pese a que es deficitaria La telecabina sigue dando servicio entre el parque del Agua y la estación de Delicias.JOSé MIGUEL MARCO

Casi 2.750 días después de que los motores dejaran de propulsar las 70 cabinas que surcaban el cielo del antiguo recinto de la Expo de Zaragoza, su propietaria, la UTE Aramón-Leitner, ha comenzado los trabajos para retirar del paisaje urbano esta deficitaria instalación.

Su corto viaje de apenas cinco minutos y un kilómetro de longitud, entre el incipiente barrio del AVE y el parque del Agua, apenas consiguió atraer al público, sobre todo turistas, aquel verano de 2008. Los zaragozanos, en cambio, le dieron la espalda tras la clausura de la muestra, lo que ocasionó un importante agujero económico. Entre 2009 y 2010 se acumularon unas pérdidas de casi cuatro millones de euros, incluidos los gastos de amortización.

Como ejemplo, en 2010 se subieron 35.673 personas, cuando el plan previsto hablaba de que lo harían casi 200.000. El año anterior la usaron 55.963, cuando las estimaciones esperaban 190.000.

El grupo de la nieve reclamó parte del déficit al Ayuntamiento, pero el entonces gobierno socialista municipal decidió no apostar por el proyecto, y no destinar ni un euro al déficit de esta infraestructura. Así, el contrato de explotación, que contemplaba una duración de 25 años, se rompió en menos de tres.

Hasta 2015, las cabinas siguieron balanceándose con el cierzo, lo que contribuía a la estampa desangelada del recinto de Ranillas tras la Expo. El 4 de mayo de aquel año se comenzaron a retirar y se resguardaron en las dos estaciones. Los primeros trabajos de estos días se centrarán en trasladar estas cestas.