HERALDO DE ARAGON
El desmontaje de las diez pilonas, el cable y las setenta cabinas se prolongará hasta final de año.
Vista de las telecabinas de la Expo en el año 2015, cuando todavía estaban a la vista en los cables de la infraestructura. Vista de las telecabinas de la Expo en el año 2015, cuando todavía estaban a la vista en los cables de la infraestructura.Heraldo.es
Aramón ha comenzado a desmontar la telecabina de la Expo de Zaragoza siete años y medio después de que dejara de prestar servicio por la falta de usuarios. Tras obtener el correspondiente permiso por parte del Ayuntamiento, la empresa ha iniciado los trabajos para borrar esta instalación del paisaje de la ciudad. De momento, se desconoce su destino, si se reubicará en alguna de las estaciones de esquí del holding aragonés o si finalmente será vendida al mejor postor.
Aramón pidió el permiso para desmantelar la telecabina hace varios años, pero hasta ahora no había mostrado interés en ejecutar el traslado. Hace dos meses, solicitó al Consistorio que reactivara el expediente, y el pasado 20 de junio la Gerencia de Urbanismo concedió la licencia necesaria. Finalmente, los trabajos se han iniciado esta semana, tras acordar ambas partes cómo se deben desarrollar, las afecciones de movilidad o los plazos, entre otras precisiones.
La retirada de la telecabina se prolongará, previsiblemente, durante cuatro meses. Habrá que trasladar el cableado y 70 cabinas, así como desmontar diez pilonas. Esto supondrá que Aramón se haga cargo de reponer los pavimentos, zonas verdes y todos los servicios afectados. Aunque de momento se ha comenzado a actuar en la estación del parque del Agua, el desmontaje se prevé aparatoso, por la necesidad de utilizar grandes grúas.
La citada estación se mantendrá en su sitio como almacén de maquinaria para la Expo, mientras que la ubicada junto a la pasarela de la estación Delicias se cederá al Consistorio, que todavía no ha aclarado su futuro.
¿Rumbo a los Alpes?
Aramón de momento no ha hecho público qué hará con esta estructura. A lo largo de estos años se han barajado dos opciones principales: la recolocación en alguna estación del propio grupo (se habló de Formigal) o la venta a otra empresa (se llegó a negociar con la estación andorrana de Grandvalira). El coste del desmontaje y traslado de la telecabina se cifró en su día en unos 700.000 euros, aunque esta cantidad se multiplicaría si se suma la reinstalación en un punto del Pirineo. No obstante, en caso de venta los gastos de traslado correrían de cuenta del comprador. Hay que tener en cuenta que la inversión en su día se elevó por encima de los 11 millones.
El gerente de Urbanismo, Miguel Ángel Abadía, avanzó tras conceder la licencia para el desmontaje que podría acabar en los Alpes, aunque desde el holding de la nieve no lo quisieron confirmar. Según Abadía, el desmantelamiento corre cierta prisa, dado que la infraestructura ya ha sido vendida. «Nos pidieron celeridad porque el objetivo es la venta de la instalación a una estación de los Alpes, con la que ya hay un compromiso adquirido», afirmó.
HERALDO DE ARAGON
Tras la Expo de 2008, los usuarios dejaron de demostrar interés por la telecabina. En menos de tres años acumuló un déficit de 4 millones que nadie quiso asumir.
El Ayuntamiento pretende que la telecabina se quede en la ciudad pese a que es deficitaria La telecabina sigue dando servicio entre el parque del Agua y la estación de Delicias.JOSé MIGUEL MARCO
Casi 2.750 días después de que los motores dejaran de propulsar las 70 cabinas que surcaban el cielo del antiguo recinto de la Expo de Zaragoza, su propietaria, la UTE Aramón-Leitner, ha comenzado los trabajos para retirar del paisaje urbano esta deficitaria instalación.
Su corto viaje de apenas cinco minutos y un kilómetro de longitud, entre el incipiente barrio del AVE y el parque del Agua, apenas consiguió atraer al público, sobre todo turistas, aquel verano de 2008. Los zaragozanos, en cambio, le dieron la espalda tras la clausura de la muestra, lo que ocasionó un importante agujero económico. Entre 2009 y 2010 se acumularon unas pérdidas de casi cuatro millones de euros, incluidos los gastos de amortización.
Como ejemplo, en 2010 se subieron 35.673 personas, cuando el plan previsto hablaba de que lo harían casi 200.000. El año anterior la usaron 55.963, cuando las estimaciones esperaban 190.000.
El grupo de la nieve reclamó parte del déficit al Ayuntamiento, pero el entonces gobierno socialista municipal decidió no apostar por el proyecto, y no destinar ni un euro al déficit de esta infraestructura. Así, el contrato de explotación, que contemplaba una duración de 25 años, se rompió en menos de tres.
Hasta 2015, las cabinas siguieron balanceándose con el cierzo, lo que contribuía a la estampa desangelada del recinto de Ranillas tras la Expo. El 4 de mayo de aquel año se comenzaron a retirar y se resguardaron en las dos estaciones. Los primeros trabajos de estos días se centrarán en trasladar estas cestas.