MANIFIESTO EN DEFENSA DE LA ALTA MONTAÑA DE ARAGÓN

Los glaciares pirenaicos han perdido el 50% de su masa en tan solo 32 años. El efecto del cambio climático se deja sentir imparable en la climatología de nuestra alta montaña. La cota de nieve en el Pirineo Aragonés va ascendiendo conforme el clima, se hace más cálido.

En este contexto contemplamos con alarma e incredulidad gestiones de gobierno encaminadas a desenterrar un proyecto caduco e imposible: la construcción de una estación de esquí en la zona más oriental del Pirineo Aragonés, Castanesa. Pese a que el proyecto carece de garantía de nieve suficiente desde medios políticos y grupos de presión se apuesta por comenzar los trabajos de construcción de remontes en la zona para mantener viva una declaración de impacto ambiental vigente y de más que sospechosa fiabilidad.

Semanas atrás la presidenta de ARAMON y Consejera de Economía del anterior gobierno autónomo, Marta Gastón, se reunió con el ayuntamiento de Montanuy (Alta Ribagorza) para dinamizar un proyecto de construcción de una nueva estación de esquí en Castanesa. Ofreció al ayuntamiento 40 millones de euros para iniciar obras de construcción de infraestructuras y remontes en una zona de escasa innivación. ¿Qué sentido tiene desenterrar ahora un proyecto condenado al fracaso? ¿Cómo piensan financiar tal inversión económica? ¿Qué viabilidad real tiene el proyecto? ¿Qué intereses encubre una apuesta tan arriesgada?

La construcción de esta estación de esquí en Castanesa planea unir las pistas en uso de Cerler con este paraje virgen del municipio oriental de Montanui. La falta de nieve en el área evidencia un proyecto descabellado pero imprescindible para incrementar el precio de las futuras 2.000 viviendas que planean construir en Cerler. También es coartada necesaria para desenterrar el ya desestimado por los tribunales Plan de Urbanismo destinado a construir otras 5000 viviendas y 3.000 plazas hoteleras en distintos parajes de este municipio.

Así pues, la ampliación de Cerler por Castanesa aparece como un cebo clásico de los episodios de especulación urbanística: La promesa de nueva estación de esquí incrementa sensiblemente el precio del suelo urbanizado. Eso sí, los enormes gastos correspondientes para dar vida a ese cebo serán por cuenta del erario público, o lo que es lo mismo con el dinero de la ciudadanía.

Cuando todavía la sociedad se repone de una crisis sin parangón, provocada por el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, grupos económicos-políticos de Aragón vuelven a lanzar proyectos descabellados e insostenibles que tan solo redundarán en la cuenta de beneficios de las grandes constructoras. Y como no, en nuevas agresiones a la alta montaña. La millonaria inversión en nuevas infraestructuras para la explotación de la nieve, cada día más escasa, en absoluto han detenido la despoblación de la alta montaña, pero ha permitido, eso sí, jugosos negocios inmobiliarios incapaces de fijar población.

Otra operación de similares características viene siendo promocionada por grupos empresariales situados en Zaragoza. Esta vez el escenario es Canal Roya, en Canfranc, Huesca. Esta denominada “Unión de Estaciones” enlazaría pistas de Candanchú, Astún y Formigal con grandes infraestructuras de transporte de esquiadores a través de un paraje virgen de extraordinaria belleza. Arrasar este espacio natural de valor incalculable, es la excusa para nuevos proyectos urbanísticos de gran impacto en la alta montaña. Y de nuevo, estos grupos reclaman que la financiación del destrozo sea a costa de la Hacienda Pública.

La entrada de las máquinas en Castanesa o el proyecto de invasión del cemento en la Canal Roya no son problemas de ámbito local pues afectan a un patrimonio de toda la ciudadanía. Con esta declaración pedimos al nuevo Parlamento Aragonés y al futuro Gobierno Autónomo que frene estas perversas maniobras especuladoras y garantice la integridad de este valiosísimo patrimonio natural que es la alta montaña aragonesa.

Plataforma en Defensa de las Montañas de Aragón

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15 de junio de 2019