El equipo de gobierno del PP en el Ayuntamiento de Sallent de Gállego ha sufrido otro varapalo en sus planes para desarrollar el polémico plan urbanístico del Estacho-Lanuza. La primera venta millonaria de suelo para 66 de los 560 pisos previstos, desgajada del resto con el objetivo de hacer caja y cubrir la abultada deuda, ha acabado en un fiasco sin paliativos. Tan solo se llegó a presentar una cooperativa de Madrid, pero ni siquiera registró la garantía exigida del 5% para proceder a la enajenación, por lo que ha quedado desierto. El pleno ratificó este miércoles la decisión adoptada por la mesa de contratación y autorizó la adjudicación directa de los terrenos por el mismo precio, 5 millones de euros, y condiciones con el respaldo de PP, PSOE y CHA y la abstención del PAR.
Fuentes del sector inmobiliario aseguraron a este diario que los números no salen, por lo que expresaron sus dudas de que el alcalde, Jesús Gericó, pueda ahora encontrar compradores. Las principales constructoras de Aragón descartaron comprar tras analizar la operación ante el «elevado precio» y por la condición impuesta de pagar la totalidad a la firma del contrato. Lo mismo consideran grandes compañías nacionales con implantación en Aragón, como Acciona y Avintia.
La parcela elegida es la del aparcamiento de autocaravanas de Formigal, pegada a la urbanización y cuya tramitación se desgajó el año pasado del resto del proyecto del Estacho con el fin de acelerar los trámites y lograr así plusvalías. La parcela, calificada como suelo urbano no consolidado y conocida como Las Grechas, ocupa 4.692 metros cuadrados.
Este desarrollo cuenta con el rechazo frontal de la asociación Pirineos 2.0, constituida por vecinos de Formigal, que ha recurrido ante el Tribunal Superior de Justicia de Aragón la modificación urbanística que permite la enajenación al entender que solo facilita una «especulación pura y dura» que vulnera la Constitución, se salta la jerarquía normativa y hasta el reglamento para la valoración de los terrenos públicos. Además, interpondrá un contencioso en la Audiencia Provincial contra la reparcelación en el momento en el que el Ayuntamiento presente la documentación requerida por el juzgado.
Pese a todo, el alcalde sigue siendo «optimista» por el «atractivo» de Sallent que, a su juicio, se demuestra con el hecho de ser el municipio de Aragón más caro. Gericó insistió en que solo pretende vender suelo «y no especular» con el único objetivo de solventar el problema de la deuda millonaria contraída hace años por un alcalde socialista para la construcción del balneario.
Gericó sí tuvo que admitir que está en serio riesgo la quita que negoció con los acreedores de la sociedad urbanística municipal, que vence definitivamente en diciembre y por la que se logró un descuento de 1,4 millones sobre los más de 8 que se deben.
La operación financiera lanzada por el equipo del PP pasaba por la venta fallida de la parcela, con la que se obtendrían 5 millones para comprar a la sociedad el balneario y esta a su vez pagar a los acreedores. Esta enajenación es crucial, porque de ella depende que se haga efectivo el crédito adicional de 2 millones autorizado por el pleno para saldar la deuda de Sallent 2025 mediante la adquisición del equipamiento.
El alcalde subrayó que en la operación urbanística se va «de la mano y bajo la tutela» del Gobierno de Aragón, por lo que se mostró convencido de su legalidad pese al frente judicial de los vecinos opositores, a los que acusó de haber «especulado» en su día al comprar apartamentos en plano «para ganar lo que no está escrito».