EL PAIS
El Observatorio Pirenáico de Cambio Climático advierte de que el espesor medio de la nieve corre el riesgo de reducirse a la mitad en 2050. La temperatura sube 1,2 grados.
Los Pirineos, que el OPCC agrupa en una biorregión, se enfrentan a un incremento de temperatura de 1,2 grados centígrados, un 30% mayor que la media mundial, de 0,85 grados, desde 1950. La cifra replica la tendencia de crecimiento que los científicos han observado en otras zonas de alta montaña, más afectadas por la emisión de gases de efecto invernadero que otras partes llanas.
El observatorio pretende que el estudio sirva de base para tomar decisiones que se adelanten a unos cambios que se desarrollan con más aceleración de la prevista. La subida de temperatura, con medidas entre 1949 y 2010, no se ha producido de una forma regular, sino con altibajos. Hasta los años ochenta hubo una tendencia al descenso. A partir de esa fecha, el escenario se invirtió, y el mercurio comenzó a marcar valores en alza. El año más cálido fue 1997 y el más frío 1972. A este marco se añade el descenso en el volumen anual de precipitaciones, un 2,5% por década en los últimos 50 años, tampoco lineal. Los días con heladas han disminuido alrededor de 0,3 días por década entre 1985 y 2014.
Es más complicado determinar cómo ha evolucionado el manto de nieve desde 1950, porque faltan datos históricos, refleja el informe. Pero, a partir de balizas instaladas en la vertiente sur de los Pirineos, “se ha identificado un descenso significativo del manto de nieve”. Con semejantes antecedentes, el OPCC considera que para el horizonte 2030, el aumento anual de las temperaturas máximas respecto al periodo de referencia 1961-1990 podría estar, “en promedio y para toda la zona pirenaica, entre 1ºC y 2,7ºC». Además, la falta de precipitaciones podría disminuir la recarga de los acuíferos un 20% a mediados del siglo y podría suponer una reducción del caudal de muchos manantiales.
Otro de los sufridores silenciosos es la fauna. Hay especies de aves como la perdiz nival, adaptada a los sistemas ártico-alpinos, que están viendo alterados su estado fisiológico y abundancia. Por ejemplo, las aves migratorias han adelantado su fecha de llegada, y se han registrado adelantos en los primeros avistamientos de mariposas. Entre los grupos de vertebrados, los anfibios son los más vulnerables. “Se han constatado descensos poblacionales considerables entre las poblaciones del tritón pirenaico coincidiendo con los años de eventos climáticos extremos”, concretan los estudiosos
Muchas especies responden al cambio climático desplazándose a zonas más altas en busca de las condiciones climatológicas que se pierden en sus espacios habituales, aunque llegará un momento en que queden aisladas aumentando su vulnerabilidad, añaden. “Se ha estimado que en los últimos años las especies europeas se han desplazado de media 11 metros por década hacia altitudes superiores”, concreta el OPCC. Todo ello, en un escenario donde los bosques suben: en los últimos 50 años la altura del límite del bosque se ha desplazado 35 metros, “algo más de medio metro por año”.
Las actividades como la práctica del esquí también están afectadas, y se traduciría, en el caso de que se cumplan las predicciones, en una reducción del turismo invernal. Como prueba, el OPCC indica que el inicio de la temporada de esquí se ha ido retrasando entre 5 y 55 días en las estaciones que se encuentran más bajas y entre 5 y 30 en las cotas medias. Especialmente dramática es la situación de los glaciares, los más meridionales de Europa. Desde 1984 han desaparecido más de la mitad de los contabilizados (quedan 19), algunos son tan solo neveros y los que se mantienen han menguado su masa y superficie. Como contrapartida, las temperaturas más suaves en otoño y primavera, podrían incrementar los visitantes en verano.
En este marco, “es altamente probable” que los Pirineos sufran un aumento de los fenómenos meteorológicos extremos. «La evolución más documentada en este sentido es la de las olas de calor, pero es muy probable que sequías, lluvias intensas y olas de frío también aumenten su frecuencia e intensidad. Sin embargo, las granizadas solo lo harán en intensidad», preconizan los científicos.
El OPCC es una iniciativa transfronteriza de cooperación territorial en materia de cambio climático de la Comunidad de Trabajo de Pirineos (CTP), lanzada en 2010 bajo la presidencia de Midi-Pyrénées. Los miembros de la CTP, y por lo tanto del OPCC, son el Principado de Andorra y los Gobiernos de Nouvelle-Aquitaine, Aragón, Catalunya, Euskadi, Navarra, y Occitanie.
LA VANGUARDIA
La mitad de los glaciares ha desaparecido desde 1983 por el calentamiento, mientras en la vertiente meridional el bosque avanza más 0,5 metros hacia zonas más altas
El Pirineo central (a 1.800 metros de altitud) perderá, de media, el 50% de su manto de nieve hacia el 2050 (es decir, en pocos más de 30 años). Por su parte, la acumulación de nieve por debajo de los 1.500 metros en esta cordillera podría llegar a reducirse en un 78% en el último cuarto de este siglo . Son algunas de las proyecciones que arroja el informe el Cambio Climático en los Pirineos , promovido por la Comunidad de Trabajo de los Pirineos. Todo ello es la consecuencia del incremento de la temperatura media en los Pirineos, que ha aumentado en 1,2º C en los últimos 50 años (entre 1959 y el 2010), un 30% más que la media mundial. Además, se espera que en toda esta zona las subidas de temperaturas alcancen entre los 2º C y los 7,1º C respecto al período de referencia (1961-1990), según las diversas proyecciones barajadas.
M ás de la mitad de los glaciares pirenaicos han desaparecido en poco más de 30 años (datos de 1984 a 2016). “Quedan sólo 19 glaciares activos; el resto son neveros, sin dinámica glaciar”, dice Juan Terrádez, coordinador del informe.
“Hemos pasado de 41 glaciares en 1983 a tan solo 19 en el último recuento en todo el Pirineo; y para el 2050, somos pesimistas, pues todo indica que desaparecerá el Glacier de Ossoue”, en la vertiente francesa (46 ha, en el 2007), añade.
“La previsión de que se pierda, de media, la mitad del manto de nieve para el 2050 en la zona central del Pirineo es muy relevante, pues es donde se concentra la zona de esquí”, añade Terrádez.
Este experto destaca otro dato revelador: Entre 1960 y 2010, el número de días al año con un grosor en la capa de nieve inferior a 30 centímetros ha aumentado notablemente en todas las estaciones de esquí y en todas las cotas.
El número de días con insuficiente nieve ha pasado del 5% al 70% en las estaciones de las cotas bajas, y del 4 a 20% en las estaciones de la cotas medias.
“Todo este fenómeno se debe en un 95% al sobrecalentamiento provocado por las emisiones antrópicas de CO2, según nos dice el Grupo Intergubernamental de Expertos de la ONU; pero es difícil precisar en qué proporción exacta se atribuye a la variabilidad del clima y en qué parte son emisiones de gases invernadero causadas por el hombre”, añade Terrádez.
El informe -coordinado por el Observatorio Pirenaico de Cambio Climático- sostiene que el Pirineo es una región especialmente sensible y vulnerable a los efectos del calentamiento.
El trabajo (en el que han participado un centenar de expertos de España, Francia y Andorra) pone al día el conocimiento científico sobre los impactos y la vulnerabilidad de los Pirineos en relación a este fenómeno.
“A través de este informe, pretendemos proporcionar un documento de referencia para la comunidad científica y para los responsables de decisiones técnicas y políticas, así como el sector empresarial y toda la sociedad”, destaca Idoia Arauzo, coordinadora del Observatorio Pirenaico de Cambio Climático”.
“El cambio climático es ya una evidencia indiscutible. Sucede en estos momentos y en estas latitudes. Tenemos un reto urgente: seguir investigando en cambio climático y adaptarnos a sus consecuencias”, indica Juan Terrádez.
El guía Chemary Carrera (Huesca, 1976) comprueba con su piolet el espesor del hielo, junto a un agujero de apenas un metro, en un punto del glaciar del Aneto donde hace 90 años había brechas de 50 metros (Xavier Cervera)
Este es un resumen de sus principales aspectos:
1) Aumentos de temperaturas
La temperatura media en el Pirineo entre 1959 y 2010 ha aumentado en 1,2º C. A partir de los años 80, la tendencia ascendente es constante. El aumento de temperaturas los últimos 50 años ha sido general en toda la cordillera, con pocas diferencias entre las vertientes norte y sur.
Para finales del siglo, las temperaturas podrían subir entre 2 y 7,1º C, según las diferentes proyecciones regionalizadas, que dependen de los escenarios utilizados por el Panel Intergubernamental del cambio climático de la ONU.
2) Glaciares menguantes.
En los últimos 32 años (1984-2016), han desaparecido la mitad de los glaciares de los Pirineos registrados en 1984. Además, los que quedan han visto menguada su masa y superficie considerablemente y se encuentran en un estado acelerado de retroceso.
El espesor medio de la nieve podría reducirse hasta un 50% en el año 2050 en el Pirineo central a 1.800 metros, según las proyecciones.
3) Menos precipitaciones
El indicador climático para la precipitación muestra una tendencia a la disminución de las precipitaciones del orden del 2,5% por década.
4) Impactos en aves y anfibios
Las aves migratorias han adelantado su fecha de llegada una media de 10 días desde 1959. Algunas especies, como la perdiz nival, ven alterado su estado fisiológico y su abundancia a causa del calentamiento.
Se ha detectado un descenso considerables de las poblaciones de tritón pirenaico, coincidiendo con los años de mayor ocurrencia de sucesos climáticos extremos (avenidas o sequías). En general, los anfibios son los más vulnerables al cambio climático.
5) Especies desplazadas 11 metros mas al norte
Muchas especies responden al cambio climático desplazándose hacia las zonas más altas en busca de condiciones climáticas más adecuadas a su desarrollo. En los últimos años las especies europeas se han desplazado una media de 11 metros por década hacia altitudes superiores a causa del calentamiento global.
6) Plagas, procesionaria
El cambio climático podría incrementar el riesgo de invasiones y de establecimiento de especies exóticas en los Pirineos. Se prevé la llegada de nuevas plagas de especies exóticas.
La procesionaria del pino ya está proliferando más y está llegando hasta mayor altura a causa del cambio climático.
Sequías, olas de calor, junto con la exposición a las plagas pueden perjudicar la salud de los bosques.
7) El bosque avanza algo más de medio metro al año hacia zonas más altas
En los últimos 50 años en la vertiente sur de los Pirineos se ha observado un desplazamiento en altura del límite del bosque de 35 metros, es decir, algo más de medio metro por año.
En las zonas de los Pirineos donde la disponibilidad de agua sea suficiente, la productividad de los bosques podría aumentar como consecuencia del cambio climático.
Sin embargo, es probable que el mayor número de olas de calor y sequías previstas para las próximas décadas limite la disponibilidad de agua en el suelo, lo que reduciría su productividad y perjudicaría su estado de salud.
8) Nieve en retirada en las pistas (impacto turístico)
En las últimas décadas, se detecta una disminución del número de días esquiable (días con una acumulación de nieve de 30 cm, suficiente para poder esquiar con normalidad en la estaciones de esquí). La línea acumulación de la nieve también ha subido progresivamente.
“La producción de nieve artificial a gran escala como medida de adaptación, además de poner en riesgo la rentabilidad económica de las estaciones de esquía, conlleva externalidades ambientales que también han de considerarse, especialmente bajo un escenario futuro de mayor escasez de recursos hídricos”, se indica.
9) Más días con nieve insuficiente
Entre 1960 y 2010, el número de días al año con un grosor de la capa de nieve inferior a 30 centímetros ha aumentado notablemente en todas las estaciones de esquí y en todas las cotas: ha pasado del 5% al 70% en las estaciones de las cotas bajas y del 4 a 20% en las estaciones de la cotas medias.
10) Retraso en el inicio de la temporada
También se ha retrasado progresivamente la fecha de inicio de la temporada de esquí (atendiendo a la disponibilidad de nieve natural), con retrasos de entre 5 y 55 días en las estaciones a baja cota y entre 5 y 30 días en las estaciones a cotas medias.
11) Turismo de verano, oportunidad
El calentamiento progresivo y, en particular, las temperaturas más suaves en otoño y primavera, podrían derivar en una prolongación de la estación del turismo de montaña en el Pirineo.
12) Menos agua en los ríos
En la cuenca del Ebro por ejemplo se han detectado descensos significativos del caudal anual en más del 50% de las estaciones de aforo estudiadas entre 1950 y 2010.
La acumulación de nieve por debajo de los 1.500 metros podría llegar a reducirse en un 78% en el último cuarto te este siglo.
El descenso de acumulación invernal de nieve (por las altas temperaturas y las menores precipitaciones de nieve) provoca un aumento de caudales en invierno. En cambio, la mayor frecuencia e intensidad de las sequías está provocando la disminución de los caudales de los ríos en verano y otoño.
13) Atención, desprendimientos
La mayor variabilidad podría provocar un incremento de los riesgos natura les como deslizamientos de terreno, desprendimientos de roca, aludes e inundaciones.
Es probable que el calentamiento global altere la dinámica de las zonas heladas y glaciares de los Pirineos e incida sobre su estabilidad.
Esto podría aumentar el riesgo de que ocurran más episodios potencialmente peligrosos como caídas de roca o desprendimientos de materiales, especialmente en zonas con pendientes pronunciadas. En la cara noroeste del monte el Vignemale por ejemplo, se ha detectado un aumento de los desprendimientos los últimos años asociados a un deterioro del permafrost (tierras permanentemente heladas) debido seguramente a procesos de degradación causados por las altas temperaturas.
14) Despoblación
El cambio climático es un factor de estrés añadido que agrava las problemáticas ya conocidas en el territorio pirenaico como la despoblación , el cambio de usos del suelo o la falta de relevo generacional en el sector primario, entre otras consecuencias.
La Comunidad de Trabajo de los Pirineos entiende, no obstante, que la lucha contra el cambio climático y la adaptación a sus efectos constituye una oportunidad de abordar los desafíos que tienen ante sí la región de los Pirineos, como son la pérdida de biodiversidad o los cambios en los paisajes y ecosistemas.
“Es fundamental transmitir la urgencia de las medidas a tomar para limitar los efectos negativos y aprovechar las posibles oportunidades emergentes. Si somos capaces de anticipar y gestionar los cambios que se producen, podremos encontrar fórmulas para hacer co compatible la actividad humana y salvaguardar la naturaleza en los Pirineos”, dice Arauzo.
Los 100 científicos coincide en que estos son los 10 desafíos más importantes a los que se enfrentan los Pirineos en materia de cambio climático:
1. Preparar a la población ante los extremos climáticos.
2. Reforzar la seguridad ante los riesgos naturales.
3. Acompañar a los actores del territorio ante las sequías.
4. Asegurar la calidad de las aguas superficiales y de las aguas subterráneas.
5. Mantener el atractivo turístico de los Pirineos.
6. Enfrentarse a los cambios en la productividad y la calidad de los cultivos y sacar provecho de las nuevas oportunidades.
7. Anticipar los cambios irreversibles en el paisaje.
8. Tener presente la posible pérdida de biodiversidad y los cambios en los ecosistemas
9. Adaptarse a los desequilibrios entre oferta y demanda de energía
10. Enfrentarse a la propagación de enfermedades, de parásitos y de especies invasoras
El informe El cambio climático en los Pirineos: impactos, vulnerabilidades y adaptación se presenta durante la Jornada de Riesgos Naturales y Cambio Climático que organiza el Consejo Plenario de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos hoy y mañana en Zaragoza.
Una treintena de expertos en cambio climático y riesgos naturales presentarán diversos capítulos del informe y debatirán sobre cómo anticiparse a los riesgos naturales con los medios actuales , así como qué impacto tiene el cambio climático en los desastres naturales.
El Observatorio Pirenaico de Cambio Climático quiere ser la plataforma de referencia sobre conocimiento en adaptación al cambio climático en ecosistemas de montaña.
Esta es una iniciativa transfronteriza de cooperación territorial de la Comunidad de Trabajo de Pirineos, lanzada en 2010 bajo la presidencia de Midi-Pyrénées.
Sus miembros son el Principado de Andorra y los Gobiernos de Nouvelle-Aquitaine, Aragón, Catalunya, Euskadi, Navarra y Occitanie. El proyecto ha sido cofinanciado al 65% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional.
EL DIARIO
El Observatorio Pirenaico del Cambio Climático presenta un informe elaborado durante dos años por expertos de Aragón, Navarra, Catalunya, Euskadi, Nouvelle-Aquitaine, Occitanie y Andorra
La temperatura media en los Pirineos ha aumentado un 30 % más (1,2º C) que la media mundial (0,85º C) en los últimos 50 años: “Es como el canario en la mina, indica que algo malo va a pasar”
“Cambios de 1,2º C en el pasado han provocado grandes efectos en los ecosistemas y con importantes impactos en la sociedad”
“Es el primer informe que se hace con tanto consenso y participación de la comunidad científica. Esperamos que las instituciones tomen medidas urgentes. El Pirineo tiene fiebre”
En 1983 había 41 glaciares en los Pirineos. Hoy hay 19. Es decir, la mitad ha desaparecido en los últimos 35 años. Mirando al futuro, incluso siendo ligeramente optimistas, “quedarán muy pocos glaciares en el Pirineo a finales de siglo”. La conclusión es de Juan Terrádez, coordinador del informe “El cambio climático en los Pirineos: impactos, vulnerabilidades y adaptación”, que presenta el Observatorio Pirenaico de Cambio Climático (OPCC).
El porvenir de los glaciares es solo una de las alertas que emanan de este pormenorizado estudio. Pero hay más, por ejemplo, que la temperatura media en los Pirineos ha aumentado un 30 % más (1,2º C) que la media mundial (0,85º C) en los últimos 50 años. También fue muy expresivo Blas Valero, investigador del Instituto Pirenaico de Ecología (CSIC), al valorar la importancia de este dato: “Cambios de 1,2º C en el pasado han provocado grandes efectos en los ecosistemas y con importantes impactos en la sociedad, es como el canario en la mina, indica que algo malo va a pasar”.
“Hay que actuar ya, con urgencia, el Pirineo tiene fiebre”, lo dice Idoia Arauzo, coordinadora del OPCC. Confía en que los datos que de manera clara pone sobre la mesa este trabajo provoque que las instituciones tomen medidas de inmediato. Y para ello incide en que es el primer informe al respecto que se realiza “con tanto consenso y participación de la comunidad científica que trabaja en los Pirineos”.
Esta “variabilidad del clima que deriva del cambio climático”, advierten en el estudio los científicos, “podría provocar un incremento de los riesgos naturales como deslizamiento de terreno, desprendimientos de roca, aludes e inundaciones”. Para más inri, el cambio climático supone “un efecto de estrés añadido que agrava las problemáticas ya conocidas en el territorio pirenaico como la despoblación, cambio de usos del suelo o falta de relevo generacional en el sector primario”.
El descenso en las precipitaciones es otra señal de alarma: hay una tendencia a la disminución que llega al 2,5 % por década. Por añadidura, la disponibilidad de los recursos hídricos es cada vez más variable “y se esperan episodios de sequía y lluvias torrenciales cada vez más intensos”. Se verá también afectada la nieve, cuyo espesor medio, explican, podría reducirse hasta un 50 % en el año 2050 en el Pirineo central y a 1.800 metros.
Las distintas especies que pueblan el Pirineo se adaptan a los cambios: algunas aves migratorias han adelantado su fecha de llegada hasta 10 días desde los años 60 y el límite superior del área de distribución de las especies de fauna de montaña en Europa ha ascendido un promedio de 11 metros por decenio.
A tenor de lo concluido, los responsables del informe establecen los 10 desafíos más importantes a los que se enfrentan los Pirineos por el cambio climático. Entre ellos, afirman que habrá que preparar a la población ante los extremos climáticos, reforzar la seguridad antes los riesgos naturales, acompañar a los actores del territorio ante las sequías o asegurar la calidad de las aguas superficiales y de las aguas subterráneas.
También incluyen la necesidad de enfrentarse a los cambios en la productividad y la calidad de los cultivos “y sacar provecho de las nuevas oportunidades”, anticipar los cambios irreversibles en el paisaje, tener presente la posible pérdida de biodiversidad y los cambios en los ecosistemas, adaptarse a los desequilibrios entre oferta y demanda de energía y enfrentarse a la propagación de enfermedades, de parásitos y de especies invasoras.
Diferentes impactos que pueden afectar al turismo. En este sentido, Terrádez recomendó la “descentralización de la actividad turística y empezar a fomentar estaciones de montaña y no solo de esquí”.
El informe se presenta estos días (12 y 13 de noviembre) en Zaragoza durante la Jornada de Riesgos Naturales y Cambio Climático que el Observatorio ha organizado en el marco del Consejo Plenario de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos (cuya Presidencia corresponde actualmente a Aragón). Una treintena de expertos presentarán los diversos capítulos y debatirán sobre cómo anticiparse a los riesgos.
PUBLICO
Un informe ha alertado de las tremendas consecuencias que el cambio climático está dejando en la cordillera pirenaica. Ejemplo de ello es que, en 35 años, han desaparecido la mitad de los glaciares y que, en 60 años, algunas aves migratorias han adelantado su fecha de llegada hasta diez días.
El informe ‘El Cambio Climático en los Pirineos: impactos, vulnerabilidades y adaptación’, coordinado por el Observatorio Pirenaico de Cambio Climático (OPCC), ha estimado que la temperatura media en la cordillera en los últimos 50 años ha aumentado un 30% más que la media mundial.
El informe ha sido presentado este lunes en Zaragoza, en el marco de la Jornada de Riesgos Naturales y Cambio Climático, por parte del profesor de investigación del Instituto Pirenaico de Ecología-CSIC, Blas Valero; el técnico del Observatorio Pirenaico de Cambio Climático de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos OPCC-CTP, Juan Terrádez; la coordinadora del OPCC-CTP, Idoia Arauzo, y el gestor de proyectos de cooperación en FORESPIR, Raphael Delpi.
Este documento refleja que la temperatura media en los Pirineos ha aumentado 1,2 grados en 50 años, mientras que la media mundial lo ha hecho en 0,85 grados. Asimismo, en los últimos 35 años, han desaparecido la mitad de los glaciares, algunas aves migratorias han adelantado su fecha de llegada hasta diez días en los últimos 60 años y el espesor medio de la nieve en el Pirineo central podría reducirse hasta un 50 por ciento.
El informe ha sido elaborado por más de un centenar de expertos de Aragón, Navarra, Cataluña, País Vasco, NouvelleAquitaine, Occitanie y Andorra, lo que supone un amplio consenso científico para el territorio pirenaico.
Con este trabajo se pretende actualizar las bases del conocimiento científico en materia de impactos y vulnerabilidad del territorio de los Pirineos, consensuar los principales desafíos a los que se enfrentan y proponer recomendaciones sectoriales para la adaptación al cambio climático en un contexto de cambio global.
El documento busca servir de apoyo para una política basada en evidencia científica. La coordinadora del Observatorio Pirenaico de Cambio Climático, Idoia Arauzo, ha explicado que, «a través de este informe, pretendemos proporcionar un documento de referencia para la comunidad científica y para los responsables de decisiones técnicas y políticas, así como el sector empresarial y toda la sociedad».
Por su parte, el coordinador del informe, Juan Terrádez, ha asegurado que «el cambio climático es ya una evidencia indiscutible. Sucede en estos momentos y en estas latitudes», al tiempo que ha marcado «un reto urgente: seguir investigando en cambio climático y adaptarnos a sus consecuencias».
Desde la Comunidad de Trabajo de los Pirineos se entiende la lucha contra el cambio climático y la adaptación a sus efectos como una oportunidad de abordar los desafíos que tienen ante sí los Pirineos, como la pérdida de biodiversidad o los cambios en los paisajes y ecosistemas.
«Es fundamental transmitir la urgencia de las medidas a tomar para limitar los efectos negativos y aprovechar las posibles oportunidades emergentes. Si somos capaces de anticipar y gestionar los cambios que se producen, podremos encontrar fórmulas para hacer compatible la actividad humana y salvaguardar la naturaleza en los Pirineos», ha agregado Arauzo.
El centenar de científicos que forman parte del proyecto han determinado que los principales desafíos a los que se enfrentarán los Pirineos durante los próximos años son preparar a la población ante los extremos climáticos; reforzar la seguridad ante riesgos naturales; acompañar a los actores del territorio ante las sequías; y asegurar la calidad de las aguas superficiales y de las aguas subterráneas.
Asimismo, este territorio deberá aprender a mantener su atractivo turístico; enfrentarse a los cambios en la productividad y la calidad de los cultivos y sacar provecho de las nuevas oportunidades; anticipar los cambios irreversibles en el paisaje; tener presente la posible pérdida de biodiversidad y los cambios en los ecosistemas; adaptarse a los desequilibrios entre oferta y demanda de energía y enfrentarse a la propagación de enfermedades, parásitos y especies invasoras.
El Observatorio Pirenaico de Cambio Climático tiene como función principal realizar un seguimiento y comprender este fenómeno en los Pirineos para ayudar al territorio a adaptarse a sus impactos. Su visión es la de ser la plataforma de referencia sobre conocimiento en adaptación al cambio climático en ecosistemas de montaña.
HERALDO DE ARAGON
El macizo se calienta un 30% más que la media mundial y la temperatura sube 1,2°C en medio siglo. Un estudio científico alerta de que el manto de nieve podría reducirse a la mitad en el año 2050.
En 1984 había contabilizados en el Pirineo 39 glaciares y hoy quedan solo 19. En otras palabras, en solo 32 años han desaparecido más de la mitad y, si no se toman medidas, en 2070 algunos de ellos se convertirán en neveros sin dinámica y a finales de siglo los expertos temen su extinción total. Es solo una de las evidencias científicas sobre las consecuencias del rápido incremento del calentamiento global en esta cadena montañosa de las que se alerta en el informe ‘El cambio climático en los Pirineos’, elaborado durante los dos últimos años por más de 100 expertos de España, Francia y Andorra.
El documento, que se presentó este lunes en Zaragoza, desglosa otros preocupantes impactos ya visibles en el macizo. La temperatura media en el último medio siglo ha aumentado 1,2°C, lo que supone un 30% más que la media mundial (0,85°C). Para finales de siglo llegará a dispararse entre 2 y 7°C, según las proyecciones. En cuanto a la evolución del manto de nieve, su espesor podría disminuir a la mitad en los próximos 30 años en el Pirineo central, a 1.800 metros de altura. Mientras, el periodo de permanencia del elemento blanco en el suelo se reduciría en más de un mes.
La flora y la fauna también lo sufren. Los bosques suben en altura medio metro por año y recolonizan los pastos de alta montaña abandonados. Además, algunas especies migratorias han adelantado su fecha de llegada hasta 10 días desde los años 60 y las poblaciones de tritón pirenaico han descendido considerablemente coincidiendo con fenómenos climáticos extremos cada vez más habituales como avenidas y sequías. El riesgo de invasiones de especies exóticas es mayor, como la plaga de la procesionaria del pino que prolifera y llega a más altura gracias a los inviernos más suaves.
El Observatorio Pirenaico de Cambio Climático, coordinador de este estudio y dependiente de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos (CTP), dará a conocer también hoy estos datos al plenario de la CTP que se reúne en el Pignatelli, con el presidente aragonés Javier Lambán al frente.
La coordinadora del Observatorio Pirenaico de Cambio Climático, Idoia Arauzo, calificó de «grave» la actual situación del Pirineo y aseguró que el cambio climático es un «factor de estrés más» que viene a sumarse a otros problemas que sufre el territorio como la despoblación y la falta de relevo generacional en el sector primario. Reclamó que este reto se incorpore «en las políticas estratégicas e infraestructuras que se planteen a medio y largo plazo» y que se siga investigando para saber cómo adaptarse al nuevo escenario.
Varios de los participantes en el informe dejaron claro este lunes que también hay «ventanas de oportunidades emergentes» a aprovechar. Juan Terrádez, técnico del Observatorio, puso de ejemplo que la extensión de la estación estival y las temperaturas más suaves en primavera y otoño pueden favorecer un aumento del destino turístico de montaña frente a las zonas de sol y playa. En el caso de la agricultura, aunque la menor disponibilidad de agua afecta negativamente a los cultivos de secano, la disminución de los días con heladas y el incremento de las temperaturas favorece la implantación en las áreas de montaña de otros más mediterráneos como la vida, el olivo y los frutales.
Diez desafíos ante el cambio climático
1. Preparar a la población para afrontar los extremos climáticos.
2. Aumentar la seguridad frente a los riesgos naturales.
3. Acompañar a los actores del territorio frente a la escasez hídrica y las sequías.
4. Garantizar la calidad de las aguas superficiales y subterráneas.
5. Mantener el atractivo turístico del Pirineo.
6. Hacer frente a los cambios en la productividad y calidad de los cultivos y aprovechar las oportunidades.
7. Prever cambios irreversibles del paisaje.
8. Considerar la pérdida de la biodiversidad.
9. Desequilibrios entre oferta y demanda energética.
10. Más dolencias raras, plagas y especies invasoras.
HERALDO DE ARAGON
Más de la mitad de los glaciares de la cordillera han desaparecido desde 1984 y solo quedan 19.
Los efectos del cambio climático son cada vez más claros. La temperatura media en los Pirineos ha aumentado 1,2 grados en los últimos 50 años, un 30% más que la media mundial, según un informe del Observatorio Pirenaico de Cambio Climático. Es preciso intensificar las políticas de respuesta a esta grave amenaza y que todas las administraciones se involucren bajo un liderazgo firme y eficaz de la comunidad internacional.
El informe ‘El Cambio Climático en los Pirineos’, elaborado por más de cien expertos de España, Francia y Andorra, confirma que la mitad de los glaciares de los Pirineos han desaparecido y apunta que el futuro de los que quedan está en entredicho. El estudio también revela una disminución de las precipitaciones de un 2,5% por década. Todos los datos recogidos y su análisis son una nueva confirmación científica, vinculada esta vez a la principal cordillera aragonesa, de los efectos del cambio climático. Si se mantiene la evolución actual, el cambio climático en los Pirineos producirá una reducción del agua disponible, lo que repercutirá en la generación de energía hidroeléctrica y en los regadíos. Además, la mayor variabilidad del clima provocará un incremento de los riesgos naturales, así como episodios de sequía y lluvias torrenciales cada vez más intensos.
Es preciso que todos tomemos conciencia de esta nueva realidad, del impacto que ya tiene sobre nuestras vidas y de la responsabilidad compartida entre los gobiernos, las empresas y los ciudadanos en cuanto consumidores y votantes. La DGA debe trabajar para que el Gobierno central elabore de una vez una ley de cambio climático. No obstante, el asunto trasciende el papel de las diferentes administraciones y de los organismos internacionales: la lucha contra el calentamiento global es también una cuestión de responsabilidad individual, un combate que nos implica a todos.
EL PERIODICO DE ARAGON
Los expertos consideran que es muy improbable que los glaciares existan a finales de este siglo. La temperatura en la cordillera sube en medio siglo cuatro décimas más que la media mundial
La temperatura media en los Pirineos ha aumentado 1,2 grados en los últimos 50 años, un 30% más que la media mundial, de 0,85 grados, según un informe del Observatorio Pirenaico de Cambio Climático (OPCC). Así se recoge en el informe El Cambio Climático en los Pirineos: impacto, vulnerabilidades y adaptación, cuyo coordinador, Juan Terrádez, señaló ayer que la mitad de los glaciares de los Pirineos han desaparecido y ha expresado sus dudas de que a finales de siglo «queden muchos glaciares» en la cordillera montañosa.
El estudio, elaborado por más de 100 expertos de España, Francia y Andorra, también revela una disminución de las precipitaciones de un 2,5% por década y vaticina una reducción de hasta un 50% del espesor de la nieve en el año 2050, que podría ser de hasta el 80% a finales de siglo «si no se actúa», afirmó Terrádez.
El coordinador del informe destacó la «escasez y variabilidad» de la disponibilidad hídrica como uno de los problemas socioeconómicos más importantes derivados del cambio climático en los Pirineos, ya que se reduce el agua disponible para la generación de energía hidroeléctrica y para los cultivos de secano, que se ven más afectados por las plagas.
Además, la mayor variabilidad del clima provoca un incremento de los riesgos naturales, como deslizamientos de tierras, desprendimientos, aludes, inundaciones e incendios forestales, así como episodios de sequía y lluvias torrenciales cada vez más intensos.
Terrádez también explicó que una de las consecuencias más relevantes para la fauna y flora de la región es “la falta de sincronía” entre especies que dependen las unas de las otras, como los insectos polinizadores y las plantas.
La coordinadora del OPCC, Idoia Arauzo, calificó de «grave» la situación actual en el Pirineo y reclamó una «actuación urgente» e
«incorporar el cambio climático en las políticas», porque «está sucediendo a una velocidad muy rápida» con las consecuencias que ello tiene.
Los Pirineos tienen «fiebre» y «es un síntoma de que algo está pasando», apuntó Arauzo, quien también detalló los diez desafíos del cambio climático en los Pirineos que se deducen del informe, entre ellos preparar a la población ante los extremos climáticos, reforzar la seguridad ante los riesgos naturales y acompañar a la población ante las sequías.
Asegurar la calidad de las aguas, mantener el atractivo turístico del Pirineo, enfrentarse a los cambios en la productividad y calidad de los cultivos, prever los cambios irreversibles en el paisaje y la posible pérdida de biodiversidad, adaptarse a los desequilibrios entre oferta y demanda energética y hacer frente a la propagación de plagas completan la lista de desafíos que se deben tener en cuenta de forma rigurosa.
La coordinadora del OPCC insistió en «reducir las emisiones contaminantes» y «adaptarse» como formas de enfrentarse a este problema y ha recordado que el cambio climático es un «factor de estrés más» del territorio, como puede ser la despoblación o la falta de relevo generacional en el sector primario.
RADIO HUESCA
El Observatorio Pirenaico de Cambio Climático habla de aumento de temperatura, disminución de nieve y de “evidencia indiscutible del cambio climático”
La temperatura media en los Pirineos ha aumentado un 30% más (1,2ºC) que la media mundial (0,85ºC) en los últimos 50 años. En los últimos 35 años han desaparecido la mitad de los glaciares de los Pirineos, algunas aves migratorias han adelantado su fecha de llegada hasta diez días desde los años 60 y el espesor medio de la nieve en el Pirineo central podría reducirse hasta un 50% según las estimaciones más optimistas. Éstos son sólo algunos de los datos que arroja el informe El Cambio Climático en los Pirineos: impactos, vulnerabilidades y adaptación.
Se trata de un documento elaborado durante los dos últimos años por más de 100 expertos de Aragón, Navarra, Catalunya, Euskadi, Nouvelle-Aquitaine, Occitaniey Andorra, que supone un amplio consenso científico para el territorio pirenaico y que ha sido coordinado por el Observatorio Pirenaico de Cambio Climático (OPCC), un proyecto POCTEFA liderado por la Comunidad de Trabajo de los Pirineos (CTP).
Pese a no generar grandes cantidades de emisiones de carbono, el Pirineo es una bioregión especialmente sensible y vulnerable a los efectos del cambio climático. Con este informe se pretende actualizar las bases del conocimiento científico en materia de impactos y vulnerabilidad del territorio de los Pirineos, consensuar los principales desafíos a los que se enfrentan y proponer recomendaciones sectoriales para la adaptación al cambio climático en un contexto de cambio global. El documento coordinado por el OPCC busca servir de apoyo para una política basada en evidencia científica. Tal y como explica la coordinadora del Observatorio Pirenaico de Cambio Climático, Idoia Arauzo, “a través de este informe pretendemos proporcionar un documento de referencia para la comunidad científica y para los responsables de decisiones técnicas y políticas, así como el sector empresarial y toda la sociedad”.
Para Juan Terrádez, coordinador del informe, “el cambio climático es ya una evidencia indiscutible. Sucede en estos momentos y en estas latitudes. Tenemos un reto urgente: seguir investigando en cambio climático y adaptarnos a sus consecuencias”.
Desde la Comunidad de Trabajo de los Pirineos se entiende la lucha contra el cambio climático y la adaptación a sus efectos como una oportunidad de abordar los desafíos que tienen ante sí los Pirineos, como la pérdida de biodiversidad o los cambios en los paisajes y ecosistemas.“Es fundamental transmitir la urgencia de las medidas a tomar para limitar los efectos negativos y aprovechar las posibles oportunidades emergentes. Si somos capaces de anticipar y gestionar los cambios que se producen, podremos encontrar fórmulas para hacer compatible la actividad humana y salvaguardar la naturaleza en los Pirineos”, añade Arauzo.
Los más de 100 científicos que han participado en este informe están de acuerdo; éstos son los 10 desafíos más importantes a los que se enfrentan los Pirineos en materia de cambio climático:
1. Preparar a la población ante los extremos climáticos
2. Reforzar la seguridad ante los riesgos naturales
3. Acompañar a los actores del territorio ante las sequías
4. Asegurar la calidad de las aguas superficiales y de las aguas subterráneas
5. Mantener el atractivo turístico de los Pirineos
6. Enfrentarse a los cambios en la productividad y la calidad de los cultivos y sacar provecho de las nuevas oportunidades
7. Anticipar los cambios irreversibles en el paisaje
8. Tener presente la posible pérdida de biodiversidad y los cambios en los ecosistemas
9. Adaptarse a los desequilibrios entre oferta y demanda de energía
10. Enfrentarse a la propagación de enfermedades, de parásitos y de especies invasoras
El informe El cambio climático en los Pirineos: impactos, vulnerabilidades y adaptación se presentará durante la Jornada de Riesgos Naturales y Cambio Climático que el OPCC organiza en el marco del Consejo Plenario de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos, este martes, día 13 de noviembre, en Zaragoza. Desde este lunes, una treintena de expertos en cambio climático y riesgos naturales debaten sobre cómo anticiparse a los riesgos naturales con los medios actuales, así como qué impacto tiene el cambio climático en los desastres naturales.
o La temperatura media entre 1949 y 2010 ha aumentado 1,2ºC y para finales del siglo podría subir entre 2 y 7,1 ºC según las proyecciones regionalizadas y dependiendo de los diferentes escenarios utilizados por el panel intergubernamental del cambio climático.
o En los últimos 35 años han desaparecido la mitad de los glaciares de los Pirineos. Esto es un ejemplo de cambio irreversible en el paisaje iconográfico del territorio.
o El indicador climático para la precipitación muestra una tendencia a la disminución de las precipitaciones del orden del 2,5% por década
o El espesor medio de la nieve podría reducirse hasta un 50% en el año 2050 en el Pirineo central y a 1.800 metros
o Algunas especies de aves migratorias han adelantado su fecha de llegada hasta 10 días desde los años 60.
o El límite superior del área de distribución de lasespecies de fauna de montaña en Europa ha ascendido un promedio de 11 metros por decenio.
o La disponibilidad de recursos hídricos es cada vez más variable y se esperan episodios de sequía y lluvias torrenciales cada vez más intensos.
o La mayor variabilidad del clima que deriva del cambio climático podría provocar un incremento de los riesgos naturales como deslizamientos de terreno, desprendimientos de roca, aludes e inundaciones.
o El cambio climático es un factor de estrés añadido que agrava las problemáticas ya conocidas en el territorio pirenaico como la despoblación, cambio de usos del suelo, falta de relevo generacional en el sector primario, entre otros
El Observatorio Pirenaico de Cambio Climático, OPCC, tiene como objetivo realizar un seguimiento y comprender el fenómeno del cambio climático en los Pirineos para ayudar al territorio a adaptarse a sus impactos. Su visión es la de ser la plataforma de referencia sobre conocimiento en adaptación al cambio climático en ecosistemas de montaña.El OPCC es una iniciativa transfronteriza de cooperación territorial en materia de cambio climático de la Comunidad de Trabajo de Pirineos (CTP), lanzada en 2010 bajo la presidencia de Midi-Pyrénées. Los miembros de la CTP, y por lo tanto del OPCC, son el Principado de Andorra y los Gobiernos de Nouvelle-Aquitaine, Aragón, Catalunya, Euskadi, Navarra, y Occitanie.
El proyecto ha sido cofinanciado al 65% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) a través del Programa Interreg V-A España-Francia-Andorra (POCTEFA 2014-2020). El objetivo del POCTEFA es reforzar la integración económica y social de la zona fronteriza España-Francia-Andorra. Su ayuda se concentra en el desarrollo de actividades económicas, sociales y medioambientales transfronterizas a través de estrategias conjuntas a favor del desarrollo territorial sostenible.
ARAINFO
El Observatorio Pirenaico de Cambio Climático presenta un informe sobre el cambio climático en los Pirineos con un amplio consenso científico, fruto de años de cooperación y trabajo conjunto, en el que se afirma que en los últimos 35 años han desaparecido la mitad de los glaciares pirenaicos
La temperatura media en los Pirineos ha aumentado un 30% más (1,2ºC) que la media mundial (0,85ºC) en los últimos 50 años. En los últimos 35 años han desaparecido la mitad de los glaciares de los Pirineos, algunas aves migratorias han adelantado su fecha de llegada hasta diez días desde los años 60 y el espesor medio de la nieve en el Pirineo central podría reducirse hasta un 50% según las estimaciones más optimistas. Éstos son sólo algunos de los datos que arroja el informe El Cambio Climático en los Pirineos: impactos, vulnerabilidades y adaptación. Se trata de un documento elaborado durante los dos últimos años por más de 100 expertos de Aragón, Nafarroa, Catalunya, Euskadi, Nouvelle-Aquitaine, Occitanie y Andorra, que supone un amplio consenso científico para el territorio pirenaico y que ha sido coordinado por el Observatorio Pirenaico de Cambio Climático (OPCC), un proyecto POCTEFA liderado por la Comunidad de Trabajo de los Pirineos (CTP).
Pese a no generar grandes cantidades de emisiones de carbono, el Pirineo es una biorregión especialmente sensible y vulnerable a los efectos del cambio climático. Con este informe se pretende actualizar las bases del conocimiento científico en materia de impactos y vulnerabilidad del territorio de los Pirineos, consensuar los principales desafíos a los que se enfrentan y proponer recomendaciones sectoriales para la adaptación al cambio climático en un contexto de cambio global. El documento coordinado por el OPCC busca servir de apoyo para una política basada en evidencia científica. Tal y como explica la coordinadora del Observatorio Pirenaico de Cambio Climático, Idoia Arauzo, “a través de este informe pretendemos proporcionar un documento de referencia para la comunidad científica y para los responsables de decisiones técnicas y políticas, así como el sector empresarial y toda la sociedad”.
Para Juan Terrádez, coordinador del informe, “el cambio climático es ya una evidencia indiscutible. Sucede en estos momentos y en estas latitudes. Tenemos un reto urgente: seguir investigando en cambio climático y adaptarnos a sus consecuencias”.
Desde la Comunidad de Trabajo de los Pirineos se entiende la lucha contra el cambio climático y la adaptación a sus efectos como una oportunidad de abordar los desafíos que tienen ante sí los Pirineos, como la pérdida de biodiversidad o los cambios en los paisajes y ecosistemas. “Es fundamental transmitir la urgencia de las medidas a tomar para limitar los efectos negativos y aprovechar las posibles oportunidades emergentes. Si somos capaces de anticipar y gestionar los cambios que se producen, podremos encontrar fórmulas para hacer compatible la actividad humana y salvaguardar la naturaleza en los Pirineos”, añade Arauzo.
Los más de 100 científicos que han participado en este informe están de acuerdo; éstos son los 10 desafíos más importantes a los que se enfrentan los Pirineos en materia de cambio climático:
Preparar a la población ante los extremos climáticos
Reforzar la seguridad ante los riesgos naturales
Acompañar a los actores del territorio ante las sequías
Asegurar la calidad de las aguas superficiales y de las aguas subterráneas
Mantener el atractivo turístico de los Pirineos
Enfrentarse a los cambios en la productividad y la calidad de los cultivos y sacar provecho de las nuevas oportunidades
Anticipar los cambios irreversibles en el paisaje
Tener presente la posible pérdida de biodiversidad y los cambios en los ecosistemas
Adaptarse a los desequilibrios entre oferta y demanda de energía
Enfrentarse a la propagación de enfermedades, de parásitos y de especies invasoras
El informe El cambio climático en los Pirineos: impactos, vulnerabilidades y adaptación se presentará durante la Jornada de Riesgos Naturales y Cambio Climático que el OPCC organiza en el marco del Consejo Plenario de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos, los días 12 y 13 de noviembre en Zaragoza. Una treintena de expertos en cambio climático y riesgos naturales presentarán diversos capítulos del informe y debatirán sobre cómo anticiparse a los riesgos naturales con los medios actuales, así como qué impacto tiene el cambio climático en los desastres naturales.
La temperatura media entre 1949 y 2010 ha aumentado 1,2ºC y para finales del siglo podría subir entre 2 y 7,1 ºC según las proyecciones regionalizadas y dependiendo de los diferentes escenarios utilizados por el panel intergubernamental del cambio climático.
En los últimos 35 años han desaparecido la mitad de los glaciares de los Pirineos. Esto es un ejemplo de cambio irreversible en el paisaje iconográfico del territorio.
El indicador climático para la precipitación muestra una tendencia a la disminución de las precipitaciones del orden del 2,5% por década
El espesor medio de la nieve podría reducirse hasta un 50% en el año 2050 en el Pirineo central y a 1.800 metros
Algunas especies de aves migratorias han adelantado su fecha de llegada hasta 10 días desde los años 60.
El límite superior del área de distribución de las especies de fauna de montaña en Europa ha ascendido un promedio de 11 metros por decenio.
La disponibilidad de recursos hídricos es cada vez más variable y se esperan episodios de sequía y lluvias torrenciales cada vez más intensos.
La mayor variabilidad del clima que deriva del cambio climático podría provocar un incremento de los riesgos naturales como deslizamientos de terreno, desprendimientos de roca, aludes e inundaciones.
El cambio climático es un factor de estrés añadido que agrava las problemáticas ya conocidas en el territorio pirenaico como la despoblación, cambio de usos del suelo, falta de relevo generacional en el sector primario, entre otros.
El Observatorio Pirenaico de Cambio Climático, OPCC, tiene como objetivo realizar un seguimiento y comprender el fenómeno del cambio climático en los Pirineos para ayudar al territorio a adaptarse a sus impactos. Su visión es la de ser la plataforma de referencia sobre conocimiento en adaptación al cambio climático en ecosistemas de montaña. El OPCC es una iniciativa transfronteriza de cooperación territorial en materia de cambio climático de la Comunidad de Trabajo de Pirineos (CTP), lanzada en 2010 bajo la presidencia de Midi-Pyrénées. Los miembros de la CTP, y por lo tanto del OPCC, son el Principado de Andorra y los Gobiernos de Nouvelle-Aquitaine, Aragón, Catalunya, Euskadi, Nafarroa, y Occitanie.
El proyecto ha sido cofinanciado al 65% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) a través del Programa Interreg V-A España-Francia-Andorra (POCTEFA 2014-2020). El objetivo del POCTEFA es reforzar la integración económica y social de la zona fronteriza España-Francia-Andorra. Su ayuda se concentra en el desarrollo de actividades económicas, sociales y medioambientales transfronterizas a través de estrategias conjuntas a favor del desarrollo territorial sostenible.
DIARIO DEL ALTOARAGON
Más de 100 expertos han elaborado un informe durante dos años y han fijado los principales desafíos a afrontar
La temperatura media en los Pirineos ha aumentado un 30% más (1,2ºC) que la media mundial (0,85ºC) en los últimos 50 años. En los últimos 35 años han desaparecido la mitad de los glaciares de los Pirineos, algunas aves migratorias han adelantado su fecha de llegada hasta diez días desde los años 60 y el espesor medio de la nieve en el Pirineo central podría reducirse hasta un 50% según las estimaciones más optimistas.
Éstos son sólo algunos de los datos que arroja el informe El Cambio Climático en los Pirineos: impactos, vulnerabilidades y adaptación. Se trata de un documento elaborado durante los dos últimos años por más de 100 expertos de Aragón, Navarra, Catalunya, Euskadi, Nouvelle-Aquitaine, Occitanie y Andorra, que supone un amplio consenso científico para el territorio pirenaico y que ha sido coordinado por el Observatorio Pirenaico de Cambio Climático (OPCC), un proyecto Poctefa liderado por la Comunidad de Trabajo de los Pirineos (CTP).
Pese a no generar grandes cantidades de emisiones de carbono, el Pirineo es una biorregión especialmente sensible y vulnerable a los efectos del cambio climático. Con este informe se pretende actualizar las bases del conocimiento científico en materia de impactos y vulnerabilidad del territorio de los Pirineos, consensuar los principales desafíos a los que se enfrentan y proponer recomendaciones sectoriales para la adaptación al cambio climático en un contexto de cambio global.
El documento coordinado por el OPCC busca servir de apoyo para una política basada en evidencia científica. Tal y como explica la coordinadora del Observatorio Pirenaico de Cambio Climático, Idoia Arauzo, «a través de este informe pretendemos proporcionar un documento de referencia para la comunidad científica y para los responsables de decisiones técnicas y políticas, así como el sector empresarial y toda la sociedad».
Para Juan Terrádez, coordinador del informe, «el cambio climático es ya una evidencia indiscutible. Sucede en estos momentos y en estas latitudes. Tenemos un reto urgente: seguir investigando en cambio climático y adaptarnos a sus consecuencias».
Desde la Comunidad de Trabajo de los Pirineos se entiende la lucha contra el cambio climático y la adaptación a sus efectos como una oportunidad de abordar los desafíos que tienen ante sí los Pirineos, como la pérdida de biodiversidad o los cambios en los paisajes y ecosistemas.
«Es fundamental transmitir la urgencia de las medidas a tomar para limitar los efectos negativos y aprovechar las posibles oportunidades emergentes. Si somos capaces de anticipar y gestionar los cambios que se producen, podremos encontrar fórmulas para hacer compatible la actividad humana y salvaguardar la naturaleza en los Pirineos», añade Arauzo.
Los más de 100 científicos que han participado en este informe están de acuerdo; éstos son los 10 desafíos más importantes a los que se enfrentan los Pirineos en materia de cambio climático:
1. Preparar a la población ante los extremos climáticos
2. Reforzar la seguridad ante los riesgos naturales
3. Acompañar a los actores del territorio ante las sequías
4. Asegurar la calidad de las aguas superficiales y de las aguas subterráneas
5. Mantener el atractivo turístico de los Pirineos
6. Enfrentarse a los cambios en la productividad y la calidad de los cultivos y sacar provecho de las nuevas oportunidades
7. Anticipar los cambios irreversibles en el paisaje
8. Tener presente la posible pérdida de biodiversidad y los cambios en los ecosistemas
9. Adaptarse a los desequilibrios entre oferta y demanda de energía
10. Enfrentarse a la propagación de enfermedades, de parásitos y de especies invasoras
El informe El cambio climático en los Pirineos: impactos, vulnerabilidades y adaptación se presentará durante la Jornada de Riesgos Naturales y Cambio Climático que el OPCC organiza en el marco del Consejo Plenario de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos, los días 12 y 13 de noviembre en Zaragoza.
Una treintena de expertos en cambio climático y riesgos naturales presentarán diversos capítulos del informe y debatirán sobre cómo anticiparse a los riesgos naturales con los medios actuales, así como qué impacto tiene el cambio climático en los desastres naturales.
El Observatorio Pirenaico de Cambio Climático, OPCC, tiene como objetivo realizar un seguimiento y comprender el fenómeno del cambio climático en los Pirineos para ayudar al territorio a adaptarse a sus impactos. Su visión es la de ser la plataforma de referencia sobre conocimiento en adaptación al cambio climático en ecosistemas de montaña. El OPCC es una iniciativa transfronteriza de cooperación territorial en materia de cambio climático de la Comunidad de Trabajo de Pirineos (CTP), lanzada en 2010 bajo la presidencia de Midi-Pyrénées. Los miembros de la CTP, y por lo tanto del OPCC, son el Principado de Andorra y los Gobiernos de Nouvelle-Aquitaine, Aragón, Catalunya, Euskadi, Navarra, y Occitanie.
El proyecto ha sido cofinanciado al 65% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) a través del Programa Interreg V-A España-Francia-Andorra (POCTEFA 2014-2020). El objetivo del POCTEFA es reforzar la integración económica y social de la zona fronteriza España-Francia-Andorra. Su ayuda se concentra en el desarrollo de actividades económicas, sociales y medioambientales transfronterizas a través de estrategias conjuntas a favor del desarrollo territorial sostenible.
PIRINEO DIGITAL
El cambio climático es más evidente en los Pirineos
La temperatura media en los Pirineos ha aumentado un 30% más (1,2ºC) que la media mundial (0,85ºC) en los últimos 50 años. En los últimos tres décadas han desaparecido la mitad de los glaciares de los Pirineos; algunas aves migratorias han adelantado su fecha de llegada hasta diez días desde los años 60 y el espesor medio de la nieve en el Pirineo central podría reducirse hasta un 50% según las estimaciones más optimistas.
El cambio climático es más evidente en los PirineosÉstos son sólo algunos de los datos que arroja el informe El Cambio Climático en los Pirineos: impactos, vulnerabilidades y adaptación. Se trata de un documento elaborado durante los dos últimos años por más de 100 expertos de Aragón, Navarra, Catalunya, Euskadi, Nouvelle-Aquitaine, Occitanie y Andorra, que supone un amplio consenso científico para el territorio pirenaico y que ha sido coordinado por el Observatorio Pirenaico de Cambio Climático (OPCC), un proyecto POCTEFA liderado por la Comunidad de Trabajo de los Pirineos (CTP).
Pese a no generar grandes cantidades de emisiones de carbono, el Pirineo es una bio-región especialmente sensible y vulnerable a los efectos del cambio climático. Con este informe se pretende actualizar las bases del conocimiento científico en materia de impactos y vulnerabilidad del territorio de los Pirineos, consensuar los principales desafíos a los que se enfrentan y proponer recomendaciones sectoriales para la adaptación al cambio climático en un contexto de cambio global.
Tal y como explica la coordinadora del Observatorio Pirenaico de Cambio Climático, Idoia Arauzo, “a través de este informe pretendemos proporcionar un documento de referencia para la comunidad científica y para los responsables de decisiones técnicas y políticas, así como al sector empresarial y toda la sociedad”.
Para Juan Terrádez, coordinador del informe, “el cambio climático es ya una evidencia indiscutible. Sucede en estos momentos y en estas latitudes. Tenemos un reto urgente: seguir investigando el cambio climático y adaptarnos a sus consecuencias”.
Desde la Comunidad de Trabajo de los Pirineos se entiende la lucha contra el cambio climático y la adaptación a sus efectos como una oportunidad de abordar los desafíos que tienen ante sí los Pirineos, como la pérdida de biodiversidad o los cambios en los paisajes y ecosistemas. “Es fundamental transmitir la urgencia de las medidas a tomar para limitar los efectos negativos y aprovechar las posibles oportunidades emergentes. Si somos capaces de anticipar y gestionar los cambios que se producen, podremos encontrar fórmulas para hacer compatible la actividad humana y salvaguardar la naturaleza en los Pirineos”, añade Arauzo.
Los más de 100 científicos que han participado en este informe están de acuerdo; éstos son los 10 desafíos más importantes a los que se enfrentan los Pirineos en materia de cambio climático:
– Preparar a la población ante los extremos climáticos
– Reforzar la seguridad ante los riesgos naturales
– Acompañar a los actores del territorio ante las sequías
– Asegurar la calidad de las aguas superficiales y de las aguas subterráneas
– Mantener el atractivo turístico de los Pirineos
– Enfrentarse a los cambios en la productividad y la calidad de los cultivos y sacar provecho de las nuevas oportunidades
– Anticipar los cambios irreversibles en el paisaje
-Tener presente la posible pérdida de biodiversidad y los cambios en los ecosistemas
– Adaptarse a los desequilibrios entre oferta y demanda de energía
– Enfrentarse a la propagación de enfermedades, de parásitos y de especies invasoras
El informe El cambio climático en los Pirineos: impactos, vulnerabilidades y adaptación se presentará durante la Jornada de Riesgos Naturales y Cambio Climático que el OPCC organiza en el marco del Consejo Plenario de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos, los días 12 y 13 de noviembre en Zaragoza. Una treintena de expertos en cambio climático y riesgos naturales presentarán diversos capítulos del informe y debatirán sobre cómo anticiparse a los riesgos naturales con los medios actuales, así como qué impacto tiene el cambio climático en los desastres naturales.
– La temperatura media entre 1949 y 2010 ha aumentado 1,2ºC y para finales del siglo podría subir entre 2 y 7,1 ºC según las proyecciones regionalizadas y dependiendo de los diferentes escenarios utilizados por el panel intergubernamental del cambio climático.
– En los últimos 35 años han desaparecido la mitad de los glaciares de los Pirineos. Esto es un ejemplo de cambio irreversible en el paisaje iconográfico del territorio.
– El indicador climático para la precipitación muestra una tendencia a la disminución de las precipitaciones del orden del 2,5% por década
– El espesor medio de la nieve podría reducirse hasta un 50% en el año 2050 en el Pirineo central y a 1.800 metros
– Algunas especies de aves migratorias han adelantado su fecha de llegada hasta 10 días desde los años 60.
– El límite superior del área de distribución de las especies de fauna de montaña en Europa ha ascendido un promedio de 11 metros por decenio.
– La disponibilidad de recursos hídricos es cada vez más variable y se esperan episodios de sequía y lluvias torrenciales cada vez más intensos.
– La mayor variabilidad del clima que deriva del cambio climático podría provocar un incremento de los riesgos naturales como deslizamientos de terreno, desprendimientos de roca, aludes e inundaciones.
– El cambio climático es un factor de estrés añadido que agrava las problemáticas ya conocidas en el territorio pirenaico como la despoblación, cambio de usos del suelo, falta de relevo generacional en el sector primario, entre otros.