Termocefalia olímpica en el país perdido

La comarca de Sobrarbe es un claro ejemplo de la apuesta por un desarrollo sostenible con más aciertos que errores, y con buenos resultados como demuestra su crecimiento poblacional de los últimos años. Desarrollo basado en la puesta en valor de sus recursos endógenos (paisaje, historia, fauna, flora, cultura, gastronomía…) mediante una multitud de iniciativas que surgen desde y para Sobrarbe. Sobrarbe es por si sola una marca de calidad como lo son los parques naturales que alberga, Ordesa y Monte Perdido, la Sierra y Cañones de Guara y el Posets-Maladeta. Estamos hablando de un desarrollo que quienes defienden el modelo Aramón esquí alpino+urbanismo depredador evidentemente no comparten, ni siquiera entienden llegando a mofarse de él definiéndolo como “el desarrollo de la mermelada”.

La nieve en Aragón es mucho más que Aramón. En Sobrarbe es esquí de fondo (Pineta y Fanlo) es esquí de travesía, son raquetas, motos de nieve e incluso iglús. Es paisaje majestuoso….y también esquí alpino en Piau Engaly, estación que pese a quien pese, cada día es más aragonesa y por ello vemos con buenos ojos el proyecto de mejorar su accesibilidad desde la cara norte del túnel internacional Bielsa-Aragounet. La apertura “sine die” del tramo carretero Yebra de Basa-Fiscal, acercará las pistas de alpino del valle del Aragón y de Tena a Sobrarbe, y que decir de Cerler, a poco más de una hora desde el centro de la comarca de Sobrarbe actualmente, y mucho más cerca si se actuara como se reivindica continuamente desde el valle de Chistau para mejorar los accesos desde este valle hacia el de Benasque. Esto son concreciones, estos son proyectos tangibles y que cuentan con un consenso total, algo necesario cuando se trata de un territorio tan frágil como es la montaña y la alta montaña.

Por ello Chunta Aragonesista rechazó en solitario en la Comarca de Sobrarbe la propuesta de resolución del Partido Popular que instaba a incluir este territorio como susceptible de desarrollar distintas actividades y deportes del programa olímpico de invierno en esa quimera que supone Zaragoza-Pirineos 2022, propia de una imaginación termocefálica, fruto de una política de escaparate, basada en la intangibilidad, la falta de rigor, la demagogia y el electoralismo.

La aventura olímpica está plagada de humo, despilfarro y continuos ridículos ante un COI que no se deja engatusar por la demagogia y la sinrazón, algo que la mayor parte de los sobrarbenses estamos convencidos lo tienen muy claro, como nosotros desde Chunta Aragonesista. Queremos que despierte el país con oportunidades de futuro, no que se pierda con nuevas amenazas.

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