El portavoz de la plataforma, Paco Iturbe, explicó en un encuentro con los medios de comunicación, a las puertas del Edificio Pigantelli en la capital aragonesa, que se trata de alegaciones individuales y colectivas que «nos han enviado a la Plataforma para que las presentemos».
El portavoz aseguró que otras asociaciones y particulares «han presentado sus alegaciones» por su parte, lo que «demuestra el gran interés e indignación que ha causado este proyecto en la sociedad», ya que va a ser uno de los proyectos que «más alegaciones reciba en los últimos años».
Paco Iturbe consideró que las alegaciones presentadas «son muchas» si se tiene en cuenta que, a su juicio, ha habido poco tiempo para alegar. Además, «invitaría a todo el mundo a acudir al Departamento de Urbanismo para que vea la cantidad de arcones de documentos que hay» sobre este proyecto y que hacen «casi imposible su consulta».
A este respecto, señaló que se solicitó la documentación en formato digital, pero «no se facilitó hasta un mes después». Por ello, la Plataforma reclamó que se alargase el plazo de información pública, pero todavía no han obtenido respuesta y, «como hoy era el último día para presentar las alegaciones, hemos decidido traer las que teníamos».
Las alegaciones son «múltiples», comentó Iturbe, y «cada organización se ha centrado en los temas que más les importaban». Así, los aspectos varían desde «la preocupación por la fauna, por el agua o por el patrimonio» aunque, a grandes rasgos, se basan «en que es un proyecto desmesurado a las puertas de un parque natural y en las cabeceras de ríos de alta montaña».
La ejecución del proyecto causaría, según Iturbe, que el paisaje de montaña se degradase. Además, mencionó la amenaza que la ampliación supondría para algunas especies como la perdiz nival.
Asimismo, manifestó que el proyecto no presenta un estudio de cambio climático que el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA) «le exigió a Aramón». Por todo ello, exigen que «se retire el proyecto o que el INAGA emita una declaración de impacto ambiental negativa», concluyó Iturbe.
DIARIO DEL ALTOARAGON
Además, unas veinte asociaciones han solicitan que el plazo de alegaciones se prologue
Miembros de agrupaciones ecologistas han presentado alegaciones contra el proyecto de ampliación de la estación de esquí de Cerler. En concreto, la Plataforma en Defensa de las Montañas ha presentado quinientas alegaciones contra este proyecto. A este número hay que sumar las alegaciones individuales y las de otras decenas asociaciones ecologistas.
Dado el número de alegaciones, Paco Iturbe, miembro de la Plataforma en Defensa de las Montañas, ha declarado que se demuestra el «gran interés y la gran indignación» que ha creado este proyecto en la sociedad. «Es un proyecto desmesurado en lo real y en el número de papeles, puesto que en Urbanismo hay arcones y arcones de documentos que hacen imposible su consulta», ha afirmado Iturbe. Desde la asociación se ha dado a conocer que se ha tardado un mes en trasladar la información en soporte digital y por esta cuestión han solicitado que se prologue un mes más el plazo de alegaciones.
Las alegaciones son múltiples, porque la información pública se ha presentado tanto al proyecto de interés general como al proyecto constructivo en sí y su estudio de impacto ambiental, ha informado Iturbe. «Cada organización se ha centrado en los aspectos de su importancia, fauna, agua, patrimonio…», ha asegurado.
Básicamente las alegaciones se han basado en que es un proyecto con unas dimensiones «desmesuradas», que se encuentra en las puertas de un parque natural y en las cabeceras de varios ríos de montañas. Lo que en opinión de Iturbe «va a disecar las cabeceras de varios arroyos de alta montaña, va a afectar a varios espacios naturales y el paisaje de alta montaña se va a ver muy degradado».
Por otro lado, Iturbe también ha transmitido que este proyecto no cuenta con un estudio de nieve con cambio climático, «una carencia que por sí sola echaría abajo el proyecto» ha manifestado. «Lo primero que se debería saber es sí hay nieve o no y no hay un estudio que lo confirme», ha concluido Iturbe.
PIRINEO DIGITAL
Este sábado, 10 de abril, finaliza el plazo para presentar alegaciones al proyecto de ampliación de la estación de Cerler por el valle de Castanesa. Por ello, este viernes, la Plataforma en Defensa de las Montañas de Aragón acudirá al registro general a entregar los centenares de alegaciones individuales que ha recogido contra el proyecto, “dando curso al sentir de muchos ciudadanos”, indican. Sin embargo, y debido a la cantidad de material que hay que consultar y a la tardanza en poner a información pública el proyecto en soporte digital, la Plataforma y, al menos, otras seis agrupaciones más solicitan que se amplíe el plazo de presentación de alegaciones.
Además de la Plataforma, se suman a esa petición Ecologistas en Acción, Asociación Naturalista de Aragón (Ansar), Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, Naturaleza Rural, Montañeros en Acción y la Asociación Cultural l´Aigúeta de la Bal.
Las razones, “la ingente cantidad de material y a lo farragoso del mismo, ay que se han juntado aspectos legales de la declaración de interés general, con aspectos constructivos y otros propiamente ambientales, además de la tardanza con que se ha recibido la copia digital”, indican desde la Plataforma.
De momento no ha habido respuesta y este mediodía, 24 horas antes de que finalice el plazo, la Plataforma entregará las que ella ha recibido. “Muchos ciudadanos que han preferido canalizar sus alegaciones por medio de la Plataforma”, indican desde el colectivo.
Además, explican que ellos no son los únicos, “nos consta que otras muchas organizaciones están haciendo lo mismo, tanto recogiendo alegaciones individuales como presentando alegaciones colectivas”. Algo que convierte al proyecto de ampliación de Cerler por Castanesa, “en uno de los proyectos más controvertidos socialmente de los últimos años en Aragón”.
Por su parte, el consejero de Industria del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga, defendía en las Cortes de Aragón el proyecto asegurando que, “es la manera de garantizar la continuidad de Cerler”. Entre otros aspectos, destacó las ventajas que generará la ampliación, como el disponer de una nueva entrada para captar clientes del mercado mediterráneo, de Cataluña y Valencia, en concreto.
La Plataforma en Defensa de las Montañas reclama que se retire el proyecto por sus graves afecciones.
La Plataforma en Defensa de las Montañas presentó ayer en el registro del Gobierno de Aragón casi un millar de alegaciones individuales contra la ampliación de la estación de esquí de Cerler por el valle de Castanesa en las que se pide su retirada por las afecciones graves que implicaría.
Paco Iturbe, uno de los portavoces de la plataforma, que abandonó la Mesa de las Montañas precisamente por los avances en los trámites administrativos de la ampliación, declaró que el número de alegaciones presentadas da idea de la «gran indignación» social que ha provocado el proyecto. Iturbe comentó que las 982 alegaciones presentadas ayer son una «parte minúscula» de las registradas de manera individual y por decenas de organizaciones, entre ellas el propio CSIC, el Colegio de biólogos, Coagret, Apudepa y partidos políticos. Iturbe abogó por que se prorrogue el plazo para presentar alegaciones ya que dadas las dimensiones del proyecto de Castanesa, solo pudo estudiarse en soporte digital, un mes más tarde de su salida a información pública.
El abanico de alegaciones contra este proyecto de dimensiones «desmesuradas», según dijo, es «múltiple» e inciden en aspectos como las graves afecciones que producirá en varios espacios naturales, de manera directa al Lugar de Interés Comunitario (LIC) Río Isábena e indirecta al Parque Natural de Posets-Maladeta, y a varias cabeceras de ríos.
Según Iturbe, desecará varios arroyos, el paisaje de montaña se verá muy degradado, habrá construcciones en cotas de muy alta montaña, como una cafetería a 2.300 metros en el collado de Tous, y también afectará a especies en peligro de extinción, como la perdiz nival, que tiene una importante población en la zona. Se trata además de un área osera y la ampliación afectaría también a quebrantahuesos y a varias especies de flora. Por otro lado, hay yacimientos medievales del Camino de Santiago que desaparecerían según Apudepa.
Sin estudio climático
Pero además, el proyecto se tendría que «venir abajo» solo por el hecho de que carece de un estudio para verificar si esa estación tendrá o no nieve con el cambio climático que el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA) exigió de manera preceptiva a la promotora de la ampliación, Aramón (sociedad participada al 50% por el Gobierno de Aragón e Ibercaja). Hay también una queja «latente» por este asunto ante la Unión Europea. Además, recordó que el Plan General de Ordenación Urbana del municipio de Montanuy, en el que se prevé construir unas 4.000 viviendas en un valle de unos 300 habitantes para atender la ampliación, está pendiente de resolución del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA).
La Plataforma en Defensa de las Montañas ha presentado en el Gobierno de Aragón casi un millar de alegaciones individuales contra la ampliación de la estación de esquí oscense por el valle de Castanesa. En ellas se pide la retirada del proyecto por las graves afecciones que implicaría.
Paco Iturbe, uno de los portavoces de la plataforma, que abandonó la Mesa de las Montañas precisamente por los avances en los trámites administrativos de la ampliación, ha declarado a los medios de comunicación que el número de alegaciones presentadas da idea de la «gran indignación» social que ha provocado el proyecto, que es «imposible», a su juicio, que cuenta con una declaración de impacto ambiental positiva.
El abanico de alegaciones contra este proyecto de dimensiones «desmesuradas», ha dicho, es «múltiple» e inciden en aspectos como las graves afecciones que producirá en varios espacios naturales, de manera directa al Lugar de Interés Comunitario Río Isábena e indirecta al Parque Natural de Posets-Maladeta, y a varias cabeceras de ríos.
Según Iturbe, desecará varios arroyos, el paisaje de montaña se verá muy degradado, habrá construcciones en cotas de muy alta montaña, como una cafetería a 2.300 metros en el collado de Tous, y también afectará a especies en peligro de extinción, como la perdiz nival, que está dentro del ámbito de la estación y que desaparecerá.
Pero además, el proyecto se tendría que «venir abajo» sólo por el hecho de que carece de un estudio para verificar si esa estación tendrá o no nieve con el cambio climático que el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA) exigió de manera preceptiva a la promotora de la ampliación, Aramón (sociedad participada al 50 por ciento por el Gobierno de Aragón e Ibercaja).
En las alegaciones se pide la retirada del proyecto o que el INAGA declare negativa la declaración de impacto ambiental, pero si no son atendidas, sigue abierta la vía de presentar una queja ante la Unión Europea.
Además, ha recordado que el Plan General de Ordenación Urbana del municipio de Montanuy, en el que se prevé construir unas 4.000 viviendas en un valle de unos 300 habitantes para atender la ampliación, está pendiente de resolución del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA).
En el caso de que el TSJA decida anular el plan urbanístico, ha afirmado Iturbe, la ampliación también «desaparecería» como tal porque se sustenta «exclusivamente» en el urbanismo para transformar el valle.
Iturbe ha comentado que las 982 alegaciones presentadas hoy son una «parte minúscula» de las registradas de manera individual o por decenas de organizaciones, con lo que va a ser una de las iniciativas que más pegas reciba por parte de la sociedad en los últimos años a pesar de la «premura», por el escaso tiempo que ha habido para estudiar este proyecto, con «arcones» llenos de documentos que han hecho prácticamente imposible «hincarle el diente».
Más de mil alegaciones se han presentado al proyecto de ampliación de la estación de esquí de Cerler propuesto por Aramón, cuyo plazo oficial termina hoy, y la mayor parte de ellas basadas en criterios medioambientales y en los criterios aprobados por la Mesa de las Montañas.
Miembros de la Plataforma en Defensa de las Montañas acudieron ayer con un total de 982 documentos individuales de ciudadanos que se las habían enviado a título personal. A estos hay que sumar los centenares ya entregados directamente, las recogidas por otras organizaciones y las presentadas por decenas de asociaciones y partidos políticos, como CHA e IU, Coagret o Apudepa. Una cantidad que ha desbordado toda previsión.
«Tanto el movimiento de tierras, cuantificado en al menos 1.861.526 metros cúbicos, como la rebaja en Tous de siete metros de la cresta incumplen el criterio de que se debe adaptar al relieve de la montaña. También el que las instalaciones habrán de ser reversibles, puesto que la cafetería diseñada por Norman Foster no lo es», explica Paco Iturbe, de la Plataforma en Defensa de las Montañas.
Otros aspectos que se critican es que va en contra del dictamen del Instituto Pirenaico de Ecología que recomienda no hacer construcciones permanentes por encima de la cota de 2.000 metros en el Pirineo, fundamentándolo en estudios científicos que fueron entregados en la Mesa de las Montañas.
Asimismo, recuerdan que carece de rigor técnico. «El estudio nivológico es incompleto. Falta una valoración exhaustiva del impacto hidrológico en las cabeceras de los ríos Isabena, Baliera y Llauset que verán afectada la calidad de su agua, turbidez, vertidos de depuradoras y afecciones a la fauna asociada», puede leerse en algunas de estas alegaciones.
«El Inaga marcó un estudio de la nieve que no está. Por lo que pedimos como mínimo que se incorpore. Es chocante que un proyecto de estación de esquí no incluya al menos el cambio climático y sus consecuencias sobre la capa de nieve», añade Iturbe.
La Plataforma en Defensa de las Montañas presentó hoy en el Registro del Gobierno de Aragón, en Zaragoza, un total de 982 alegaciones en contra del proyecto de ampliación de la estación de esquí de Cerler por el valle de Castanesa.
La Plataforma en Defensa de las Montañas presentó hoy en el Registro del Gobierno de Aragón, en Zaragoza, un total de 982 alegaciones en contra del proyecto de ampliación de la estación de esquí de Cerler por el valle de Castanesa.
El portavoz de la plataforma, Paco Iturbe, explicó en un encuentro con los medios de comunicación, a las puertas del Edificio Pigantelli en la capital aragonesa, que se trata de alegaciones individuales y colectivas que «nos han enviado a la Plataforma para que las presentemos».
El portavoz aseguró que otras asociaciones y particulares «han presentado sus alegaciones» por su parte, lo que «demuestra el gran interés e indignación que ha causado este proyecto en la sociedad», ya que va a ser uno de los proyectos que «más alegaciones reciba en los últimos años».
Paco Iturbe consideró que las alegaciones presentadas «son muchas» si se tiene en cuenta que, a su juicio, ha habido poco tiempo para alegar. Además, «invitaría a todo el mundo a acudir al Departamento de Urbanismo para que vea la cantidad de arcones de documentos que hay» sobre este proyecto y que hacen «casi imposible su consulta».
A este respecto, señaló que se solicitó la documentación en formato digital, pero «no se facilitó hasta un mes después». Por ello, la Plataforma reclamó que se alargase el plazo de información pública, pero todavía no han obtenido respuesta y, «como hoy era el último día para presentar las alegaciones, hemos decidido traer las que teníamos».
Las alegaciones son «múltiples», comentó Iturbe, y «cada organización se ha centrado en los temas que más les importaban». Así, los aspectos varían desde «la preocupación por la fauna, por el agua o por el patrimonio» aunque, a grandes rasgos, se basan «en que es un proyecto desmesurado a las puertas de un parque natural y en las cabeceras de ríos de alta montaña».
La ejecución del proyecto causaría, según Iturbe, que el paisaje de montaña se degradase. Además, mencionó la amenaza que la ampliación supondría para algunas especies como la perdiz nival.
Asimismo, manifestó que el proyecto no presenta un estudio de cambio climático que el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA) «le exigió a Aramón». Por todo ello, exigen que «se retire el proyecto o que el INAGA emita una declaración de impacto ambiental negativa», concluyó Iturbe.