Pyrenair quiere volver a volar, pese a dejar en tierra la temporada pasada a 1.800 pasajeros
Las fechas, de hecho, ya están fijadas: entre el 1 de enero y el 8 de abril de 2012; y el número de vuelos, también, unos 100 desde Madrid, La Coruña y Palma de Mallorca. Pero para tomar la decisión de continuar sus operaciones todavía les falta algo que consideran «clave»: que Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena), empresa pública adscrita al Ministerio de Fomento, o el Gobierno de Aragón, definan qué modelo de aeropuerto quieren así como la mejora de algunos servicios «básicos» como el transporte público con el aeropuerto.
La compañía trabaja en la nueva campaña pero, según afirma, las administraciones públicas siguen sin hacer los deberes. De hecho, de las conclusiones de la reunión que se celebró el pasado 21 de febrero en el Gobierno de Aragón liderada por la consejera de Presidencia ahora en funciones, Eva Almunia, nada más se ha sabido. Ni se ha creado con Aena el comité de rutas de Aragón para trabajar por los tres aeropuertos aragoneses ni se ha creado la sociedad promotora del aeropuerto, a la que estará vinculada la nueva Prodesa como sociedad de desarrollo del Alto Aragón.
«No podemos volar en las mismas condiciones que esta pasada temporada porque volverá a pasarnos lo mismo», asegura el presidente de Pyrenair, Hugo Puigdefábregas, que anuló los vuelos del último mes por «falta de liquidez». No obstante, está previsto que próximamente se reúna el consejo de administración para decidirlo. «Lo que no podemos hacer es tirar para adelante igual porque matemáticamente no podemos. Lo que no puede ser es que esquiar en el Pirineo cueste más que ir a los Alpes», señala Puigdefábregas al tiempo que se queja de los precios de los hoteles así como del transporte por falta de servicios públicos.
En primer lugar, indica que las instituciones se tienen que plantear qué aeropuerto quieren así como atar todos los flecos que quedan sueltos como la logística o la promoción. «Hasta ahora me he encargado de promocionar en Galicia, por ejemplo, la existencia del aeropuerto de Huesca, porque es lo primero que hay que explicar antes de vender billetes. Pero creo que es una tarea que no me corresponde», indica. Al mismo tiempo, urge a las administraciones a que trabajen en el impulso del aeropuerto para agilizar su trabajo de cara a que sus ofertas puedan entrar en los catálogos de los touroperadores que se imprimen en agosto. «Sin estar en los catálogos, es difícil que las operaciones tengan éxito», indica.
En ese encuentro institucional convocado por Almunia, participaron también el director de Aena, Javier Marín, el secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán, el hasta ayer alcalde, Luis Felipe, así como los representantes de la Cámara de Comercio y la Confederación Empresarial Oscense. Sin embargo, todo se ha quedado en el aire. El Gobierno de Aragón insistió en que tenía que ser Aena la impulsora del comité de rutas mientras esta última empresa aseguró que debía ser a la inversa.
Cuatro meses después de que Pyrenair provocara la crisis en el aeropuerto de Huesca el pasado 15 de febrero, con la cancelación sin previo aviso de los vuelos del último mes de la temporada de invierno prevista, el futuro de las instalaciones aeroportuarias de Huesca sigue en el aire.
Las apuestas iniciales del Gobierno socialista de la DGA, ahora en funciones, eran el impulso de los vuelos comerciales para traer esquiadores al Pirineo así como el impulso del tradicional uso deportivo y de formación. En cuanto a este último, fue a finales de enero cuando la empresa Top Fly con sede en Sabadell, que enseñaba a pilotos chinos, cerró su escuela en Huesca. Ahora, deberá ser la nueva DGA quien marque las líneas.