Pyrenair ha recibido 2,7 millones de la dga en cuatro años para 19.000 viajeros

Cada viajero que se ha subido a un avión de Pyrenair le ha costado 144 euros de media al Gobierno de Aragón durante los cuatro años que ha operado en Huesca. La compañía recibió la mayor cantidad de ayudas en 2010, año en el que transportó a más turistas y en el que la repercusión fue de 125 euros. El desembolso por pasajero triplica al que tuvo que hacer el año pasado la DGA y el Ayuntamiento de Zaragoza para garantizar los vuelos de Air Nostrum (41,8 euros) y llega a multiplicar por 15 la repercusión de la subvención a Ryanair (8,1 euros).

El Ejecutivo ha gastado en el aeropuerto casi 3 millones de euros desde 2007, de los que 2,75 han sido ayudas directas a Pyrenair a través de convenios de promoción turística, para transportar a unos 19.000 viajeros, según la estadística oficial. De ellos, quedan pendientes de pago los 300.000 euros de esta temporada, cancelada sin previo aviso a un mes de su finalización. Ahora, la pregunta que queda en el aire es si se pagarán.

Andorra reclamará las ayudas

Por su parte, el portavoz del Gobierno de Andorra, Bruno Bartolomé, anunció ayer que emprenderá acciones legales contra Pyrenair por la decisión «unilateral» de suspender los vuelos desde Lérida-Alguaire, ya que firmaron un convenio de promoción para que llevara esquiadores a las estaciones andorranas por 130.000 euros.

Por su parte, el presidente de Pyrenair, Hugo Puigdefábregas, aseguró que quieren retomar la actividad en Huesca el año próximo. El consejo de administración de la compañía se reunirá previsiblemente mañana para tomar la decisión. La caída de la demanda por el estado de la nieve es una de las razones que han llevado al cierre pero principalmente «la falta de liquidez» para hacer frente a los pagos de cada vuelo mientras que las touroperadoras les pagan meses después. Según Puigdefábregas, les faltaban 150.000 euros para asegurar la campaña pero no han podido obtener un crédito.

Ni siquiera ese convenio ya firmado con el Gobierno de Aragón de 300.000 euros les ha servido como aval, comentó el presidente. Por ello, se decidió la cancelación de todos los vuelos que quedaban hasta el 11 de marzo, con unas 1.800 plazas ocupadas. Desde la consejería de Industria apuntaron ayer que el pago de la subvención dependerá de la memoria de justificación de la empresa.

Por su parte, Hugo Puigdefábregas aseguró que «no tiene por qué haber problema porque el convenio no está sujeto a las operaciones» sino que se trata de un acuerdo de promoción que va mucho más allá. Según explicó, los aviones que utiliza están rotulados con la imagen de ‘Turismo de Aragón’ y no solo hacen las rutas de Huesca. De hecho, recordó que durante el mundial uno de ellos hizo varios viajes a Sudáfrica.

El departamento de Industria ha destinado desde 2007 un total de 2.235.000 euros al aeropuerto de los que 2.050.000 han sido ayudas directas a Pyrenair a través de convenios de promoción turística. En las dos temporadas anteriores, también recibió 500.000 euros un año y 200.000 al siguiente del departamento de Economía. Sin embargo, desde esta área no comprometieron su ayuda para este año, detalla Puigdefábregas.

Entre los años 2009 y 2010 fue cuando más dinero recibió pero también cuando transportó más viajeros. En total, desde que la compañía inició sus operaciones el 5 de diciembre de 2007 hasta enero de este año han pasado 19.111 pasajeros por Huesca-Pirineos (también se incluyen los de la ruta de Londres de Aramón).

La subvención a los vuelos de Zaragoza, a cambio de publicidad, se aportó a través de la sociedad promotora. Air Nostrum ha dejado de operar tras la finalización del contrato, que le garantizó el cobro de 4,9 millones en los dos últimos años. Mientras, Ryanair renovó el suyo, con una aportación de 3 millones en 2010. La compañía valenciana transportó a 58.784 viajeros y la irlandesa, a 370.485. La tercera empresa con apoyo público, Wizz Air, se estrenó a mediados de año y se le garantizarán 750.000 euros anuales.

Pyrenair ha recibido también el apoyo del gobierno de la Generalitat de Cataluña para la temporada que comenzó en Lérida el pasado 23 de enero y que solo dos semanas después canceló. En el primer caso, según Puigdefábregas, se pactó que la Generalitat asumía los gastos variables como las tasas, que estima en unos 30.000 euros, por lo que no hubo ayuda directa. En este caso, el Gobierno no se ha pronunciado.

A pesar de los problemas de liquidez, Puigdefábregas aseguró que el pasado año casi consiguieron equilibrar los ingresos y los gastos y que el objetivo para esta temporada era recuperar el 80% de las pérdidas acumuladas, cantidad que no quiso desvelar. Pero ahora sus planes se han truncado.

 

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