Montanuy pide medidas para asentar población en el pirineo

El pasado día 8 de marzo se inició en el municipio de Montanuy un incendio que pasados ocho días se ha dado por controlado pero aún no extinguido oficialmente. Desde el consistorio aseguran que el peor incendio forestal de su historia «se ha cobrado una cara factura en paisaje, masa forestal y en el ánimo de los pocos habitantes del municipio».

El Ayuntamiento de Montanuy ha emitido un manifiesto en el que agradece toda la ayuda y solidaridad recibida para sofocar el fuego que arrasó 1.600 hectáreas en el  valle de Castanesa y solicita que se abra un proceso de reflexión sobre la gestión territorial y forestal en el medio rural y de montaña y que se apliquen políticas transversales con actuaciones, que tomando como eje principal la actividad agro-ganadera tradicional y una gestión forestal coherente, explore otros campos de actividad económica como el esquí o actividades de montaña que asiente población.

«Si no logramos mantener unos pueblos habitados y un territorio cultivado este no será más que el inicio de un rosario de desastres naturales de este tipo que desgraciadamente se irán repitiendo», explica el manifiesto

Desde el consistorio añaden que a pesar del desastre natural, las cosas habrían podido ser peor de no ser «por el comportamiento sereno y responsable de la escasa población de estos pueblos y de los ganaderos», que pusieron a disposición todos sus medios, tractores y cubas de agua, para luchar contra el fuego. También resultó crucial en estos primeros momentos la «ayuda de la población que acudió de forma masiva y espontánea de los pueblos vecinos aragoneses y catalanes».

El hecho de que aún quede vida y actividad ganadera, mayoritaria en el municipio, ha resultado clave para evitar que los núcleos fuesen pasto de las llamas.

Fue gracias a este primer combate librado contra el fuego por los vecinos, lo que salvó de las llamas, los pueblos de Fonchanina, Castanesa, Ardanuy, Erbera, Benifons, Noales, Ribera y Señíu cuyos vecinos tuvierón que ser evacuados de sus casas y que hoy, a pesar del desastre natural ocurrido, no tenemos que lamentar victimas personales.

Por ello es de justicia reconocer el coraje y compromiso cívico de los pocos vecinos que quedamos en estos pueblos, que actuamos en esos primeros momentos del fuego y que después nos pusimos a disposición del mando de los servicios de extinción. Con un despliegue nunca visto en esta zona, con más de 300 efectivos, pertenecientes a Bomberos, Agentes Rurales, Guardia Civil y Unidad Militar Especial (UME).

El Ayuntamiento de Montanuy explica en la nota que la situación «nos ha hecho reflexionar y darnos cuenta de algunos aspectos de vital importancia para el territorio»:

De la importancia de que aun quede algo de vida en estos pueblos, ha resultado capital para que estos no fueran pasto de las llamas, esto nos debería hacer reflexionar sobre la importancia de mantener habitados estos núcleos con un mínimo de población activa y no solo con una escasa población de avanzada edad.

 El incendio también ha puesto de relieve la importancia de la actividad ganadera en el territorio, el cultivo de prados, con la limpieza de márgenes que han actuado de verdaderos y casi únicos cortafuegos válidos, se ha visto que es vital en estos incendios. Entendemos que se deben cambiar las políticas medioambientales de protección del monte, con mayor participación y respeto a los ganaderos, que al fin y al cabo con el cultivo de sus fincas son los verdaderos gestores del medio y además tienen experiencia.

  ambién ha sido evidente la importancia de contar con infraestructuras adecuadas. La nueva carretera de acceso a los pueblos del valle de Castanesa ha sido de vital importancia para poder evacuar en un primer momento a la población, acceder con rapidez a los medios de extinción (en un primer momento hacia los pueblos y más tarde a la zona de Seu de Dalt). Por eso, desde el Ayuntamiento agradecen a la Diputación Provincial su aportación técnica, económica y jurídica en todo el proceso de construcción de esta carretera y su compromiso con este ayuntamiento en continuar la mejora de los accesos a los núcleos de población de todo el municipio. Igualmente la mejora de la carretera a Montanuy ha servido para poder instalar con seguridad el centro de control de incendio en Montanuy en los últimos días del operativo de extinción.

Por eso en este momento que salimos del infierno de las llamas con gran parte de nuestro territorio quemado, queremos :

1.- En nombre de los vecinos de nuestros pueblos, tanto del valle de Castanesa como de los pueblos del Noguera Ribagorzana, el inmenso agradecimiento por toda la ayuda y solidaridad recibida, tanto de la población civil como del impresionante dispositivo de equipos de extinción, así como de las administraciones (Comarca, Diptuación, Gobierno de Aragón y Administración del Estado) que han participado y coordinado la extinción del incendio.

2.- Que se hace necesario abrir un proceso de reflexión sobre la gestión territorial y forestal en el medio rural y de montaña, que analice de verdad como se debe proteger el medio ambiente contando con la voz del territorio.

3.- Ahora el fuego ha quemado gran parte de nuestro territorio, con ello muchas de las pocas esperanzas de supervivencia de nuestros pueblos, que a duras penas se mantienen vivos con unas pocas explotaciones ganaderas y algo de turismo rural ligado a estas mismas explotaciones.

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