Según explicó Ecologistas en Acción a través de un comunicado, el borrador de la Carta de las Montañas, única propuesta emitida en 2002 para la protección genérica de las montañas españolas y su compatibilización con el bienestar de sus habitantes, continúa sin ser aprobada cuatro años después de ser emitida por el Ministerio de Medio Ambiente.
La situación en estas áreas es, en opinión de la organización, cada vez más preocupante ya que están, cada vez con más frecuencia, en el punto de mira de proyectos de explotación «insostenibles».
«Lejos de mejorar la sensibilidad de las autoridades ambientales y de los responsables políticos respecto a las importantes funciones ecológicas, sociales y económicas que desempeñan los sistemas naturales de las montañas, estas áreas están, cada vez con más frecuencia, en el punto de mira de proyectos de explotación insostenible de sus recursos y espacios, justificados por sus promotores con el argumento de la dinamización económica de las áreas rurales y la provisión de empleo para sus habitantes», argumentan.
Según Ecologistas, detrás de la mayoría de los proyectos de urbanización de zonas montañosas se esconde «la presión urbanística y especuladora, que generalmente está vinculada con la creación o ampliación de estaciones de esquí y otras promociones deportivas y recreativas diseñadas para el uso multitudinario, con el aliciente de la alta calidad paisajística y a menudo la vecindad de espacios naturales protegidos».
Según denuncian numerosos colectivos, en algunos casos los intereses económicos están llevando al extremo de forzar cambios en la legislación ambiental de estos espacios para permitir la construcción de este tipo de complejos.
La jornada reivindicativa ha transcurrido sin incidentes, y sólo en Madrid, más de 200 personas ascendieron a la cumbre del Peñalara, que con sus 2.428 metros es la más alta de la Comunidad de Madrid, para reivindicar la urgente protección de las montañas españolas.