Dicho cierre afecta de forma importante al transporte sanitario y de viajeros entre ambas poblaciones y deja a Ansó prácticamente incomunicada con el único y difícil acceso invernal de un estrecho desfiladero. Así se resume el moderno y desarrollista modelo que para las zonas de montaña propugna la actual Administración aragonesa.
Por esta y otras muchas razones, 30.000 aragoneses defenderemos próximamente en las Cortes aragonesas una iniciativa legislativa popular que proteja y desarrolle efectivamente las zonas de alta montaña aragonesas, en vez de provocar más despoblación en unas zonas y especulación en otras.