Zaragoza.- «El crecimiento urbanístico en el Pirineo es insostenible y es necesaria una legislación en defensa de las montañas». Ésta es la idea que defienden los convocantes de la manifestación que hoy ha tenido lugar por las calles de la capital aragonesa, y a la que se han sumado numerosos colectivos, hasta llegar al millar de personas.
El representante de la Plataforma en Defensa de las Montañas, Francisco Iturbe, ha explicado que con esta manifestación se está exigiendo una ley que marque unas reglas del juego. Ni siquiera se pide que sea muy proteccionista ni poco proteccionista, simplemente que ponga unas pautas”. Con estas palabras Iturbe ha querido resaltar que hay que impedir que exista esta situación en la que los únicos beneficiarios son las especuladoras urbanísticas y los grandes perjudicados son los paisajes de montaña, que poco a poco se van perdiendo.
Todo el espectro de la sociedad aragonesa ha estado representado en esta protesta, ha apuntado Iturbe. Han apoyado esta marcha, según sus palabras, clubs de montaña, asociaciones ecologistas, grupos de habitantes de la montaña, sindicatos, partidos políticos y entidades vecinales, entre otras formaciones.
La representante de CHA, Yolanda Echeverría, ha subrayado que el Gobierno de Aragón sufre “cierto déficit democrático por no haber aceptado la voluntad de miles de aragoneses que se han manifestado a favor” en la calle en un día desagradable debido al viento.
Refiriéndose al incumplimiento del Gobierno de crear una legislación que contemple las montañas, Echeverría ha expresado que es “una ley necesaria” y “no se trata de restringir nada” sino de saber qué es lo que se quiere hacer del territorio de la Comunidad.
Manifestación sonora y variopinta
A la cabeza de manifestación le seguían tres personas que portaban una pancarta donde se podía leer “Despreciamos a 30.000 aragoneses”, haciendo alusión a la iniciativa ciudadana que tras conseguir ese número de firmas fue rechazada en las Cortes. Portaban caretas del presidente de la Comunidad, Marcelino Iglesias; el vicepresidente, José Ángel Biel, y el consejero de Medio Ambiente, Alfredo Bone. Detrás ha marchado “la cofradía del ladrillo”, un grupo de personas ataviadas como monjes con ladrillos atados a los pies.
También han intervenido diversos grupos de animación de calle que han hecho sonar instrumentos de percusión o cazuelas durante todo el recorrido y un grupo de personas en bicicleta.
“Conservando el Pirineo apostamos por el futuro” o “Acuérdate de tu sueño de niño de escalar” son algunos de los eslóganes de las numerosas pancartas que han portado los manifestantes.
El final de la marcha ha tenido lugar en la plaza de España, donde José Luis Corral, reconocido escritor y catedrático, ha leído un manifiesto en pro de las montañas de Aragón.