Los demandantes consideran que la sentencia, basada en que se ha cumplido la finalidad específica de los contratos, no contempla su “pérdida patrimonial”, ya que está pendiente la devolución por parte de Aramón del diez por ciento urbanizado de los terrenos que vendieron a finales de los setenta para construir la estación.
En la sentencia se reconoce que la empresa pagó en 1967 lo estipulado en los contratos de compraventa con el compromiso de desarrollar la estación, como ha hecho en las últimas décadas. Esos documentos, sin embargo, llevaban aparejado un negocio “de carácter complejo y mixto” por el que se les devolvería a los antiguos propietarios el diez por ciento de los terrenos una vez urbanizados. El juez considera que esto no se ha cumplido porque “ha devenido imposible su cumplimiento” y no por la falta de voluntad de Aramón.
Sin embargo, Fernando Rivarés, uno de los abogados de los vecinos, anunció que “presentaremos el anuncio de apelación el martes y, de ahí, nos emplazarán para acudir a la Audiencia de Huesca”. Considera que “no se ha fijado un plazo para el cumplimiento del vínculo contractual y han pasado cuarenta años”.
Los demandantes, que solicitaban la devolución de unas 32 hectáreas valoradas en más de 84 millones, concluyeron que “la argumentación del fallo no nos convence porque no negamos que la estación es un beneficio para la zona pero no para nuestros clientes”, dijo Rivarés. De los 18 propietarios que vendieron hace cuarenta años, en estos momentos son casi 40 los que se han sumando a la demanda ya que la mayoría han muerto y ahora son sus hijos los que reclaman esas compensaciones.
Por otra parte, respecto a la denuncia de la Fiscalía ante el Juzgado de Barbastro de las operaciones urbanísticas desarrolladas por el Concejo de Montanuy y Aramón sobre Castanesa, desde el holding reiteraron su “ respeto a las decisiones judiciales”.