Los montañeros con las montañas aragonesas

Demasiadas veces hemos asistido a la destrucción de hermosos parajes de montaña bajo el pretexto de favorecer el desarrollo de las comunidades de montaña, cuando quizás con unas medidas correctoras adecuadas hubiera sido posible minimizar los impactos negativos a limites tolerables; demasiadas veces hemos comprobado que al actuar sobre un medio tan frágil como la montaña se opta por una política de hechos consumados, por la realización de actuaciones aisladas pero sucesivas cuyos impactos se van sumando en progresión constante, produciendo un deterioro ambiental cada vez más irreversible, cuando una ordenación del espacio que contemplara también aquellos valores que se considera necesario preservar, hubiera permitido un desarrollo más armónico, equilibrado y respetuoso con el medio natural.

Los montañeros no podemos entender como la ampliación de la estación de esquí de Formigal que se está desarrollando sin tener minimamente en cuenta las grandes afecciones que la misma tiene en un ecosistema tan frágil como el del valle de Espelunciecha y sin respetar siquiera los limites de la Reserva de la Biosfera, pueda favorecer la seguridad y comodidad de los practicantes del esquí cuando se instalan telesillas en zonas muy proclives a los aludes y el nuevo aparcamiento se sitúa en una zona de deslizamiento de tierra.

Los montañeros no debemos permanecer impasibles a esta nueva agresión a nuestras montañas aragonesas. Han tardado millones de años en ser como son y no podemos consentir que la codicia de aquellos que únicamente ven en ellas un beneficio económico inmediato, las destrocen, las llenen de asfalto y de hierros y las rodeen de urbanizaciones y de cemento.

Si dejamos pasar estas actuaciones y no demostramos nuestra rabia y nuestra oposición a la destrucción sistemática de nuestros espacios naturales, la codicia y la especulación ya apuntan a otros lugares tan bellos como son las montañas de Bielsa o de Chistau, los valles de Castanesa o las maravillosas sierras de Teruel.

Y que mejor manera de demostrarlo que haciendo lo que realmente sabemos hacer los montañeros. Recorrer el próximo día 19 de Marzo el valle de Espelunciecha y decir a todo el que quiera oírnos que nosotros defendemos su inclusión en el Parque Natural del Anayet y que exigimos su inmediata creación.

José Racaj Abad
Presidente del Club Montañeros en Acción

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