Los alcaldes del valle del Aragón hicieron ayer un frente común y lanzaron un ultimátum al Gobierno aragonés y a Explotaciones Turísticas Candanchú S. A. (Etuksa) para que lleguen a un acuerdo económico antes de final de mes que garantice la apertura de esta estación la próxima temporada y su continuidad en el futuro. En caso contrario, amenazaron con «dar guerra» convocando movilizaciones «en defensa de nuestros pueblos y de nuestra gente porque el cierre de Candanchú pondría en peligro la supervivencia del valle».
Así lo anunciaron ayer los alcaldes de Canfranc (Fernando Sánchez), Villanúa (Luis Terrén), Castiello (Álvaro Salesa) y Borau (Daniel López). José Luis Galindo, de Aísa, no pudo acudir por motivos laborales. Los cinco comparecieron un día después de reunirse con el consejero de Presidencia, Roberto Bermúdez, para conocer los avances de las negociaciones entre DGA y Etuksa.
Los alcaldes quisieron mantenerse neutrales y dejaron claro que su único interés era «defender a la estación, a sus trabajadores, a toda la gente que directa o indirectamente depende de ella (lo cifraron en 1.000 empleos), a los empresarios del valle y a todos los vecinos». Por ello, exigieron a ambas partes que demuestren responsabilidad «y que zanjen esta incertidumbre».
Y es que a poco más de dos meses para el inicio de la temporada y aunque el director de la estación haya garantizado la apertura, creen que estas incógnitas perjudicar notablemente a Candanchú, que ayer abrió la venta de abonos. «Si no cobran los trabajadores ni los proveedores y si están sin luz, todos nos preguntamos cómo se va a abrir, incluidos los clientes. Y esa incertidumbre está machacando al valle», resaltaron.
Los alcaldes plantearon exigencia a ambas partes. A la DGA le pidieron una posición «clara y oficial» sobre Candanchú y que si su principal opción es la compra, «haga una oferta en firme a la empresa» porque solo así se comprobaría si el principal escollo es o no el dinero. También reclamaron un plan de desarrollo del valle que palie la falta de inversiones de los últimos 20 años y que se declare de interés general la unión Astún, Candanchú y Formigal, al igual que se hizo recientemente con la ampliación de Cerler. Además, confían en el compromiso del consejero de Presidencia, que les garantizó que cuando acaben los trámites administrativos de esa unión en 2 años, «será una de las primeras inversiones que harán».
Por otra parte, los alcaldes pidieron a Etuksa que ante la actual «situación de emergencia», haga todo lo posible para llegar a un acuerdo. E incluso le instaron a «ceder en sus pretensiones y ser consecuente con su situación y la coyuntura actual». No obstante, no quisieron valorar si los 10 millones que al parecer pide la propiedad a la DGA «es justo o no».