La estación de candanchú, embargada tras acumular una deuda de más de 4,7 millones

La crítica situación económica y financiera de la estación de Candanchú ha acabado en embargo tras acumular una deuda con bancos, proveedores, administraciones y sus propios trabajadores por un importe de más de 4,7 millones de euros. Así consta en las últimas cuentas presentadas por la empresa concesionaria, Etuksa, las de la temporada 2010-2011, en las que se reconoce una «anotación de embargo» sobre una finca, promovida por la Unidad de Recaudación Ejecutiva de la Tesorería General de la Seguridad Social «en reclamación de 153.500,71 euros de principal». La documentación se presentó al registro el pasado mes de abril.

El director y accionista de Candanchú, Eduardo Roldán, negó la mayor y manifestó que no era cierto que hubiera recibido siquiera una notificación de embargo. «Lo niego rotundamente que nos hayan embargado. No es cierto», manifestó antes de reconocer como «deuda señalizada» en torno a los 4,5 millones.

Los problemas de liquidez de Explotaciones Turísticas de Candanchú (Etuksa) han llegado hasta el punto de dejar de pagar a sus 40 trabajadores, a los que se les debe las tres últimas nóminas. No obstante, en la temporada 2010-2011 ya figuran remuneraciones pendientes de pago por valor de 66.424 euros.

Tampoco ha hecho frente a los recibos de la luz, lo que provocó que Endesa cortara el suministro este verano tras acumular impagos por un importe superior a los 150.000 euros. «La empresa no tiene liquidez, porque lo último que se hace es dejar de pagar a la plantilla y a Eléctricas», apuntaron varios accionistas preocupados por la deriva de la empresa.

Tampoco tiene crédito y esto obliga a la empresa a ir salvando la situación para hacer pedidos. De hecho, varios proveedores se han negado a seguir atendiendo encargos de Candanchú por la deuda que ya tienen contraída con ellos, según pudo confirmar este diario de fuentes de la propia concesionaria.

La crítica situación económica y financiera de la concesionaria de la estación se viene arrastrando desde hace tiempo, que ha trascendido tras hacerse públicas las negociaciones con el Gobierno de Aragón para adquirir la estación. La DGA solo está dispuesta a salvarla pactando «un precio testimonial», mientras que la empresa planteaba, tras la última rebaja, el cobro de 10 millones. Las partes se reunirán de nuevo la próxima semana, aunque Eduardo Roldán lamentó que se airee la situación de la empresa. «Los problemas son reconocidos, pero trabajamos para salir de esta situación en beneficio de la estación y de los valles. No se puede sacar a la plaza pública para que todo el mundo opine, porque complica las cosas», insistió.

La deuda que arrastraba ya hace dos temporadas Candanchú ascendía a 4,7 millones de euros, la mayor parte a corto y largo plazo con los bancos (2,28 millones), administraciones públicas (1,69 millones) y proveedores (689.813 euros), además de la contraída con los trabajadores. Y la cifra no ha parado de crecer, según pudo.

El patrimonio neto se reducía a 1,1 millones y su capital social rondaba los 2,8, lo que obligó al equipo directivo en 2011 a plantear una ampliación de capital en Etuksa por un millón para salvar la situación. Sin embargo, se cubrieron apenas 600.000 euros, según varios accionistas consultados ayer por este diario. «La situación es límite y todo el mundo lo sabe. Por eso, urge que se l l egue a acuerdo de compra con el Gobierno de Aragón», añadieron.

De hecho, la propia empresa reconoce que en virtud de la Ley de Sociedades de Capital estaba incurriendo por el citado desequilibrio «en causa de disolución de pleno derecho», por lo que dejó por escrito que estudiaba las medidas oportunas, la citada ampliación, «para restituir» el equilibrio patrimonial.

Los accionistas consultados también hicieron hincapié en que se planteó también con urgencia la refinanciación de la deuda, ya que el fondo de maniobra era negativo por importe de 2,8 millones.

Compromiso de Rudi

En medio de este panorama, la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, se comprometió ayer en el debate del estado de la Comunidad con el sector de la nieve. No hizo referencia expresa a Candanchú, pero dejó muy clara su apuesta por la ampliación de la estación de Cerler a través del valle de Castanesa «y la unión de las estaciones de los valles de Tena y del Aragón con la incorporación a este proyecto del edificio de la estación de Canfranc».

Eso sí, reconoció los problemas de financiación para sacar adelante este proyectos de elevado coste, por lo que se mostró partidaria de aprovechar la crisis para cumplimentar toda la tramitación y estar listos para invertir en su momento. No obstante, consideró necesario «aprovechar todas las sinergias tanto públicas como privadas que vienen actuando en este sector», destacó.  

OTRAS DEUDAS

La Administración central también tenía 1,2 millones pendientes de cobro hace dos temporadas y la cifra ha crecido sustancialmente. La estación debía 972.523 euros a la Seguridad Social y 254.500 euros a Hacienda. Los proveedores tienen cuentas pendientes por un importe superior a los 689.813, ya que los impagos se han ido acumulando. Los bancos también tenían una deuda reconocida de 2,28 millones, de los cuales 996.407 euros corresponde a créditos respaldados con garantías hipotecarias.  

426.366

La concesionaria de Candanchú no ha pagado el impuesto medioambiental que gravaba el transporte por cable, creado por el Gobierno de Iglesias y ahora anulado por el de Rudi. La deuda generada ya en la temporada 2010/2011 con el Inaga ascendía a 426.366 euros.  

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