«las estaciones de esquí han de ofrecer calidad para sobrevivir»

Aramón es un holding participado al 50% por el Gobierno de Aragón e Ibercaja que aglutina a Formigal, Cerler, Panticosa, Javalambre y Valdelinares. Aramón tiene el 20% de la superficie esquiable de España. La temporada pasada tuvo 47 millones en ingresos y 1,3 millones de esquiadores.

¿Qué expectativas hay para esta temporada?

El año pasado sobrepasamos las previsiones. Este año puede pasar igual, creo que para Aramón y para el resto de estaciones que estén medianamente preparadas también. Puede incidir la crisis, pero más en la distribución de gasto que puedan hacer los clientes. Hemos hecho un esfuerzo inversor para mejorar la calidad. Confiamos en que para nosotros la crisis tenga poco impacto.

¿Cuál es la previsión de incremento de ingresos y esquiadores?

La temporada pasada tuvimos 47 millones de ingresos y estimamos un 2% o 3% más. En esquiadores esperamos un incremento similar. Cuando empezamos, lo hicimos con una cuota de mercado del 8%, y ahora tenemos el 20%. Esto significa que estamos teniendo éxito. Contamos con unas instalaciones totalmente modernizadas y hemos invertido 150 millones de euros en cinco años en Aramón.

Se ha duplicado el número de esquiadores en cinco años…

La superficie esquiable ha crecido en mucha menor proporción. La clave ha estado en apostar por la innovación, renovar los remontes y convertir las estaciones en un destino de ocio. El esquiador viene fundamentalmente a esquiar, pero hay que darle posibilidades de ocio con una oferta complementaria.

¿Dónde invertirán este año?

Este año nos centramos en Teruel. Tenemos un plan para invertir 24 millones en Teruel en tres años. Este año le toca a Javalambre, con la ampliación, el año que viene el empujón lo recibirá Valdelinares, y al siguiente año cerramos las inversiones en el Sistema Ibérico. Tenemos el éxito garantizado, porque vamos a darle una orientación más global como destino de ocio. En Cerler vamos a tener el snow park más grande de España. Uno de los puntos clave ha sido la innivación, este año metemos una generación nueva de cañones de nieve que permite un ahorro energético del 40%. Al final, cuando tienes una temporada un poco complicada, la innivación es una forma de garantizar unos ingresos mínimos.

¿Cuál es la política de precios?

Este año, contención, y ofertas concretas con descuentos. Esto no supondrá menores ingresos, sino más, a pesar de bajar el precio unitario.

¿En qué partes de España creen que pueden captar aún clientes?

El público de Aragón es el 20%, pero la mayoría viene de Madrid, donde podemos crecer. Tenemos posibilidades en todo el norte de España y el eje del Ebro. En el exterior, trabajamos en el mercado inglés, portugués y francés.

¿En qué punto está la integración de Candanchú en Aramón?

En punto muerto. Hubo contactos, pero desde el punto de vista empresarial había dificultades para intentar compatibilizar la oferta y se ha decidido dejarlo por el momento. A largo plazo sería bueno tener una oferta conjunta del esquí aragonés en el Pirineo. No hace falta una integración empresarial, se puede funcionar con acuerdos comerciales.

¿El esquí se ha popularizado definitivamente?

Creo que sí, con una ventaja, y es que el cliente puede buscar su nicho elitista. Aspiramos a tener una oferta en la que todo el mundo se sienta cómodo.

¿Ha tocado techo el número de estaciones de esquí en España?

Sí. Incluso hay estaciones con dificultades económicas bien porque la oferta es excesiva bien porque no han sabido adaptarse a las circunstancias. Hoy es importante dar calidad. El que no apueste por ella no sobrevivirá.

Holding semipúblico pero de gestión profesionalizada

«Antes de crearse Aramón, había varias estaciones de esquí de las que Ibercaja o el Gobierno de Aragón participaba de una u otra manera», explica Bono. «Se encontraban casi en quiebra y había que crear un holding. Es una sociedad anónima que se rige por el derecho privado. La consigna es que se lleve con una gestión totalmente profesionalizada, dando prioridad al desarrollo territorial pero con un criterio empresarial», comenta el presidente. «Nuestra clave es que se ha dejado trabajar a los profesionales y no recibimos apoyos de la Administración, pero sí su apoyo de capital como accionista. Ahí están los resultados. No nos planteamos repartir dividendos, sino reinvertir beneficios».

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