Las estaciones de esquí aragonesas han generado 6.313 empleos fijos en los últimos seis años

HERALDO DE ARAGON

Las estaciones de esquí aragonesas han generado 6.313 empleos fijos en los últimos seis años

Camareros, personal de limpieza, albañiles, dependientes, peones de la construcción, cocineros y deportistas son las ocupaciones más contratadas en las comarcas aragonesas de montaña.

Las siete estaciones de esquí aragonesas han generado 6.313 contratos indefinidos y 42.139 temporales entre 2003 y 2009, según un estudio de Ibercaja y el Observatorio de Ocupaciones del Servicio de Empleo Público Estatal.

Según ese informe, el 56% de los contratados en las comarcas de montaña son hombres y el 44% mujeres, mayoritariamente de 25 a 45 años y un nivel académico medio de educación secundaria.

Camareros, personal de limpieza, albañiles, dependientes, peones de la construcción, cocineros y deportistas son las ocupaciones más contratadas en las comarcas aragonesas de montaña.

El informe indica que la actividad, tanto en empleo como en consumo, ha seguido una trayectoria creciente, ya que el consumo ha pasado de 144 millones de euros de la primera temporada a 237 en la última estudiada, en la que, pese a la crisis, siguió creciendo el empleo fijo, con 812 contratos, además de 7.025 estacionales.

El estudio analiza el consumo final que generan los esquiadores teniendo en cuenta el gasto directo (forfaits, alquileres, restaurantes o alojamiento) y el inducido necesario para abastecer esos servicios (suministros, gastos de alojamiento de los trabajadores de estaciones y hostelería).

Además, distingue entre esquiadores que pernoctan en el entorno de las estaciones y los no lo hacen y los turistas no esquiadores que se aproximan a los centros invernales durante la temporada.

Así, el gasto en consumo final del agregado de estos tres colectivos aumenta en paralelo a la creciente afluencia de esquiadores a las estaciones, que ha subido un 50% en el periodo analizado.

En 2004-2005 se registraron 1,2 millones de esquiadores, que generaron un consumo de 144,5 millones, y en la última temporada, la 2008-2009, se alcanzó 1,8 millones de usuarios, con un gasto total de 237,7 millones (138,9 de gasto directo y 98,7 por efecto inducido).

El número de esquiadores ha aumentado de forma constante de una temporada a otra, salvo en la 2004-2005, en la que bajó de 1,5 millones de la anterior hasta 1,1.

El gasto que generan los esquiadores que pernoctan en las comarcas de montaña superó los 110 millones de euros entre noviembre de 2008 y marzo de 2009, de los que el 58,5% corresponde a gasto directo y el 41,5% es inducido, y el de los que no pernoctan en las comarcas de montaña se cifró en 109 millones de euros esa temporada.

En cuanto a la distribución sectorial, el estudio subraya que las estaciones de esquí absorben únicamente el 22,7% de ese gasto, mientras que los restaurantes ingresan el 23,7%, los servicios inmobiliarios el 20,2%, los alojamientos turísticos el 12,9%, el transporte de viajeros el 7,7% y el comercio el 2,5%.

El estudio constata que este entorno está resistiendo mejor la crisis, de forma que en el conjunto de las comarcas con estación, el número de nuevos contratos indefinidos entre 2003 y 2009 fue de 6.313 y 42.139 temporales.

En la temporada 2008-2009, en pleno estallido de la crisis económica, se generaron 812 contratos fijos y 7.025 temporales.

El informe recoge una serie de recomendaciones sobre líneas estratégicas que podrían impulsarse en el futuro para ampliar el potencial de desarrollo empresarial y laboral en estas zonas, como la diversificación de actividades, el planteamiento de ofertas integrales y complementarias o la promoción de alianzas estratégicas y acuerdos de colaboración.

También sugiere la utilización intensiva de las nuevas tecnologías, el acceso a la vivienda para los trabajadores no residentes en las comarcas, la ruptura de la estacionalidad y formación y cualificación a través de políticas activas de empleo.

La metodología utilizada para calibrar el impacto económico parte de la investigación llevada a cabo por el Grupo ECAS para la publicación «El turismo de montaña en Aragón. Efectos económicos y territoriales», editada por Aramon en 2005, mientras que para la sección del mercado de trabajo se han utilizado las bases de datos del Servicio Público de Empleo Estatal y de la Seguridad Social.


ABC

Estaciones de esquí de Aragón han generado 6.313 empleos fijos de 2003 a 2009

Según ese informe, el 56% de los contratados en las comarcas de montaña son hombres y el 54% mujeres, mayoritariamente de 25 a 45 años y un nivel académico medio de educación secundaria.

Camareros, personal de limpieza, albañiles, dependientes, peones de la construcción, cocineros y deportistas son las ocupaciones más contratadas en las comarcas aragonesas de montaña.

El informe indica que la actividad, tanto en empleo como en consumo, ha seguido una trayectoria creciente, ya que el consumo ha pasado de 144 millones de euros de la primera temporada a 237 en la última estudiada, en la que, pese a la crisis, siguió creciendo el empleo fijo, con 812 contratos, además de 7.025 estacionales.

El estudio analiza el consumo final que generan los esquiadores teniendo en cuenta el gasto directo (forfaits, alquileres, restaurantes o alojamiento) y el inducido necesario para abastecer esos servicios (suministros, gastos de alojamiento de los trabajadores de estaciones y hostelería).

Además, distingue entre esquiadores que pernoctan en el entorno de las estaciones y los no lo hacen y los turistas no esquiadores que se aproximan a los centros invernales durante la temporada.

Así, el gasto en consumo final del agregado de estos tres colectivos aumenta en paralelo a la creciente afluencia de esquiadores a las estaciones, que ha subido un 50% en el periodo analizado.

En 2004-2005 se registraron 1,2 millones de esquiadores, que generaron un consumo de 144,5 millones, y en la última temporada, la 2008-2009, se alcanzó 1,8 millones de usuarios, con un gasto total de 237,7 millones (138,9 de gasto directo y 98,7 por efecto inducido).

El número de esquiadores ha aumentado de forma constante de una temporada a otra, salvo en la 2004-2005, en la que bajó de 1,5 millones de la anterior hasta 1,1.

El gasto que generan los esquiadores que pernoctan en las comarcas de montaña superó los 110 millones de euros entre noviembre de 2008 y marzo de 2009, de los que el 58,5% corresponde a gasto directo y el 41,5% es inducido, y el de los que no pernoctan en las comarcas de montaña se cifró en 109 millones de euros esa temporada.

En cuanto a la distribución sectorial, el estudio subraya que las estaciones de esquí absorben únicamente el 22,7% de ese gasto, mientras que los restaurantes ingresan el 23,7%, los servicios inmobiliarios el 20,2%, los alojamientos turísticos el 12,9%, el transporte de viajeros el 7,7% y el comercio el 2,5%.

El estudio constata que este entorno está resistiendo mejor la crisis, de forma que en el conjunto de las comarcas con estación, el número de nuevos contratos indefinidos entre 2003 y 2009 fue de 6.313 y 42.139 temporales.

En la temporada 2008-2009, en pleno estallido de la crisis económica, se generaron 812 contratos fijos y 7.025 temporales.

El informe recoge una serie de recomendaciones sobre líneas estratégicas que podrían impulsarse en el futuro para ampliar el potencial de desarrollo empresarial y laboral en estas zonas, como la diversificación de actividades, el planteamiento de ofertas integrales y complementarias o la promoción de alianzas estratégicas y acuerdos de colaboración.

También sugiere la utilización intensiva de las nuevas tecnologías, el acceso a la vivienda para los trabajadores no residentes en las comarcas, la ruptura de la estacionalidad y formación y cualificación a través de políticas activas de empleo.

La metodología utilizada para calibrar el impacto económico parte de la investigación llevada a cabo por el Grupo ECAS para la publicación «El turismo de montaña en Aragón. Efectos económicos y territoriales», editada por Aramon en 2005, mientras que para la sección del mercado de trabajo se han utilizado las bases de datos del Servicio Público de Empleo Estatal y de la Seguridad Social.

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