Cabe imaginar la frivolidad que estas manifestaciones supondrían para los clientes del Balneario en caso de una desgracia por avalancha. Pero, lo que aún es más irritante, es comprobar la poca claridad que existe en torno a estas barreras antialudes, tanto en medios de comunicación como en responsables del territorio donde se ubican las ya colocadas. Por eso, no es de extrañar que el alcalde de Panticosa, José Luis Pueyo Belio, dejara sin responder la carta de fecha 24 de febrero de 2010 que le dirigió José Racaj Abad, presidente del club Montañeros en Acción, preguntando cuál era la razón para que, si el Balneario no disponía de protección antialudes, continuaran abiertas al público en invierno sus instalaciones.
Montañeros en Acción siempre hemos abogado porque el Balneario se limitara a su uso tradicional, el que procede para ese enclave, que es mantenerse abierto únicamente en verano. No hay mejor prevención que evitar el problema. Todo lo demás es atentar contra la naturaleza, despilfarrar dinero -¿se hará cargo Nozar de retirar las barreras colocadas, que es lo que ahora le pide el Gobierno de Aragón?- y burlarse del respeto que, en democracia, se ha de tener hacia una sociedad que espera y necesita de sus gobernantes proyectos claros, decisiones coherentes y valentía para atender iniciativas como la de este modesto club de montaña, ajeno a intereses políticos que simplemente pide que se deje de destrozar el territorio con fantasías empresariales que conducen a chapuzas como las que cualquier visitante encuentra hoy en el Balneario, un conjunto declarado en 1994 Bien de Interés Cultural (BIC), concepto éste que implica un tratamiento más digno que haberlo degenerado a un conjunto de trabajos inacabados.
En 2008 el Justicia de Aragón se hizo eco de la preocupación de Montañeros en Acción respecto a las irregularidades del procedimiento para aprobar esas barreras antialudes y al impacto medio ambiental de las mismas y recomendó al Gobierno de Aragón que tomara medidas. Finalmente, el Justicia archivó el caso al no haber recibido respuesta. Como club, nos parece lamentable que pese a nuestra conocida beligerancia en esta causa, no hayamos contado ni con la cortesía de que se nos comunicara espontáneamente la resolución del Gobierno de Aragón del 3 de enero en que se insta a Nozar a retirar las barreras antialudes y que, además, hayamos tenido que ser nosotros quienes saquemos a la luz pública esta información.
Teniendo en cuenta que en esa resolución del Gobierno de Aragón no se habla de continuar la colocación de barreras antialudes, sino de eliminación de las ya instaladas, sospechamos que, para triunfo de la lógica, se está cuestionando en altas esferas la viabilidad de mantener abierto el Balneario todo el año. Y es que, en plena crisis, ¿quién se hace cargo del desaguisado del Balneario de Panticosa? ¿Será que en Aragón somos proclives a destrozar centros históricos, generadores de riqueza estable, como ya sucediera con Tiermas?