HERALDO DE ARAGON
La empresa y la plantilla negociarán ahora cuántos empleados son necesarios para mantener el complejo hasta la próxima temporada. Etuksa requiere un millón de euros para hacer frente a los primeros pagos a sus acreedores, con los que aún debe pactar un convenio
La estación de Candanchú presentó ayer en los juzgados un ERE de suspensión para todos sus trabajadores fijos, aunque su intención es pactar ahora con la plantilla el mantenimiento de un número mínimo de trabajadores para garantizar la conservación de las instalaciones hasta la próxima temporada de esquí. El expediente de regulación, presentado de forma unilateral, obliga ahora a intentar alcanzar un acuerdo en 15 días si no se quiere que intervenga directamente el juez.
La medida fue comunicada el martes por la dirección de Explotaciones Turísticas de Candanchú (Etuksa) a los representantes de los trabajadores, que comparten la necesidad de un ERE ante la falta de fondos de la empresa para pagar sus nóminas una vez acabe la temporada de esquí el día 14 y deje de entrar dinero. La medida fue también planteada por el administrador concursal, Regino Riazuelo, que en su informe ya defendió la necesidad de tomar medidas para garantizar la viabilidad de la empresa en su periodo de inactividad y falta de ingresos, entre mayo y noviembre.
La suspensión afecta a los 36 trabajadores, aunque tres se jubilarán. Uno de ellos es el principal accionista e histórico director de la estación, Eduardo Roldán, que se desvinculará como empleado tras la finalización de la temporada de esquí. La pretensión es mantener la plantilla mínima necesaria hasta después del verano, momento en el que volverían el resto de trabajadores para asumir todos los preparativos de la campaña 2013-2014. «Hay buena voluntad por todas las partes de llegar a un acuerdo», aseguraron fuentes de la plantilla.
Los trabajadores no quieren que se repita la situación del año pasado, cuando llegaron a acumular hasta seis nóminas impagadas, que sumaban 388.336 euros y de l os que han l l egado a cobrar 210.240 a través del Fogasa. Por tanto, siguen siendo acreedores.
Para llegar a la próxima temporada se habrá tenido que garantizar antes la propia viabilidad de Etuksa, inmersa en un concurso de acreedores que se debe resolver en los próximos meses. El administrador concursal deja bien claro en su informe que hará falta una «forzosa capitalización mínima» para que la empresa se salve de la extinción.
La cifra necesaria se ha estimado en un millón de euros, una cantidad con la que se podría garantizar «tanto el sostenimiento de la empresa durante el periodo de inactividad y falta de ingresos (mayo-noviembre), como la atención de los pagos a los acreedores privilegiados en la medida de los pactos singulares que puedan acordarse».
El problema reside precisamente en quién pone ese dinero. La primera opción pasaría por que los propios accionistas aportaran el millón de euros, aunque parece difícil: en la última junta general extraordinaria, celebrada el pasado 31 de octubre, se acordó una ampliación de capital de 1,5 millones y hasta la fecha no se ha suscrito ni un euro. Con antelación, en marzo de 2012, se aprobó otra ampliación de 703.670 euros, de la que únicamente se han desembolsado 341.280 y que se ha elevado a pública hace un mes.
Si no se logra de esta forma la capitalización cabría la posibilidad de buscar nuevos socios, lo que implica una operación acordeón, es decir, reducir el capital para que los actuales accionistas asuman las pérdidas hasta reequilibrar las cuentas y acometer una ampliación posterior gracias a una aportación externa.
Esta solución supondría que las actuales acciones se depreciarían, pasando de tener un valor de 6,010 euros a uno inferior que oscilaría entre 1 y 1,5 euros en función del alcance de la operación.
Fuentes cercanas a Etuksa consideraron que la entrada de nuevos accionistas se antoja complicada, ya que los potenciales interesados tendrían que asumir las deudas de Etuksa, que ascienden a 7,7 millones, cuando podrían esperar a su disolución y quedarse con las instalaciones.
Otra medida considerada imprescindible por el administrador concursal es el fichaje de un gerente o de un equipo directivo con el objetivo de reestructurar la empresa. En este sentido, recrimina la gestión de los actuales administradores, a los que responsabiliza de la quiebra de Etuksa. «En los últimos ejercicios, mientras se realizaban gestiones para la posible venta de la empresa, se han generado importantes pérdidas sin que se tomaran medidas legales o de reestructuración. La pasividad de los administradores ha podido contribuir al agravamiento de la situación», sentencia.
La resolución del futuro de la estación de Candanchú se alargará aún medio año, ya que la empresa no presentará antes de mayo su propuesta de convenio, asociado a un plan de negocio que garantice su viabilidad. Este documento, que está siendo debatido en el seno del consejo de administración, tendrá que contar con el visto bueno del administrador concursal y ser presentado ante el Juzgado de Primera Instancia número 3 de Huesca para que se pronuncie.
Una vez se cumplan estos pasos, tocará negociar la propuesta de convenio con los más de 150 acreedores de Explotaciones Turísticas de Candanchú, constituidos en junta, a los que se intentará convencer de que acepten quitas de hasta el 50% y un periodo de espera para cobrar que puede alcanzar cinco años. Solo cuando se haya cerrado esta negociación, el juez podrá cerrar el proceso con la aprobación definitiva del convenio. Y no será antes del mes de septiembre.
RADIO HUESCA
La empresa ETUKSA propietaria de los remontes de la estación de Candanchú ha presentado en el juzgado un ERE, expediente de regulación de empleo que inicialmente afectaría a todos los trabajadores fijos de la estación.
La presentación del ERE se ha realizado de forma unilateral, sin haber consultado con los trabajadores. El mismo afectaría a los 38 empleados fijos que tiene el centro invernal. Esto significa que durante un tiempo irían al paro y posteriormente se les volvería a contratar, para realizar labores de mantenimiento y preparación de la próxima temporada.
A partir de ahora los trabajadores tendrán que negociar este expediente de regulación de empleo, con la empresa que de forma unilateral lo ha presentado en el Juzgado. Mientras los trabajadores están en pleno periodo de elección de sus representantes
La estación de Candanchú en plena temporada invernal cuenta con cerca 100 trabajadores de los cuales el 40% son fijos y el 60% son fijos discontinuos. Con este ERE la empresa pretende disminuir los gastos. Recordamos que en la actualidad ETUKSA, está en pleno concurso de acreedores.
Esta temporada la gestión ha correspondido al grupo Aramón. El resultado económico de esta temporada puede calificarse de positivo. A partir de ahora se tendrá que realizar un plan de viabilidad de la estación, donde la parte positiva es su capital humano y la generación de recursos que puede tener con una buena gestión.
Por otro lado la estación de Candanchú cierra la temporada este domingo día 7. Inicialmente estaba previsto que fuese el día 14, pero se ha adelantado su cierre.