Justicia para las montañas

Fue El Justicia (Defensor del Pueblo) quien ya se lo recomendó en 1999. Así lo ha explicado recientemente, una vez que los miembros de la citada Plataforma aragonesa pidieron su amparo ante el desplante que la mayoría política les propinó en sus Cortes el pasado diciembre rechazando la propuesta de ILP. Ahora, lo vuelve a repetir: “No deberían tomarse decisiones de forma aislada analizando puntualmente cada iniciativa. Lo deseable sería, y es tarea de los gobernantes hacerlo, disponer de una política global para los Pirineos que definiera un modelo de desarrollo, en el que se establecieran los usos del territorio posibles en cada valle (agricultura y ganadería, turismo, industria, conservación, etc.), sus límites, en especial los urbanísticos, y grado de compatibilidad. En concreto respecto de las estaciones de esquí dónde se pueden realizar y dónde no, con qué tamaño y unidas a qué entorno urbanístico. La mejor herramienta para ello es la planificación integral, por medio de la Ley”.

El Justicia no oculta, como tampoco lo hace el informe Sostenibilidad en España 2005 realizado por el Observatorio de Sostenibilidad (OSE), que las urbanizaciones son difícilmente compatibles con la conservación del medio ambiente. Pero ése no es sólo un problema para el Pirineo Aragonés. En lugares significativos ocurre también en el Catalán y en la Cordillera Cantábrica, en el Sistema Central, desde Guadarrama a Gredos. Comparado con lo que sucede en el litoral –ampliamente denunciado– será poco, pero cualitativamente ya representa mucho. Mientras la UNESCO piensa en una Gran Reserva de la Biosfera en la Cordillera Cantábrica, los planes locales pasan por descuartizarla con estaciones de esquí y carreteras. Mientras el informe del OSE señala la problemática de los sellamientos del suelo que conllevan las urbanizaciones, la máquinaria sigue fabricando cemento que irá a tapar alguna zona virgen de montaña, como Ribera en Castanesa, o Vall Fosca, o la Foratata. O el Ministerio de Medio Ambiente deja de contemporizar y lleva adelante la Carta de las Montañas que encargó en 2002 con motivo del Año Internacional de las Montañas, y que guarda en sus cajones, o llegará el día en que lamentará no haberlo hecho. Una cosa es que las competencias estén transferidas y otra que el Ministerio no pueda hacer nada.

Porque desde Aragón hasta Castilla y León, por ejemplo, se ha decidido que el modelo del poder económico es el que interesa a los pueblos de montaña. Muchos montañeses lo creen, y otros, aunque no lo creyeran, saben que es el único modelo de desarrollo que les van a ofrecer. Como hemos visto con la escandalosa desprotección del Parque de Fuentes Carrionas, se echa abajo un PORN antes que cumplir las medidas de desarrollo sostenible que en él se contemplaban. ¿Cómo le va a interesar a la gran industria del cemento e hipoteca mantener un medio natural que permita un ecoturismo de calidad?

Dinosaurios
EL poder político y económico va de la mano por los pueblos de montaña vendiendo su proyecto a los montañeses. Por las buenas, alquilando, o por las malas, expropiando, y levantándoles en contra de los conservacionistas. Dicen que un defensor de las urbanizaciones en la montaña aragonesa alega en sus intervenciones públicas que, como no es un dinosaurio, no va a ver los efectos del cambio climático. Lo de ellos es llevar prosperidad a los valles de montaña arrojando cemento con una mano y atrapando hipotecas con la otra. Para ellos el calentamiento global se queda en calentón regular, sin darse cuenta de que no es la edad sino la forma de pensar lo que le convierte, por lo menos, en el dinosaurio del microcuento escrito por Monterroso: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”. Y, siguiendo con los cuentos, Pepito Grillo terminó convenciendo a Pinocho.

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