Sebastián Álvaro piensa que la montaña es algo más que aventuray diversión: «Es paisaje puro, es emoción y es sentimiento». Le gusta recordar, con cierta melancolia, esa frase que le permite soñar con la idea de ‘empezar caminando de niño por la montaña y terminar andando, cuando mi ciclo esté terminando, en esas mismas montañas que conocí de niño’. Y añade: «ojalá, para entonces, no estén llenas de urbanizaciones ni remontes».
Pincha arriba, en el botón de entrevistas, y lee lo que dice esta persona que cree que todos somos necesarios en la defensa de las montañas, que es nuestra batalla, y que si dejamos perder un valle, por pequeño que sea, luego, como en los versos de Bretch, vendrán a por nosotros pero ya será tarde. Que nuestro esfuerzo no será inutil porque señalaremos a los culpables, a los cómplices que defienden intereses bastardos, a los cobardes que callan silenciosamente, a las instituciones que no cumplen con su labor ni las leyes. «Porque estos 25 años de democracia, con sus luces y sus sombras, nos han enseñado una lección impagable: que nadie está por encima de la ley, que el que la hace la paga».