¿en manos de quién están nuestras montañas?

EL PAIS

Pelotazo urbanístico en Barbastro
Otra vez se disparan las alarmas, ya que nos encontramos ante un nuevo pelotazo urbanístico. Esta vez es en Barbastro, y tiene como protagonista a Javier Blecua, consejero delegado de Aramon, que ha vendido a ese Ayuntamiento terrenos de su propiedad multiplicando artificialmente por 20 con esta operación el valor de los mismos.

Todo el proceso tiene un tufillo sospechoso, y lo que es más escandaloso, se ha resuelto de forma rápida incluso aunque existieran dudas sobre la titularidad de los terrenos o no hubiera fondos suficientes en el Ayuntamiento para hacer frente a esta operación. A la vista de todo esto, Blecua debe salir a la palestra a dar explicaciones.

Éste es un caso más en que se pone de manifiesto el modelo especulativo-urbanístico que se ha asentado en Aragón, que también les funciona a algunos ayuntamientos a la hora de buscar fondos para su financiación y del que es un ejemplo claro la empresa Aramon, gestionada a partes iguales por Ibercaja y el Gobierno de Aragón. Ejemplos sobran, ahí están los convenios urbanísticos de Montanuy, Sallent de Gállego, Benasque o Panticosa, calificados de «alegales» por el propio Blecua, y firmados en más de un caso por él mismo, con el apoyo del presidente de Ibercaja y por el Gobierno de Aragón. ¿En manos de quién están nuestras montañas?

Por todo lo dicho, es exigible transparencia en todas las actuaciones no sólo por los sospechosos beneficios que generan, sino por la persona protagonista y beneficiaria de las mismas. No vale decir que todo es legal; hay que demostrarlo, ya que en estos momentos la credibilidad de Blecua está por los suelos, y no nos podemos olvidar de la empresa en la que trabaja, Aramon, que se caracteriza por su opacidad.

20 MINUTOS

Otro «pelotazo»
MARIBEL MARTÍNEZ ÁLVAREZ. 05.02.2007Un nuevo «pelotazo» urbanístico, esta vez en Barbastro y tiene como protagonista a Javier Blecua, consejero delegado de Aramón, quien ha vendido a ese Ayuntamiento terrenos de su propiedad, multiplicando artificialmente por veinte con esta operación el valor de los mismos.

Éste es un caso más en que se pone de manifiesto el modelo especulativo urbanístico que se ha asentado en Aragón, que también les funciona a algunos ayuntamientos a la hora de buscar fondos para su financiación y del que es un ejemplo claro la empresa Aramón, gestionada a partes iguales por Ibercaja y el Gobierno de Aragón.

Ahí están los convenios urbanísticos de Montanuy, Sallent, Benasque o Panticosa, calificados de «alegales» por el propio Blecua y firmados en más de un caso por él mismo. ¿En manos de quién están nuestras montañas?

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