En defensa de nuestras montañas: salvemos canal roya, salvemos el pirineo

Entre treinta y treinta cinco MILLONES de euros (presupuesto inicial). Eso es lo que dicen que van a costar el proyecto de unir las tres estaciones y conseguir ¿300 km esquiables? ¿Para lograr  una baza de gran peso en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022? ¿Y competir con las estaciones del norte de Europa?
Respecto a la primera cuestión, cuando decimos esquiable, ¿nos referimos a la nieve? Quiero decir, ¿nieve caída de forma natural no afectada por el cambio climático que hoy me ha obligado a pasar el día en manga corta?
 Segunda cuestión,  ¿aún queremos los Juegos Olímpicos en 2022? Entonces imagino que ya se habrá preparado otro vídeo promocional tan bien pensado como aquel que hace años cortaba un pedazo del monte  Oroel, para que los participantes se lanzaran ladera abajo a velocidades supuestamente vertiginosas. ¿Recuerdan aquel video? No tenía desperdicio. Supuestamente talaban centenas de árboles y sometían a nuestra adorada montaña a vejaciones impensables. Pues alguien ideó aquella barbaridad, otro alguien hizo el montaje, alguien más lo produjo, editó y distribuyó y ustedes, lectores, pagaron por ello. Me gustaría saber qué se idea ahora para el 2022, nada menos que dentro de 11 años. Al ritmo que sube la temperatura del planeta (consulten la página de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón) van a tener que discurrir mucho, para contarnos algún cuento que sea mínimamente creíble.
Y tercera cuestión, ¿competir con las estaciones europeas? Por favor, señores, ¿ustedes han estado en alguna de las estaciones europeas? Ya en la escuela a los niños se les explica que cada uno tiene que competir en su categoría.  Me parece que es una lección que algunos de nuestros políticos  se perdieron. Y aunque esto pueda molestar a algunos, no quieran ustedes saber qué piensan en Europa de nuestros grandiosos complejos urbanísticos a pie de montaña. Desde luego, en algunas cuestiones Europa queda muy lejos.
No nos intenten engañar los que defienden que este proyecto será respetuoso con el medio ambiente. Un telecabina requiere de pilonas, de tendidos eléctricos, de pistas de acceso para emergencias y evacuaciones, de protecciones contra aludes. Y ese valle, señores que malgastan nuestro dinero, es una maravilla, tanto como otros que en su día lo fueron. Treinta o treinta y cinco millones (insisto, presupuesto inicial) empleado en destruir, pero no habrá dinero suficiente para devolverle la vida a la naturaleza muerta, ni para recuperar el sobrecogedor paisaje de nuestras montañas.
Y no se quieran engañar, empresarios del valle del Aragón, pensando que este proyecto salvará sus negocios y saldará sus deudas. Un sábado o domingo cualquiera por la mañana, también en plena temporada, Jaca está lleno de familias de dentro y de fuera de la ciudad, con niños y adolescentes que reclaman mejores servicios: ludotecas, casas de juventud, fuentes que funcionen (señor alcalde, están todas rotas, incluso en los preciosos parques que afortunadamente han construido). Están son las personas que  disfrutan de  nuestra ciudad y de los pueblos aledaños, personas que no esquían y que hacen uso de sus empresas y negocios, de sus restaurantes, de sus bares y sus tiendas. Señores empresarios de la Jacetania, los esquiadores no pararán. Tendrán una magnífica autovía, maravillosos remontes y pronto un cambio climático tan evidente que posiblemente se contraten vuelos al norte de Europa dejándoles a ustedes con un palmo de narices.
Ciudadanos del mundo, ciudadanos de Jaca, siguiendo el lema de Stéphane Hessel: ¡Indignaos!
Si ese dinero está disponible, en este tiempo de crisis, reclamad ayuda para las familias que están viviendo auténticas tragedias. Reclamad más recursos para prevenir el fracaso escolar, para ofrecer formación profesional en esta zona a los jóvenes que sin oficio ni beneficio ven la posibilidad de delinquir como alternativa laboral. Exigid la creación de puestos de trabajo estables que sean respetuosos con el medio ambiente y acordes con la evolución del mundo actual. Reclamad que nuestro privilegiado entorno ofrezca turismo de calidad a amantes de la naturaleza con buenos servicios y transporte público adecuado.
No permitáis que, una vez más, os engañen con proyectos que enriquecerán y harán tristemente famosos a unos pocos, destruirán nuestro entorno natural y principal fuente de riqueza y nos degradarán como seres humanos. En nombre de las personas honestas, animales y plantas de este país, indignaos, ciudadanos, indignaos.

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