El Gobierno de Aragón pretende tener en el plazo de tres meses el plan de actuación para intervenir en la zona afectada por el incendio de Castanesa. Previsiblemente, de las 2.000 hectáreas quemadas, habrá que actuar en unas 600 y 700.
En algunos casos será necesario realizar una limpieza de la madera, en otros, habrá que abrir accesos e incluso llevar a cabo talas controladas. El principal riesgo que existe es la propagación de plagas.
Así lo ha dado a conocer el director general de Gestión Forestal, Roque Vicente, tras mantener un encuentro en Huesca con representantes de Asaja y AFA.
Vicente ha recordado que «el tiempo que tardaremos en realizarlo no es porque no podamos hacerlo en este momento sino que tenemos que elaborar un seguimiento de la zona quemada para conocer realmente cuales son las afecciones».
«Al propagarse el fuego tan rápido, hay zonas que parecen quemadas pero por dentro siguen estando en buen estado, por ello debemos esperar este tiempo para ver la evolución», ha añadido el director general.
Cuando este redactado el plan, el departamento pedirá la colaboración del Ministerio en materia de financiación.
Riesgo incendios
Por otra parte, Vicente ha reconocido que las últimas precipitaciones han aliviado el riesgo de incendios en nuestra comunidad aunque éste sigue siendo elevado ya que harían falta lluvias muy abundantes para humedecer de forma importante la masa forestal.
«En estos momentos sí que hay precipitaciones y las temperaturas no son elevadas, podemos decir que estamos teniendo un mes de abril típico, por lo tanto esas lluvias alivian el estado de la masa forestal pero el riesgo existe porque necesitaríamos mucha agua», ha indicado Vicente.
El responsable de Gestión Forestal ha señalado que gracias al adelanto de la prohibición del uso del fuego y del operativo, este mes de abril sólo se han producido en Aragón tres incendios.