EL PERIODICO DE ARAGON
El Gobierno admite que la ampliación de Cerler por Castanesa es «inviable»
La única intervención prevista permitiría el acceso por otra carretera entre Laspaúles y Montanuy. Bermúdez de Castro señala que para competir, Aramón debe hacer sus estaciones más grandes
La ampliación de Cerler por Castanesa: ese proyecto para convertir la estación en uno de los mayores dominios esquiables de Europa, que requería una inversión de hasta 389 millones de euros, y que chocaba con la oposición de ecologistas, es a día de hoy «inviable». Lo dijo el presidente de Aramón, Roberto Bermúdez de Castro, ayer en las Cortes. No se hará en su concepción inicial. No es asumible económica ni medioambientalmente.
Solo se acometerá en parte, para mejorar los accesos a Cerler, cuya viabilidad está en entredicho en su concepción actual. Bermúdez de Castro rechazó cualquier posibilidad de llevar a buen término el proyecto en su dimensión inicial. «Yo no creo que se haga la ampliación de Castanesa, es inviable, pero sí se pueden poner en marcha pequeñas actuaciones, a través de remontes –como el de Montanuy– para mejorar sus accesos», avanzó en su comparecencia en la comisión de Economía.
MEJORES ACCESOS
Bermúdez de Castro precisó que la intervención en Cerler tendría como objetivo permitir el acceso por otra carretera, por la zona de Laspaúles y Montanuy, y así posibilitar la llegada «de más gente y de más mercados» y reactivar económica esa zona, sin producir una afección ambiental grave.
Pero a corto plazo ni siquiera habrá actuaciones de pequeño calado. Tanto es así que el Ejecutivo –no Aramón– pedirá una nueva prórroga al Inaga del estudio de impacto ambiental del proyecto. La ley estipula que, desde que se publica un informe de estas características hasta que comienzan las obras, no deben pasar más de dos años y que en el caso de que el tiempo trascurrido sea mayor, el proyecto deberá volver a pasar por el Inaga de forma que se pueda volver a examinar, teniendo en cuenta la evolución de las especies de flora y fauna y hábitats de vegetación. En el 2012 ya se pidió posponer este trámite y ahora, en el 2014 lo volverá a hacer. El primer informe, favorable, databa del 2010.
Pese a la imposibilidad de ampliar Cerler por Castanesa, el presidente de Aramón, sí que se mostró partidario de ir hacia un modelo de negocio en el que los dominios esquiables sean cada vez más grandes. Solo así, advirtió, se podrá competir con las estaciones españolas, pero también con las Europeas.
Y aunque la unión de Cerler con Castanesa está en punto muerto, la de las estaciones de esquí de Astún y Candanchú, en el Valle del Aragón, con Formigal, en el de Tena, sí fue reivindicada por Bermúdez de Castro. La justificación: «poder competir» y «seguir modernizando» unas instalaciones que, en su opinión, «no pueden morir de éxito». En este sentido, avanzó que «se continuará con los trámites necesarios para acometer, cuando la situación económica mejore, un proyecto que debe llevarse a cabo desde el consenso y con la premisa de minimizar al máximo cualquier tipo de afección medioambiental».
Lo del consenso no lo tendrá fácil. CHA e IU se siguen oponiendo al modelo de desarrollo impulsado por Aramón. Más cercanas están las posiciones entre PP, PSOE y PAR. Lógico, por otra parte, porque han sido los grandes promotores del hólding de la nieve. Bermúdez de Castro no evitó hablar de los problemas que atraviesa la sociedad que preside. Para solucionarlos, además de las ampliaciones de los dominios, apostó por poner en marcha una estrategia comercial más «agresiva».
Unida a la reestructuración que se está llevando a cabo, que afecta a la oficina central de la sociedad, y que ha supuesto ya el despedido de ocho trabajadores, y una rebaja en los salarios de entre el 7 y el 25%. En ahorro ha sido de poco más de un millón de euros. Aunque lo que ha venido lastrando a la empresa ha sido la deuda, que actualmente asciende a 78 millones de euros –un 20% menos que en el 2011, cuando era de 93 millones–.
Bermúdez de Castro aseveró que ante la «complicada» situación financiera de Aramón se tomó la medida, «para buscar equilibrio», de refinanciar la deuda, algo que han logrado con 71 de los 78. Aprovechó para criticar a las entidades bancarias con las que se renegoció porque, en su opinión, no se portaron bien con el Gobierno de Aragón y con Ibercaja –socios al 50% de Aramón–.
De la reestructuración de personal, detalló que la rebaja de sueldos afecta solo a los directivos que cobran entre 60.000 –rebaja del 7%– y 110.000 euros –rebaja del 25%–. Además se han suprimido varias direcciones generales: las de nuevos desarrollo, energía, dirección de obras y nueva restauración. El objetivo, dijo, ha sido «mantener los puestos de trabajo en las estaciones», donde se ha mantenido el personal y no ha habido ningún tipo de ajuste.
Un dominio con 31 remontes y 84 kilómetros esquiables
La ampliación de Cerler por Castanesa debía suponer la creación de una nueva estación con 31 remontes y 84 kilómetros esquiables. Se duplicaba la capacidad del único centro invernal de la Ribagorza, ya que las instalaciones actuales de Cerler cuentan con 19 arrastres y 76 kilómetros esquiables. La mayor parte de esos nuevos equipamientos se debían hacer en el valle de Castanesa, al oeste del término municipal de Montanuy. Sin embargo, también estaba previsto actuar en otros cuatro sectores: Ardonés, Isábena, Aneto y Urmella. Esas cinco nuevas zonas y la estación actual estarían conectadas entre sí formando un gran dominio esquiable comparable con Formigal, Sierra Nevada o Baqueira.
La documentación aportada en su día al Ejecutivo autonómico incluía un estudio financiero que valoraba las inversiones necesarias para la puesta en marcha de la ampliación. Según esos cálculos, el coste total de las actuaciones asciende a 389 millones de euros. El coste anual de inversión y amortización era de 33,7 millones.
7.9 millones
ha previsto el Gobierno de Aragón en su presupuesto del 2014 para inyectar en Aramón. La razón, explicó el presidente de la sociedad es que para la refinanciación los bancos obligaron a la empresa a vender ciertos activos, concretamente un hotel y una parcela. Avanzó que «no se va a recalificar ni un solo nuevo metro de suelo» y que, por si no se logra la venta, se ha previsto la aportación de 7,9 millones de euros, que, dijo, espero no tener que «desembolsar». Bermúdez de Castro recordó que en el 2011 Aramon sustentaba su financiación en la aportación de los socios, los ingresos de explotación y un plusvalías. Sin embargo, «no se ha vendido ni un palmo».
La renuncia a Castanesa
El consejero de Presidencia, Bermúdez de Castro, dejó claro ayer en las Cortes que Aramón ha abandonado definitivamente el proyecto de expandir la estación de Cerler por Castanesa. Tras dilapidar esfuerzo, dinero público e ilusión, la posibilidad de multiplicar el dominio esquiable en la Ribagorza aragonesa pasa a mejor vida. Tras el crack inmobiliario, es lógico que se tomara esta decisión, pues sería imposible recuperar la inversión mediante los desarrollos urbanísticos, pero… ¿qué hay de todo lo gastado hasta la fecha?
HERALDO DE ARAGON
Bermúdez de Castro apuesta por una «pequeña actuación» a medio plazo en Cerler para conseguir otro acceso a la estación
Ha precisado que en la intervención tendría como objetivo permitir el acceso por otra carretera, por la zona de Laspaules y Montanuy, y así posibilitar la llegada «de más gente y de más mercados».
El presidente de Aramón y consejero de Presidencia de la Comunidad autónoma, Roberto Bermúdez de Castro, ha estimado que en estos momentos es «inviable» realizar al cien por cien la ampliación de la estación de esquí de Cerler por Castanesa según el proyecto previsto y sí ha estimado que, a medio plazo, y «si las condiciones mejoran», se podría efectuar una «pequeña actuación para conseguir una salida a otro valle».
Así lo ha señalado en la Comisión de Economía de las Cortes de Aragón en respuesta a las cuatro comparecencias solicitadas al presidente de Aramón, tres por parte de CHA para explicar la ampliación de Cerler, el proyecto de unión de las estaciones de esquí de Astún, Candanchú y Formigal y el plan de reestructuración, y una de IU sobre la situación económica, la deuda del grupo y la reestructuración de la plantilla.
Bermúdez de Castro ha precisado que en la intervención en Cerler tendría como objetivo permitir el acceso por otra carretera, por la zona de Laspaules y Montanuy, y así posibilitar la llegada «de más gente y de más mercados» y reactivar económica esa zona, sin producir una afección ambiental grave, ha comentado. Sobre el proyecto de Castanesa ha comentado que se elaboró «en un momento que no tiene nada que ve el actual».
Respecto a la unión de estaciones del valle del Aragón y de Tena (Astún, Candanchú y Formigal) ha aclarado que «Aramon no va a hacer nada», sino que «es una propuesta del Gobierno de Aragón» como proyecto de interés general, para opinar que además de las estaciones, debería contarse con un tercer operador.
A su entender, «es necesario unirlas», igual que «los grandes centros de ocio de nieve en Europa tienen muchos kilómetros esquiables» y también para poner competir con Sierra Nevada, Baqueira y Andorra, y hacerlo «con la máxima transparencia, consenso y los procesos más garantistas posibles».
Según ha dicho, «Aramón ayudará en lo que pueda» y ha estimado conveniente «iniciar los trámites administrativos para que cuando haya mejores condiciones económicas» se pueda impulsar.
Entre las actuaciones que sí van a realizar a corto plazo, ha mencionado la pista de evacuación en la estación de Panticosa y la mejora de la innivación artificial allí. Además, el próximo verano se efectuará una «gran repoblación de árboles» en la estación de Formigal.
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