El consejo de la naturaleza pide estudios más detallados de la expansión de cerler

El Consejo de Protección de la Naturaleza, órgano consultivo del Departamento de Medio Ambiente, consensuó ayer un primer dictamen sobre la ampliación de Cerler que obliga a Aramón a realizar informes más exhaustivos sobre las afecciones que este proyecto tendrá en la fauna, la flora, la ganadería, el paisaje y el medio físico de la zona. El documento, que será aprobado a principios de abril, no se pronuncia sobre la conveniencia o no de expandir la actual estación de esquí, pero sí endurece los requisitos que deberá cumplir el futuro estudio de impacto ambiental.

«Hay que tener en cuenta que el Consejo se va a pronunciar sobre la ampliación de Cerler al menos en cuatro ocasiones -recordaron fuentes de este organismo que en su día fue pionero en toda España-. El dictamen que hoy se ha acordado sí hace juicios de opinión sobre algunos aspectos concretos del proyecto, pero la valoración general se ha dejado para cuando Aramón nos presente un estudio de impacto ambiental mucho más concreto».

De momento, la iniciativa para convertir Cerler en el mayor destino esquiable de toda España se encuentra en fase de consultas previas. Montañas de Aragón remitió al Inaga una memoria ambiental de las actuaciones propuestas que ha sido analizada por los 27 miembros del Consejo de Protección de la Naturaleza. Aunque han sido necesarias dos rondas de consultas, ecologistas, sindicatos, organizaciones agrarias, científicos, empresarios e instituciones han acordado un texto que obliga a Aramón a aumentar el grado de detalle del estudio de impacto.

«Desde el punto de vista de la fauna, el dictamen pide al promotor que realice estudios exhaustivos sobre las afecciones que la ampliación puede tener en especies amenazadas como la perdiz nival, el urogallo, el quebrantahuesos o el desmán del Pirineo (un pequeño mamífero acuático) -explicaron desde el Consejo-. Algunos de estos animales no están presentes en la zona de ampliación pero sí en el entorno y otros puede que ya hayan desaparecido, pero Aramón debe estudiar su situación caso por caso».

Lo mismo sucede con las especie de flora catalogadas: el grupo de la nieve deberá rastrear «minuciosamente» el ámbito de las actuaciones propuestas para detectar las plantas de especial interés. «Se trata de comprobar sobre el terreno la exactitud de la información proporcionada por el Departamento de Medio Ambiente», concretaron fuentes de este órgano consultivo.

Con los resultados de estos estudios en la mano, Montañas de Aragón deberá plantear medidas tanto correctoras -para evitar o minimizar los daños- como compensatorias -encaminadas a mejorar el hábitat de esas especies-.

Otro de los encargos incluidos en el dictamen consensuado ayer es la elaboración de un estudio que analice en profundidad cómo afectará la expansión de Cerler a la ganadería tradicional de esos valles. «Hay que evitar que desaparezca de los pastos», recuerdan las mismas fuentes.

Aludes y deslizamientos

Los miembros del Consejo de Protección de la Naturaleza reclaman informes más detallados sobre las medidas que se tomarán contra los aludes y los deslizamientos de ladera. Además, han incidido en la necesidad de redoblar esfuerzos para minimizar los impactos paisajísticos.

«Otro de los aspectos que el estudio de impacto ambiental deberá tener muy en cuenta serán los hábitats de los valles afectados por la ampliación, que en su mayor parte están recogidos dentro de la directiva europea que protege los parajes de mayor interés del continente», recuerdan desde el órgano consultivo.

Una vez aprobado el dictamen, el Inaga lo enviará a los responsables de Aramón para que el holding de la nieve tenga en cuenta todas esas observaciones en la elaboración del estudio de impacto ambiental. Una vez redactado ese documento, el Consejo volverá a pronunciarse sobre la ampliación de Cerler y el Departamento de Medio Ambiente deberá formular la declaración de impacto ambiental, que podrá ser positiva o negativa.