En la presentación de las alegaciones al proyecto, ayer en la capital ribagorzana, la portavoz de CHA en el Ayuntamiento de Montanuy, Carmen Badía, aseguró que no respeta las directrices generales de Ordenación del Territorio. También incumple, a juicio de esta formación política, las directrices parciales de ordenación del Pirineo aragonés en conservación del patrimonio y protección del paisaje, así como las orientaciones sobre estrategias de desarrollo territorial.
Por otra parte, indicó, no evalúa de forma rigurosa los efectos del cambio climático y sustituye, no complementa, el modo de vida tradicional. La edil afirmó que «el proyecto va ligado al Plan General de Ordenación Urbana de Montanuy, elaborado en función de los intereses de Aramón, que está denunciado por la Asociación Naturaleza Rural».
Estas alegaciones, como explicó el vicesecretario general de Acción Política, José Luis Soro, se enmarcan en la oposición de CHA a la política del Gobierno de Aragón, que plantea el desarrollo del mundo rural «con escasa o nula sostenibilidad» con proyectos como Gran Scala o los Juegos Olímpicos de Invierno.
Coincidió con el presidente de CHA-Ribagorza, Jesús Sampériz, en calificar de «una nueva estación» la ampliación de Cerler que vulnera casi todos los criterios establecidos por la Mesa de la Montaña, como son la adaptación del esquí a la morfología de la montaña, la participación de la población local, las previsiones del cambio climático, la reversibilidad de las infraestructuras, la compatibilización de con los usos ganaderos y agrícolas, el primar el uso hotelero frente a las segundas residencias en la montaña (la ampliación lleva aparejadas más de 4.000 segundas residencias, dijo) o los criterios ecológicos.
Soro criticó que «no se ha respetado» el trabajo de la Mesa de la Montaña y se ha hecho, señaló, sin la Ley de la Montaña.