Así lo asegura Daniel Goñi tras el encuentro mantenido del día 31 con los europarlamentarios por una delegación de CHA de la que formaron parte él y Javier Blasco, de CHA Jacetania, y Ricardo García, investigador del Instituto Pirenaico de Ecología de Jaca.
Los representantes jacetanos explicaron las previsiones urbanísticas para Astún, tema incluido en la exposición en el PE. «Queríamos transmitir a los eurodiputados que hay una práctica generalizada en el Pirineo de abusos urbanísticos en alta montaña, equivalente a lo refrendado por el Parlamento como un grave problema, los abusos urbanísticos en la costa», indicó Goñi.
Respecto a Astún, dijo que «les hemos hecho ver que es un problema de dimensión europea» porque incumple la Directiva de Aves (una ZEPA ocupa la mitad de Astún); la Directiva Marco del Agua, «que pide un buen estado ecológico de los ríos a 31 de diciembre de 2015, y aquí se quiere entubar el río»; y la Directiva Hábitat, «porque el 82 por ciento de la superficie de Astún son hábitats de interés comunitario a proteger». La delegación habló de que «había una propuesta de participación ciudadana que no incumplía estas directivas» previa al convenio urbanístico aprobado por el Ayuntamiento.
Margrete Auken, responsable del informe Auken, les comentó que «sí que hay caso», y Mónica Frassoni, presidenta de Los Verdes, que ésta es una problemática muy extendida en las montañas del sur de Europa, a la que su partido sigue combatiendo. Frassoni, David Hammerstein, también de Los Verdes, y Mikel Irujo, de Alianza Libre Europea (partido al que pertenece CHA) avalarán con sus firmar la queja contra el GA tramitada a través del PE por éste y otros casos con el mismo modelo urbanístico que conlleva el incumplimiento de directivas.
Por otro lado, Daniel Goñi resaltó que «aunque se haya aprobado el convenio en el Ayuntamiento y se quiera dar la sensación de que no hay vuelta atrás, esto no es así. Faltan la evaluación de impacto ambiental, las autorizaciones de la CHE, las de Montes… Queda mucho procedimiento e incluso la evaluación de impacto ambiental podría resultar negativa».
Por su parte, Javier Blasco declaró que el modelo socioeconómico de la comarca no ha de basarse sólo en el esquí –»4 meses al año los años buenos»–, sino ser equilibrado. Se echan en falta industrias no contaminantes y que se ponga en marcha el polígono logístico de Martillué.