La empresa propietaria de la estación de Candanchú (Etuksa) plantea saldar todas sus deudas, 7,1 millones de euros, en un plazo máximo de diez años. Y está convencida de poder hacerlo sin requerir una inyección económica, hasta el punto de considerar incluso que podrá abrir la próxima temporada de esquí sin el respaldo de Aramón. Para hacer todo esto realidad tendrá primero que lograr el apoyo de sus acreedores, que deberán votar su propuesta de convenio, el plan de pagos y de viabilidad el 4 de septiembre.
Etuksa ya ha presentado toda la documentación al juez de 1ª Instancia e Instrucción número 3 de Huesca, que tramita desde hace nueve meses el concurso de acreedores. La empresa propone dos alternativas a sus acreedores ordinarios: pagar en siete años con una quita del 30% o abonarles todo si le aprueban un plan de pagos a diez años.
En el caso de los trabajadores, asume ponerse al día en solo dos ejercicios, mientras que a las administraciones les pide un poco más de tiempo, cinco años. Y con los acreedores con privilegio especial, es decir, los bancos, está negociando una modificación de las cuotas, «pasando al final del vencimiento cantidades significativas» para asegurar así su cumplimiento, como el del resto de compromisos. Su pretensión es lograr que las entidades financieras, que no están sujetas a la propuesta de convenio, le dejen devolver el dinero en 15 años «con cuotas constantes de capital más intereses».
La propuesta de convenio reconoce que los plazos planteados exceden los límites ordinarios que fija la Ley Concursal, pero lo justifica en las «excepcionales circunstancias». Cita la crisis económica, el impacto económico que supone la actividad de la nieve en Aragón y, en concreto, de la estación de Candanchú en el valle del Aragón. «La importancia de nuestra actividad económica excede por lo tanto, siendo ya muy importante, de la propia capacidad de generar fondos de la empresa», apunta antes de recordar que «de manera general» los juzgados de lo mercantil aplican una interpretación flexible de la ley.
Los más de 150 acreedores de Candanchú tendrán ahora que analizar al detalle los 66 folios que ha enviado Etuksa al juez, ya que se propone la posibilidad de prorrogar el plan de pagos en el caso de que las condiciones climatológicas impidan el desarrollo de la actividad del esquí y, por tanto, la obtención de recursos para devolver la deuda. Con este fin se ha planteado que si en una temporada no se alcanzan los 135.000 esquiadores se prorrogue por un año el convenio y con ello los pagos. Eso sí, establece un máximo de cuatro años de demora.
Fuentes de Etuksa confiaron en que no llegue a darse este supuesto, ya que la peor temporada de la serie histórica ha sido la pasada, 2012-2013, que cerró con algo más de 150.000 esquiadores. Y recordaron que abrieron más tarde, con apenas dominio esquiable y mal tiempo justo cuando se recibe a más clientes, los fines de semana. «La propuesta es bastante favorable para los acreedores y consideramos que es lo más realista posible», añadieron.
La empresa está convencida de salir adelante con su actividad ordinaria, pese a que el administrador concursal ya advirtió la necesidad de una «forzosa capitalización mínima», dada su situación crítica y, especialmente, su falta de liquidez. De hecho, cerró de nuevo la pasada temporada con pérdidas, 990.00 euros, aunque se han reducido a la mitad tras los recortes aplicados.
Candanchú dispone de un colchón de 756.199 euros (el importe de tesorería a finales de mayo) para llegar hasta la próxima temporada, por lo que estima que podría incluso abrir sin apoyo externo en caso extremo. No obstante, las citadas fuentes oficiales de Etuksa reconocieron que habría «más garantías» de lograrlo si logran financiación bancaria o revalidan el apoyo económico de Aramón. «Si hace buen tiempo y la gestión se mantiene en la línea de la pasada temporada, es probable que la estación de Candanchú pueda salir adelante», concluyeron.
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