Hoy toca hablar de EIVASA. En la actualidad, la estación de Astún da empleo directo a cerca de 300 personas que atienden desde los diversos servicios en pistas hasta los establecimientos hosteleros dependiente de la propia estación. Desde su puesta en marcha, en diciembre de 1976 con dos remontes, este centro invernal ha tenido una interesante evolución que continúa con nuevas iniciativas cada temporada.
La trayectoria de la empresa ha sido avalada por los esquiadores, que han pasado de ser 34.895 en la temporada 76/77 hasta llegar a superar los 320.000 de los últimos años. Con multiplicar estas cifras y el gasto que han realizados estos turistas, en estos 39 años, la cifra es mareante.
Con aciertos y errores, de los dos hay, lo real es que esta empresa, de capital aragonés, no ha sido nunca reconocida en el territorio como se merece. Millones de euros invertidos para ser uno de los motores de desarrollo del Pirineo.
Astún, lo ha dicho su director general, es un proyecto sin terminar de ejecutarse. Quedan muchas cosas por hacer y habrá que hacerlas con “sentido común” y buscando un equilibrio que no abra heridas.
Astún, como el resto de empresas de nieve de Aragón, ha vivido y vive momentos complicados. Ahora tras refinanciar su deuda afronta nuevos retos. Lo mismo le ocurre a Aramón, a Candanchú y a otros productos de nieve como el fondo, la travesía, o el ocio-blanco.
Para poderlos poner en marcha es necesario un “pacto” en la nieve en el que todos los implicados puedan abrir un nuevo libro blanco, (con páginas en blanco), mirando más al futuro y llegando a acuerdos en beneficio de todos.
Gobierno de Aragón y Astún no pueden seguir así. (En los tribunales)
Mientras tanto en lo local, no estaría mal una palmadita desde Jaca para reconocer estos más de 40 años trabajando y no sólo pensando en recaudar impuestos.