El estudio de impacto ambiental elaborado por Aramón para conseguir el visto bueno del Departamento de Medio Ambiente a la ampliación de Cerler reconoce que el proyecto producirá «una serie de afecciones inevitables severas» sobre el medio físico, la flora y la fauna de los valles afectados. No obstante, el grupo aragonés de la nieve las considera «asumibles» porque se producirán en áreas «pequeñas» y porque para minimizarlas «todo lo posible» se ha previsto un listado de 38 medidas correctoras o protectoras.
Además, Aramón recuerda que la expansión del dominio esquiable de Cerler por Castanesa y por el resto de sectores previstos también tendrá «impactos críticos y severos», pero en este caso «positivos», sobre el medio socioeconómico de esos mismos valles. «Estos impactos beneficiosos son los que posibilitan el desarrollo de Montanuy y Benasque a la par que apoyan el de poblaciones cercanas como Laspaúles, Bisaurri, Castejón de Sos o Bonansa», destaca el grupo de la nieve.
Según se explica en el documento de síntesis del estudio de impacto, aproximadamente el 50% del ámbito afectado por la expansión de Cerler son áreas de calidad natural «alta o muy alta» -es decir, tienen un elevado valor faunístico, vegetal o paisajístico-. La mayor parte de esas zonas son las situadas a mayor altitud y los fondos de los valles, lo que según el estudio es «un buen reflejo» de esa alta calidad ecológica.
En este sentido, el inventario ambiental realizado para elaborar del estudio de impacto detalla que en la zona existen varias especies de flora y fauna amenazadas. Además, se han definido siete áreas de especial interés paisajístico.
El estudio de impacto presta especial atención a la capacidad del proyecto de hacer frente a los distintos escenarios de cambio climático previstos, y su conclusión es que el conjunto de la ampliación «se comporta bien» hasta el horizonte del 2100. «En ningún caso los valores obtenidos ponen en tela de juicio el proyecto», subrayan las conclusiones finales.
Otro punto clave de la evaluación ambiental ha sido la afección al lugar de interés comunitario (LIC) Río Isábena, espacio que «en una pequeña superficie» tendrá impactos por viales, pistas, plataformas, innivación y captaciones de agua. «Las afecciones que sufrirá no afectarán ni a la calidad de las aguas ni a los valores por los cuales fue declarado -asegura Aramón-. Los impactos resultantes una vez aplicadas las medidas correctoras no le restarán valor de forma sustancial».
Análisis de impactos
El análisis de impactos realizado concluye que «todas las infraestructuras» causarán afecciones «relevantes». Destacan por su magnitud los de la innivación, la telecabina, los accesos rodados, los remontes y las pistas. No obstante, Aramón insiste en que también se generarán afecciones «positivas» en los servicios, la calidad de vida, la demografía, el empleo, la renta o la actividad económica.
En cuanto a los valores que sufrirán esos impactos, la evaluación ambiental de la ampliación de Cerler explica que el paisaje es «sin duda» el valor natural que más afecciones sufre. «Se va a transformar un entorno dedicado a la ganadería extensiva en un entorno terciario donde se van a instalar una serie de infraestructuras de servicios», recuerda el documento. Los equipamientos lineales, los accesos rodados, los caminos y las pistas son las que más transformarán la zona.
Entre las especies de interés que sufrirán afecciones destaca la perdiz nival, ave que verá reducido «sustancialmente» su hábitat y en la que recaen impactos «acumulativos» de varias infraestructuras. Por ello deberá ser objeto de un «detallado» programa de vigilancia ambiental.
Las afecciones al suelo, a su calidad y la modificación de los relieves y formas son otro de los valores más afectados, en este caso por los remontes y la innivación.
Respecto a la flora, las superficies herbáceas también se verán «seriamente» afectadas por los desbroces. Por último, habrá afecciones «puntuales» pero «relevantes» al patrimonio paleontológico, por lo que se harán prospecciones.
Medidas para evitarlos
Para evitar «en la medida de lo posible» esos efectos negativos, Aramón plantea hasta 38 medidas correctoras o protectoras cuya aplicación supondrá, según el grupo, una reducción «drástica» de la magnitud de las afecciones.
En general, los impactos pasarán de «severos» a «moderados», pero aun así persistirán varios impactos «puntuales», «severos» e «innevitables» que afectarán, sobre todo, a la calidad paisajística y la vegetación natural. Pese a todo, el grupo de la nieve sostiene que esas afecciones también podrán minimizarse durante las obras.