Aramón y la empresa Leitner, que explotan conjuntamente la telecabina, han reclamado al Ayuntamiento que asuma las pérdidas que este servicio lleva generando desde septiembre. Hace dos semanas remitieron al Consistorio una auditoría de las cuentas, junto con la exigencia de que asuma su responsabilidad con el déficit, como contempla las condiciones del contrato firmado en su día para la explotación de un transporte que está resultando totalmente ruinoso.
No lo tendrán fácil, ya que el Consistorio apuntó ayer a este periódico que no está dispuesto a asumir estas pérdidas, lo que dejaría la puerta abierta para que Aramón-Leitner se lleve estas instalaciones de Zaragoza. Fernando Gimeno, vicealcalde de la ciudad, lo dejó ayer bien claro: «No vamos a pagar nada, la decisión es suya; pueden rescindir el contrato si quieren». Fuentes de Aramón consultadas ayer apuntaron que esperan una respuesta oficial del Ayuntamiento y que, cuando llegue, se plantearán qué decisión toman.
El pliego de condiciones de la telecabina recoge la posibilidad de que el Ayuntamiento asuma las pérdidas de estas instalaciones cuando se cumplan dos años con déficit, cosa que ocurre desde mediados de septiembre. En concreto, el contrato dice que esta administración la que «deberá restablecer el equilibrio económico-financiero del contrato» en tres casos. En uno de ellos contempla que en el caso de que los resultados económicos de la explotación no alcancen las previsiones iniciales -cosa que sucede desde que terminó la Expo- el Ayuntamiento tiene dos opciones: una es «poner fin a la actividad, resolver el contrato y que el concesionario traslade las instalaciones del telecabina a otro lugar»; la otra, «acordar el establecimiento de subvenciones a favor del concesionario».
Pérdidas millonarias
Gimeno descartó ayer la segunda posibilidad, lo que, salvo cambio de opinión, dejaría a Aramón-Leitner con la opción de llevarse la telecabina de Zaragoza. Las empresas no quisieron hacer pública la cantidad que han reclamado al Ayuntamiento, ni facilitaron detalles de la auditoría que han realizado de la explotación del servicio. Pero, como referencia, en su día se supo que las pérdidas de 2009 fueron de 1,8 millones de euros. La presente campaña no será mejor, ni mucho menos, ya que la asistencia está siendo escasa.
Fuentes de Aramón señalaron que su intención es que la telecabina se pueda mantener en la ciudad y que, en cualquier caso, cumplirán el contrato firmado en su día. Sin embargo, apuntaron que no puede ser a costa de asumir un déficit tan elevado.
Se trata de una postura similar a la que sostiene el Ayuntamiento, quien confía en que la telecabina puede ser un atractivo turístico al alza con la puesta en marcha del Parque Empresarial de la Expo. Pero con las arcas municipales temblando, no se quiere comprometer a asumir posibles pérdidas.
Si ambas partes mantienen su parecer en las reuniones que tendrán próximamente, la telecabina tendrá un futuro complicado en Zaragoza, aunque podrían pactar mantenerla al menos hasta las elecciones. Sobre todo teniendo en cuenta el compromiso político que el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, adquirió en su inauguración, el 10 de junio de 2008. «Esta telecabina se quedará aquí indefinidamente», dijo entonces el alcalde. Aunque se adopte esta decisión, la pregunta sigue siendo la misma: ¿quién asume las pérdidas millonarias que se generarán hasta mayo?
La otra posibilidad, que es desmontarlo, también tendría un alto coste para la UTE Aramón-Leitner. En ese caso, el ‘holding’ de la nieve podría reutilizar las cabinas para alguna de sus estaciones por el Pirineo. Los postes tendrían un reciclaje algo más complicado, ya que la longitud de los mismos condiciona los puntos en los que se podría instalar, algo especialmente importante en estaciones de montaña.