Aragón inicia los trámites para ampliar la reserva de la biosfera

Medio Ambiente ha iniciado los trámites para ampliar la Reserva de la Biosfera de Ordesa-Viñamala al cañón de Añisclo, el valle de Pineta y el valle de Escuaín. El pasado 13 de junio, el Gobierno de Aragón envió su propuesta a la sede la Unesco en París para que sea analizada por el comité científico español del programa Hombre y Biosfera (Comité MaB) y tramitada, posteriormente y si procede, ante los organismos internacionales. El objetivo es incluir la totalidad del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido en este sello de calidad y prestigio mundial, y para ello se pide aumentar la protección en otras 5.000 hectáreas, las mismas que se añadieron a la extensión del parque en 1982.

Además, el Ejecutivo prevé con esta propuesta definir con exactitud todo el límite oeste de la Reserva de la Biosfera, con el fin de optimizar su gestión y conservación. Así, con esta iniciativa, la superficie total de la misma pasará a ser de 56.147,09 hectáreas, y comprenderá los municipios de Biescas, Hoz de Jaca, Panticosa, Sallent de Gállego y Yésero, de la comarca del Alto Gállego; y Bielsa, Fanlo, Puértolas, Tella-Sin y Torla, de la comarca del Sobrarbe.

EL DESFILADERO DE JÁNOVAS El proyecto, sin embargo, se queda para muchos un tanto corto. El propio Comité MaB, del que forma parte el profesor Pedro Arrojo, entre otros, propuso en los 90 una ampliación de la reserva hasta la desembocadura del río Ara para proteger esta cuenca debido a su singularidad y a que es puente de unión entre Ordesa y la sierra de Guara. Incluso la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, anunció hace un año en Zaragoza la intención de proponer la inclusión del desfiladero de Jánovas en la reserva. Pero la idea no ha cuajado.

Los grupos ecologistas lamentan asimismo que la propuesta, que tildan de «meramente burocrática», no sea más ambiciosa. Y ponen en duda la actitud de la DGA. «Los daños medioambientales que está causando la ampliación de la estación de esquí de Formigal alcanzan también a la Reserva de la Biosfera. Sólo un ejemplo, el nuevo aparcamiento que se está construyendo en Espelunciecha está dentro de la reserva de la biosfera, y los nuevos planes de ordenación urbanísticos previstos para alguna zona de montaña también afectan al terreno», aseguran desde la Plataforma en Defensa de las Montañas.

Los trabajos que desde hace varios años se ejecutan en Formigal llevaron incluso en su día a los representantes españoles en el Comité MaB a denunciar la afección medioambiental y a solicitar a la propia Unesco un castigo para Aragón, reduciendo la extensión actual de la Reserva de la Biosfera de Ordesa-Viñamala. Un aviso que no fue a más.

APROBACIÓN MUNICIPAL La propuesta presentada por el Ejecutivo aragonés cuenta ya, según el propio Departamento de Medio Ambiente, con los avales escritos de los ayuntamientos de Bielsa, Fanlo, Sallent de Gállego y Torla.

Y es que la declaración de esta figura de protección internacional no es el resultado de una imposición administrativa, sino que parte de un compromiso con los grupos sociales que habitan en su interior y en su entorno.

Tal y como explican desde la Consejería de Medio Ambiente, dirigida por Alfredo Boné, la Reserva de la Biosfera se otorga a espacios que cuentan con una riqueza natural y cultural representativas de los distintos ecosistemas de la Tierra, y nace como un instrumento para lograr el propósito de hacer compatibles los objetivos de conservación de biodiversidad, fomento del desarrollo socioeconómico y mantenimiento de los valores culturales que van asociados.

La Red de Reservas de la Biosfera se inició en 1976 y en el año 2005 existían 482 repartidas por un total de 102 países distintos.

DECLARADA EN 1977 La de Ordesa-Viñamala fue declarada el 22 de enero de 1977, y es una de las mejores representaciones de los ecosistemas pirenaicos de montaña. Dentro de la misma se encuentra parte del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, que es la zona por la que se quiere ampliar; el Monumento Natural de los Glaciares Pirenaicos; los Macizos de Balaitús, Picos del Infierno y Vignemale, y la Reserva de Caza de Viñamala.

Los expertos explican que en la reserva se distinguen dos sectores bien diferenciados: el occidental y el oriental. El occidental está constituido por la alta cuenca del río Gállego y el Valle de Tena; comprendiendo el macizo de Vignemale, Panticosa y Aguas Limpias. Y el oriental está drenado por el río Ara y su afluente Arazas, y se sitúa sobre el sustrato calcáreo de las Sierras Interiores Pirenaicas, comprendiendo la Sierra Tendeñera y el Macizo de Monte Perdido, y posee un clima más continental.

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