Unos meses después, el 15 de diciembre, se produciría un hecho sin precedentes en la historia democrática aragonesa: el Gobierno de Aragón (PSOE-PAR) decidía no tomar en consideración el debate de esta ILP basándose en una argucia legal; la primera vez que una ILP no era tomada en consideración, un hecho de una gravedad y consecuencias todavía por definir.
Con ello, las montañas de Aragón quedaban al margen de una ley que las protegiera de una galopante especulación urbanística que las va destruyendo a paso acelerado. Las consecuencias las hemos podido ver, las seguimos observando, durante este 2006: un convenio urbanístico entre el Ayuntamiento de Benasque y Aramón completamente alegal e inmoral;
un Plan de ordenación urbanística en Montanuy aprobado por el ayuntamiento (30 agosto) a medida de Aramón, con varios aspectos alegales y dudosos (como que sea redactado y pagado por la propia inmobiliaria Aramón, como recoge el convenio firmado por las dos entidades);
unos planes urbanísticos en la Ribagorza (Castanesa-Montanuy) totalmente irracionales y megalómanos, con una inversión de más de 500 millones de euros para no se sabe muy bien qué, aparte de conseguir especular con el terreno y destruir los valiosos paisajes de la zona;
un convenio entre el Ayuntamiento de Panticosa y Aramón destapado en plenas vacaciones estivales que consigue incluso superar las irregularidades del de Benasque (se pacta con particulares que si pagan una determinada cantidad de dinero a la inmobiliaria Aramón, el Ayuntamiento les recalificará sus terrenos);
unas eternas obras de ampliación en Aramón-Formigal que siguen dilapidando, sin que parezca tener límite alguno, el patrimonio natural de Aragón (Espelunciecha, la Reserva de la Biosfera de Ordesa, el futuro Parque Natural del Anayet) y las arcas presupuestarias de los aragoneses (el desfase económico es ya de varias decenas de millones de euros).
Con todo, cabe recordar que el Presidente de Aragón se comprometió en su discurso de investidura y en sus promesas electorales a aprobar una Ley de la Montaña. Dado que ha incumplido su compromiso, y ha expresado pública y reiteradamente su intención de no cumplirlo (el más grave al negarse a debatir la ILP) con las lamentables consecuencias que ello ha traído para la montaña, desde la Plataforma en Defensa de las Montañas de Aragón le pedimos, le exigimos, que ya que no piensa cumplirlo, al menos explique a los aragoneses sus razones para esta negativa.
Realizamos esta exigencia justo ahora que comienza el debate sobre el estado de Aragón, el último de esta legislatura y por tanto la última oportunidad del Presidente Iglesias para ofrecer esta explicación. Solicitamos que en el transcurso de este debate explique a los aragoneses porqué se ha negado a aprobar, ni tan siquiera debatir, la Ley de la Montaña como había prometido ¿qué le ha hecho cambiar de un modo tan radical de postura?
Ya adelantamos, que esperamos que no vuelva a insultar la inteligencia de los aragoneses con respuestas evasivas y falsas como cuando indicó que las directrices del pirineo eran como la ley (¿desde cuando unas meras recomendaciones tienen el valor obligatorio de una ley? y son, como su nombre indica, del Pirineo, en Aragón también existen montañas en la Ibérica) o sus desafortunadas, pero reiteradas, declaraciones de que los montañeses si no trabajan para Aramón, sólo pueden hacer mermeladas.