El Día Internacional de las Montañas, designado por la Asamblea
General de las Naciones Unidas tras la celebración del Año
Internacional de las Montañas en 2002, nos recuerda que en la última
década, numerosas zonas de alta montaña del Estado español han sido
afectadas por proyectos que no tienen en cuenta las limitaciones
físicas donde se desarrollan las mismas.
En el Estado español existen actualmente 28 estaciones de esquí, que
cada vez generan un mayor impacto ambiental, especialmente debido a
las instalaciones que acompañan a las pistas de esquí, tales como
carreteras, aparcamientos, restaurantes, tiendas, crecimientos
urbanísticos desorbitados, remontes, hoteles, e incluso campos de
golf. Actualmente el esquí se ha convertido en una mera excusa, en un
reclamo para el negocio y la especulación en las áreas de montaña.
Además, existe una decena de proyectos de nuevas estaciones de esquí o
ampliaciones de las ya existentes Estas estaciones de esquí sirven de
excusa para la construcción de numerosas urbanizaciones que con
hoteles, centros comerciales e incluso campos de golf de gran impacto
ambiental generan severos impactos ambientales, siendo precisamente
dichos proyectos urbanísticos los económicamente rentables, frente a
las deficitarias estaciones de esquí. Esto ha quedado en evidencia en
una reciente declaración del Presidente de IBERCAJA, accionista al 50%
de ARAMON quien ha reconocido que «Una instalación mecánica no es
rentable. Es un pozo sin fondo de meter dinero a pérdidas» Por ello
esta empresa y otras similares condicionan las nuevas estaciones de
esquí o sus ampliaciones a proyectos urbanísticos faraónicos en áreas
de montaña de gran valor natural.
La experiencia demuestra que el turismo alpino puede producir diversos
efectos nocivos. Puede degradar y ejercer presiones sobre los frágiles
ecosistemas montañosos, destruyendo las propiedades que les dan su
encanto. Las montañas son uno de los depósitos más importantes de
biodiversidad en el mundo, pero la construcción, la contaminación y el
ruido constituyen un peligro para este valioso recurso.
Por todo ello, Ecologistas en Acción considera que el Ministerio de
Medio Ambiente y las administraciones autonómicas competentes deberían
prestar especial atención a las montañas, aprobando en primer lugar la
Carta de las Montañas, otorgando mayor protección a los principales
sistemas montañosos, especialmente con la ampliación de las zonas de
montaña incluidas en la Red de Parques Nacionales, y frenando el
elevado número de proyectos de instalación o ampliación de estaciones
de esquí así como del importante crecimiento de urbanizaciones.
Precisamente el próximo día 15 de diciembre, las Cortes Aragonesas
decidirán si admiten a tramite una Iniciativa Legislativa Popular
(ILP) en defensa de la alta montaña aragonesa firmada por 30.000
aragoneses donde se podrá comprobar la voluntad de proteger las
montañas por parte de clase política aragonesa.
Ecologistas en Acción también quiere recordar a todas las
administraciones competentes, que las actuales dinámicas que afectan a
las montañas resultan tanto más preocupantes a la luz de los estudios
existentes acerca del cambio climático, en los que se reconoce de
forma expresa que los ecosistemas de montaña se contarán entre los más
vulnerables y amenazados en un plazo relativamente breve por las
consecuencias del cambio climático. Esta situación vuelve aún más
urgente la necesidad de invertir todo el esfuerzo posible en prevenir
y mitigar estos efectos, cobrando inmensa importancia las políticas de
conservación, la restauración ecológica y la implantación de modelos
de desarrollo respetuoso en las áreas de montaña, que garanticen el
bienestar equitativo y sostenible de sus moradores, y por el contrario
deberán erradicarse o minimizarse todos aquellos usos del territorio
que generan deterioro de los ecosistemas reduciendo su vitalidad y
capacidad de adaptación o supervivencia