Una relación peligrosa: la federación aragonesa de montañismo y aramon

      Como club sensibilizado por cuestiones medioambientales, nos indigna que la FAM elija tan pésima compañía. Pero más aún tememos que lo haga consciente de las consecuencias de desatender las voces de alarma que se escuchan cada vez con más clamor y argumentos en torno a lo que significa Aramón. 

      La Federación Aragonesa de Montañismo debe aspirar a algo mucho más noble y comprometido que a ser gestora de reservas u organizadora de viajes. La Federación Aragonesa de Montaña tiene que encabezar los movimientos de denuncia de los abusos hacia la naturaleza, en vez de doblegarse a comparsa del desarrollismo. Podemos comprender que 120.000 euros por una web –¡ya querrían cobrarlos muchos profesionales de la informática!- sean moneda de cambio para cerrar muchos ojos y tapiar muchos oídos, pero no por ello disculpamos que la FAM sea partícipe de estos entramados. 

      De poco sirve facilitar autobuses para movilizaciones esporádicas –temas tales como la oposición a la mina de Borobia, o la reclamación del Parque Natural de Anayet del pasado mes de julio-, organizar eventos culturales o impartir cursos de iniciación al montañismo –para eso bastaría una escuela especializada en estos deportes- si la filosofía de la FAM admite la colaboración de los depredadores del medio natural. Defender la montaña, a veces implica adoptar posturas difíciles, rechazar prebendas, renunciar a fotos risueñas junto a políticos, ecologistas vendidos y directivos de emporios ajenos a la sostenibilidad. Por eso hay montañeros que rechazan federarse: porque no quieren quedar bajo el paraguas de cooperación con los destructores de la naturaleza que de modo tan preocupante extiende la FAM. 

      Montañeros en Acción lamentamos esta frivolidad de la FAM y animamos a otros clubes a que revisen la puesta en práctica de ese punto relativo a proteger el medio ambiente que suele estar en todos los estatutos y que algunos limitan a recoger la basura de Aramón, callar y tragar.

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