Sallent sopesa el concurso de acreedores para su sociedad urbanística municipal

Una deuda de cuatro millones de euros que no se puede pagar al haberse esfumado las plusvalías que debían salir de un pelotazo urbanístico, bloqueado por los problemas geológicos del terreno. Así se puede resumir la crítica situación económica a la que se enfrenta el Ayuntamiento de Sallent de Gállego, cuyo alcalde, el popular Jesús Gericó, defiende presentar el concurso de acreedores ante la imposibilidad de la sociedad urbanística municipal, Sallent 2025, de responder a los pagos. Además, dicha sociedad arrojó unas pérdidas de 645.957 euros al cierre del pasado ejercicio.  

El impacto de la suspensión de pagos para el Ayuntamiento sería nefasto, tal y como se advirtió en un informe interno de la sociedad municipal del pasado mes de abril. El documento, al que ha tenido acceso este diario, pone de manifiesto que Sallent 2025 perdería «todo su activo y patrimonio», que incluyen los suelos de la urbanización prevista junto a Formigal, valorados en 32 millones de euros, y el balneario de Sallent, cuya construcción costó casi 6 millones.

La corporación está dividida, ya que los ediles del PSOE y del PAR rechazan la suspensión de pagos y propugnan seguir adelante con la urbanización del Estacho, promovida por el Ayuntamiento junto a Formigal, mediante las medidas correctoras que sean necesarias para salvar los problemas geológicos. Como informó ayer este diario, la DGA paralizó la urbanización nada más comenzar las obras hace un año porque la ladera sobre la que deben asentarse las 600 viviendas y 1.700 plazas hoteleras previstas sufrió un deslizamiento. La solución propuesta pasa por construir cuatro pantallas de pilotes de hormigón, pero requiere una inversión extra de 2,7 millones.

El Ayuntamiento pretendía obtener, como mínimo, 32 millones de euros por la venta de las parcelas, pero ahora la urbanización del Estacho está lejos de ser un negocio. De hecho, las ingenierías implicadas recomiendan ampliar los estudios geológicos durante otro año y mantener la paralización de las obras. Esto es catastrófico para el Ayuntamiento, cuyo alcalde ofreció en mayo a las empresas que firmaron opciones de compra devolverles el dinero (480.578 euros) y negociar el pago de daños y perjuicios.

Además, tendrá que devolver otros tres millones a Estructuras Aragón por la venta de otra parcela del Estacho efectuada en febrero, ya que el contrato establece la recompra en caso de que las obras de urbanización no hayan acabado a finales de 2013, algo que ya resulta imposible de cumplir hoy por hoy.

Una deuda acuciante.

Tan solo una negociación in extremis puede salvar de la insolvencia a la sociedad urbanística municipal, ya que uno de sus dos créditos, contraído con el BBVA por un importe de dos millones de euros, vence en tan solo tres meses. Sallent 2025 ya lo tenía que haber devuelto a principio de año e incurrió en el impago de varios cuotas, aunque en mayo cerró la negociación para aplazar el pago hasta después del verano.

Sallent 2025 también debe otros 1,97 millones a Ibercaja, pero en este caso tiene hasta la primavera de 2013 para devolverlo. Ambos créditos superan en casi un millón el presupuesto municipal. Los préstamos fueron suscritos en la pasada legislatura por el anterior alcalde, José Ignacio Urieta (PP), para hacer frente a las facturas de honorarios profesionales, la redacción del proyecto y los estudios geológicos del Estacho, además del gasto corriente de la sociedad y del balneario municipal que depende de la sociedad.

A esta deuda se deben sumar los 447.597 euros gastados en las obras de urbanización paralizadas, adjudicadas por más de nueve millones de euros a Obenasa y Obearagon. Si los trabajos no se reanudan dentro de un año, habrá que pagar a las contratista.

Este cúmulo de circunstancias llevaron al concejal de CHA, Antonio Sarralde, a plantear en el peno del pasado 17 de mayo la tutela financiera del Tribunal de Cuentas y de la DGA, ya que la sociedad incumple el principio de estabilidad presupuestaria y carece de recursos para saldar sus deudas. En esa misma sesión, el alcalde reconoció que el «futuro del pueblo» depende del desarrollo inmobiliario del Estacho, «pero su urbanización queda en entredicho con los últimos informes técnicos».  

URBANISMO DE NUEVO RICO EN SALLENT DE GÁLLEGO  

El alcalde de Sallent de Gállego, el popular Jesús Gericó, tiene que dar una solución a la crítica situación financiera que atraviesa la sociedad urbanística municipal (Sallent 2025) como consecuencia de los desorbitados gastos realizados durante la época de bonanza económica. Su antecesor en el cargo, el socialista José Luis Sánchez, se gastó casi seis millones de euros en un balneario, confiando en pagarlo con las plusvalías del pelotazo urbanístico del Estacho de Lanuza, promovido por el Consistorio junto a Formigal. Lo que nadie previó es el encargo de un estudio geotécnico en condiciones, como lo demuestra la concatenación de análisis y sondeos encargados estos años sin que hasta el momento se haya concretado una solución. La deuda millonaria crece y el alcalde piensa en presentar un concurso de acreedores.  

EQUILIBRIOS PARA SALDAR LA DEUDA DEL BALNEARIO  

El alcalde de Sallent, el popular Jesús Gericó, ha hecho equilibrios para saldar la deuda del balneario, la principal carga de la sociedad urbanística municipal, Sallent 2025, pero se le volverá en contra en cuestión de meses. Su construcción, impulsada hace dos legislaturas por el ex alcalde José Luis Sánchez (PSOE), se adjudicó por 5,9 millones de euros y se estableció el pago mediante una permuta de suelo de la urbanización del Estacho. La empresa denunció a Sallent 2025 el año pasado, aunque se llegó a un acuerdo en otoño antes de celebrarse la vista oral por el que se le iba a desembolsar parte del dinero en metálico. Para ello, se ha recurrido al plan de pagos de proveedores del Gobierno, con el que se ha cubierto 2,47 millones. El dinero restante se saldó el 7 de febrero con la venta de una parcela del Estacho a la constructora por la cantidad que quedaba pendiente de pago, 3,083 millones. El problema es que una cláusula obliga a recomprarle el suelo si las obras de urbanización no están acabadas a finales de 2013, algo imposible por el bloqueo de los trabajos como consecuencia de los problemas geológicos del suelo.

DOS MALOS EJEMPLOS  

LA crisis asfixia y apremia un respiro, pero cunde la impresión de que la clase dirigente –política, financiera…– es incapaz de aportar soluciones a los problemas que ella misma generó y que se han revelado como causa determinante de la situación actual. Europa intenta dilucidar su futuro sin suscitar demasiadas expectativas ni confianza, pero al mismo tiempo parece obligada una simple mirada atrás para aprender de nuestros propios errores. Las páginas de este periódico ofrecen hoy perspectiva suficiente con solo dos casos, dos malos ejemplos, de cómo se empezó a gestar un proceso que hoy arrastra a todos. La rehabilitación del Seminario como nueva sede administrativa del Ayuntamiento de Zaragoza, con sus desfases presupuestarios millonarios y sus tentaciones faraónicas. Y el macroplán urbanístico de Formigal promovido por Sallent de Gállego en suelos públicos que iba a vender para financiar lujosos balnearios y otros equipamientos municipales insostenibles. Los dos proyectos se financiaron con deuda y los dos están siendo hoy liquidados con créditos oficiales procedentes de fondos públicos que, una vez más, amortizaremos entre todos.

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