«Certifico, qual testigo ocular, que en especial la Montaña, ‘Formigal’
por nombre, parece, y es de los Pensiles, ò Jardines mas sobresalientes
que se ayan visto. Alli admiran, ò assombran las Innumerables
diferencias de Flores, blancas, coloradas, amarillas, moradas, azul
celeste, y otros colores desconocidos: su primor, artificio, orden, y
concierto, con el olor suavissimo, que muchas de ellas tienen. [.]
Atribuyese todo al Autor de la naturaleza, pues hasta ahora ningun
Jardinero ha puesto la Mano, de lo qual eternamente sea muy loado, y
servido.»
(P. Fray León Benito Martón, «Sallent, cabeza de el valle de Tena.»,
Pamplona, 1750).