La presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, cree que el Gobierno de España que salga tras las próximas elecciones se va a ver obligado a inyectar fondos al sistema sanitario de las comunidades autónomas.
Su ejecutivo ha heredado del anterior Gobierno autonómico un déficit presupuestario que rondará el 2,7%, el doble de lo autorizado, unos 929 millones de euros de los que casi 500 corresponden al departamento de Salud.
Una situación que el Gobierno que preside afronta «con mucha preocupación» y que «nos va a dificultar de una manera tremenda la confección de los presupuestos», ha indicado.
Según la presidenta, la situación de déficit en materia sanitaria es común en muchas autonomías por lo que cree que el próximo Gobierno de España se va a tener que reunir con las Comunidades y «se va a ver obligado a inyectar fondos al sistema sanitario».
En este sentido, ha recordado que el presidente José María Aznar, antes de hacer las transferencias sanitarias a las autonomías, «ya insufló un billón de las antiguas pesetas».
Rudi ha avanzado que ya están trabajando para que los presupuestos puedan estar aprobados antes del 31 de diciembre, bajo criterios de racionalidad del gasto «no solo en farmacia».
La presidenta ha informado de que «estamos en una economía de crisis» y cuando las finanzas bajan «hay que empezar a quitar gasto superfluo».
A este respecto ha anunciado ajustes y que «no se gastará en aquello que no origine un retorno económico y social», pero ha asegurado que ni el gasto social ni la calidad de las prestaciones se verán afectados
Rudi ha reconocido además que con las actuales cifras de déficit en la Comunidad autónoma desconoce cuál será la política fiscal y qué impuestos se podrán rebajar.
Se ha mostrado a favor de una política fiscal ajustada al entender que el dinero que se queda en el bolsillo del ciudadano «normalmente genera más riqueza porque o bien consume o bien lo invierte o lo ahorra». Sin embargo, con esas cifras de déficit «no sé lo que podremos rebajar», subraya.
Cree, no obstante, que se podrá aplicar una rebaja en el denominado «impuesto del cable» que grava a las estaciones de esquí, dada la «importante» aportación del turismo de nieve al PIB de la provincia altoaragonesa y el Pirineo.
También ha avanzado que le gustaría rebajar el impuesto de sucesiones y donaciones pero en una cuantía que no se sabrá, ha dicho, hasta que se negocien los presupuestos