Montanuy paraliza la recalificación de 3.500 pisos hasta las elecciones

El Ayuntamiento de Montanuy se ha echado atrás y ha paralizado hasta después de las elecciones de mayo la macrorrecalificación de suelo que permitirá construir 3.500 viviendas. El Plan General de Ordenación Urbana que contempla el cambio de uso de los terrenos se iba a aprobar mañana en el pleno municipal, pero el alcalde José María Agullana ha decidido posponer el polémico trámite hasta después de la cita con las urnas. Según dijo, «para que los ciudadanos puedan estudiar el contenido del plan urbano y decidir con su voto si apoyan o no la recalificación».

Tal y como ya adelantó ayer EL PERIÓDICO, el ayuntamiento de este municipio pirenaico ha completado los trámites urbanísticos necesarios para aprobar la construcción de 3.500 nuevas viviendas, la mayor parte de ellas en terrenos recalificados inmediatamente después de que fueran comprados o firmadas las opciones de compra por Aramón, la empresa del esquí semipública que controlan al 50% la DGA e Ibercaja.

El alcalde de Montanuy anunció ayer que la aprobación definitiva se postergará hasta después de las elecciones para que los ciudadanos tengan tiempo de conocer a fondo el nuevo plan urbanístico, que supondrá pasar de una población de 311 vecinos y apenas un centenar de casas, a casi 10.000 habitantes y más de 3.500 viviendas. «Con esta operación pensamos en el futuro de Montanuy. Ahora mismo la gente de aquí se tiene que marchar y la única forma de fijar población es desarrollando la zona y generando puesto de empleo», sostuvo.

El plan urbanístico ha recibido alrededor de 400 alegaciones durante el periodo de exposición pública. «Cerca de un centenar, correspondientes a vecinos del término municipal que querían realizar ajustes sobre sus fincas. Y las 300 restantes, de colectivos y gente de fuera de la localidad que se oponen a la operación porque sí», concretó el alcalde del municipio.

Respecto a la paralización hasta después de las elecciones, el alcalde negó que se trate de una estrategia para evitar que se asocie el nombre de su partido, el PSOE, a una operación que ha sido calificada por ecologistas y grupos políticos como IU y CHA de «pelotazo». «La paralización no es electoralista. He recibido ya muchas críticas por querer impulsar este proyecto, así que no las temo. Sé que a mucha gente no le gusta la operación, pero la mayoría de los que se oponen no viven aquí y no conocen las necesidades reales del municipio», replicó Agullana.

OPERACIÓN POLÉMICA El documento que se iba a aprobar mañana y que finalmente se retrasa hasta después de las elecciones, permite edificar 2.300 viviendas en los terrenos adquiridos por Aramón y otros 1.200 en suelo perteneciente a otros propietarios.

Este cupo es el que la empresa semipública necesita para financiar la construcción de la futura estación de esquí de Castanesa. Este complejo, colindante con Cerler y con un ramal de enlace desde la N-230, se ubicará al sur de las pistas leridanas de Boí-Tahull y de Baqueira. La polémica radica en que muchos de los suelos de Aramón no eran urbanizables.

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