Desde la aprobación inicial del PGOU a finales del pasado mes de agosto, éste ha recibido más de 300 alegaciones y ha sufrido algunos cambios relevantes, según ha podido saber este periódico, en referencia a localidades como Fonchanina, Castarné y Benifons. En Fonchanina, después de la aprobación inicial, no había ningún terreno urbanizable, pero a partir del periodo de exposición pública iniciado en setiembre pasado, y según fuentes consultadas, el holding Aramon, promotor del proyecto de ampliación de la estación de esquí de Cerler hacia el valle de Castanesa (proyecto estrechamente vinculado al PGOU de Montanuy) ha comprado fincas próximas a este pueblo y ha formalizado contratos de opción de compra a 240.000 euros la hectárea. Según las mismas fuentes, en Castarné la situación es similar, mientras que en Benifons, Aramon no ha podido adquirir más terrenos, por lo que esta población ha perdido edificabilidad en favor de las otras dos localidades.
Asimismo, el Ayuntamiento de Montanuy no ha contestado aún formalmente las más de 300 alegaciones recibidas al plan, pero empezará a responderlas tras la aprobación provisional del PGOU, tal y como es preceptivo en este caso.
De las alegaciones, una parte corresponden a vecinos que piden más área urbanizable y modificación de lindes, y otra parte corresponde a vecinos y colectivos que se oponen al proyecto. El PGOU prevé finalmente la urbanización de 3.500 viviendas (a las 2.300 iniciales podrían sumarse otras 1.200). Ayer este periódico intentó, sin éxito, localizar al alcalde de Montanuy, Josep Mara Agullana, para recoger su versión.