Meyer, en una pregunta parlamentaria, se dirigió al comisario europeo de Medio Ambiente, Stavros Dimas, para interrogarle sobre si es consciente «del impacto medioambiental que este proyecto podría tener en una zona ya bastante degradada como son los Pirineos».
El europarlamentario se refirió a los planes de la constructora ARAMON, amparados por un Plan de Desarrollo Turístico de Ribagorza Norte, de construir más de 2.000 viviendas nuevas, proyecto que el eurodiputado calificó de «megalómano».
En la misiva, Meyer explica además que el proyecto contempla la construcción de tres campos de golf en Bisurri, Bono y Coll d’Espina y que para su irrigación deberían construirse otros tantos mini embalses de 0,1 hectómetros cúbicos en una zona que presenta problemas de abastecimiento de agua en verano.
Para él, este plan de edificación es «ajeno al más mínimo respeto por el territorio» y en él «sólo prima el dinero rápido que acabará con todo el paisaje secular». Meyer también preguntó a Dimas si piensa pedir a las autoridades españolas información sobre los planes de construir en el paraje.
Para el eurodiputado, este proyecto constituye un nuevo caso de «sobreexplotación urbanística en España que vulnera la normativa europea de medioambiente». La CE tiene abiertos 19 expedientes contra España por proyectos urbanísticos que vulneran el entorno.