-¿Cuál es el balance de este puente festivo?
–Solo hemos abierto la parte alta de Cerler para poder esquiar, y Panticosa y en Teruel para uso turístico, así que el balance no es bueno y tendremos que esperar a que nieve para estar en pleno funcionamiento.
–¿Qué consecuencias económicas va a tener esto?
–Se calcula que para todas las estaciones el puente de la Inmaculada tiene un peso de entre el 15 y el 20% de toda la temporada. Además, este año caía muy bien porque había festivo en las comunidades desde donde acuden a Aragón. La verdad es que el puente pintaba bastante bien si hubiese nevado y teníamos fundadas buenas expectativas, pero ante la situación meteorológica nada podemos hacer.
–¿Cómo se afronta la temporada sin este impulso?
–Ahora tendremos que ajustarnos a la situación, pero hace cuatro años ya pasó lo mismo, cuando no se pudo abrir hasta Navidad. Es una cuestión que no está a nuestro alcance y debemos estar preparados para en cuanto caiga la primera gran nevada poder abrir. Estamos esperando porque mañana se anuncian precipitaciones que igual nos permiten abrir el próximo fin de semana.
–¿Cuál es el objetivo de esta temporada?
–Nuestro objetivo sigue siendo el mismo: repetir los resultados del año pasado. Dada la situación económica y más todavía con este inicio de temporada nos daríamos por satisfechos si logramos los de la temporada pasada. Hay que ser optimistas, trabajar más y si se puede superárnos, porque igual ahora la gente coge la nieve con muchas más ganas.
–¿Respecto a la composición de Aramón, está prevista una negociación para incluir las estaciones del Pirineo que faltan?
–Lo he manifestado desde que llegué. En estos momentos no hay ningún asunto de este tipo sobre la mesa. La anterior directiva tuvo unas negociaciones con Candanchú que en su momento quedaron cortadas. Hoy por hoy no hay ninguna novedad.
–¿En qué situación se encuentra la refinanciación de la deuda?
–El proceso de negociación para una refinanciación de la deuda continúa. Pero como presidente no puedo ampliar nada más. Simplemente que es un proceso de renegociación que está abierto.
–¿Cómo se plantea la actual directiva afrontar el proyecto de Castanesa?
–El primer paso lo tiene que dar el Gobierno de Aragón con la aprobación del Plan Institucional de Gestión Ambiental (PIGA). Una vez que lo tengamos aprobado empezaremos a trabajar desde Aramón, pero primer hay que darle el visto bueno y en estos momentos todavía no es así. Pero lógicamente hay que ser realistas en la situación que se vive en estos momentos en España, sobre todo al pensar en futuras operaciones e inversiones. Pero insisto, tiene que ser la DGA quien de el primer paso, y a partir de ahí, nos pondremos a trabajar en las actuaciones de plasmación de las condiciones de los proyectos que se puedan hacer.
–¿Cómo se encuentra la situación con los pleitos respecto a los terrenos en Cerler?
–Hay un proceso judicial abierto con los terrenos donde los vecinos pidieron la reversión. Aunque recuerdo que hay un recurso de casación pendiente ante el Tribunal Supremo, ya en primera instancia en Boltaña y en segunda en la Audiencia Provincial de Huesca, las dos sentencias fueron favorables a Aramón.
–Con la importancia que el Ejecutivo concede al sector, ¿es previsible pensar en un estación de esquí en el Sobrarbe?
–Es un proyecto institucional en donde primero tienen que entrar la Comarca del Sobrarbe y el Ayuntamiento de Huesca. Además, por otra parte, hay una estación francesa y la administración local de ese país que también tendrían que entrar. Es un proyecto donde Aramón no entra.