Este verano, comprar un apartamento en la playa o en la montaña, resulta como mínimo un 20% más barato que el año pasado. La crisis ha multiplicado los carteles de ‘Se vende’ y ha disparado la oferta en el mercado, lo que ha obligado a bajar los precios a inmobiliarias, promotores y particulares para poder cerrar operaciones. Sin embargo, estas rebajas llegan cuando los hogares se encuentran en peor situación económica y los bancos no se deciden a abrir el grifo de la financiación, por lo que solo los que cuenten con ahorros podrán beneficiarse de la caída de precios.
También es un momento para los veraneantes que buscan alquilar un apartamento. Hay más para elegir, incluso a última hora, y los propietarios han ajustado los precios. Una semana en la Costa Dorada, la playa de Zaragoza, va de los 300 a los 500 euros. Julio fue un mes muy flojo pero en agosto se espera un empujón.
En el Pirineo los alquileres habrían bajado unos 100 euros respecto al año pasado, hasta los 400 o 500 euros por semana, explican desde Fincas Valle de Tena. La inmobiliaria calcula que los apartamentos en venta en el Pirineo aragonés se han multiplicado un 400%. «Antes teníamos seis o siete pisos de segunda mano en venta, no llegaban a acumularse, y ahora en todo el valle hay 200 apartamentos», explica Sonia García, una de las socias de la inmobiliaria. La mayor oferta ha hecho que se rebajen los precios, que son más negociables que nunca. En los últimos años, «del precio ofertado al final en segunda mano se podían rebajar entre 3.000 y 6.000 euros y ahora se han firmado operaciones por debajo de los 60.000 euros», explica. Apartamentos de tres dormitorios han pasado de 270.000 euros a 210.000 y los de dos, han bajado a 150.000.
La rebajas también han llegado a la obra nueva, después de años en los que los precios reconoce que «se habían disparado». Eso sí, solo se vende obra nueva terminada, ya que tal y como está el sector de la construcción, los posibles compradores se han vuelto desconfiados. «Si no está totalmente terminado no quieren saber nada», añade. Asegura que la venta sobre plano «ya no existe».
La inmobiliaria notó en septiembre del año pasado un «parón» en las ventas, aunque desde junio parece que empieza a llegar algún comprador. Sin embargo, las previsiones hasta final de año no apuntan a una mejora en el Pirineo. «El stock de vivienda y el tiempo medio de venta continúa aumentando, provocando una caída de los precios de similar magnitud a la del semestre anterior», según el último informe del Observatorio inmobiliario de Aragón que elaboran Ibercaja y CAI.
Meses sin vender
«Nunca he conocido una crisis como esta, con meses sin vender», reconoce Félix Sebastián, desde el departamento comercial de la promotora aragonesa Eizasa, donde lleva treinta años trabajando. La crisis ya la vieron venir desde hace dos años. «Después del verano de 2007 los precios habían llegado a un punto que no se podían asumir». Ahora reconoce que la rebaja «mínima» en sus promociones es de un 20%, aunque se pueden encontrar descuentos superiores. «Estamos intentando quitarnos el stock bajando precios», explica. La firma cuenta con promociones en Aínsa, San Juan de Plan y también en la Costa Dorada, en La Pineda y L’Ampolla, entre otros enclaves. En este último venden apartamentos amueblados de 65 metros cuadrados y dos dormitorios por 123.500 euros y en La Pineda hay pisos de tamaño similar por 176.000. Todos los precios son negociables.
«Si no se vende la primera vivienda, la segunda aún cuesta más», reconoce. Mientras los potenciales compradores no estén seguros de su situación laboral cree que no podrá volver la «alegría» de los últimos años. También se han encontrado con operaciones que han echado atrás los bancos.
Las entidades financieras han endurecido sus condiciones. Frente a los excesos de años pasados, con hipotecas concedidas por el 100% del valor del piso o incluso más, ahora cumplen el 80% recomendado por el Banco de España. El ajuste de precios se hace más difícil porque las tasaciones «han bajado a la mitad, hasta 15 millones de pesetas menos (90.000 euros) de lo que se tasaba hace dos años», afirman desde Fincas Valle de Tena.
En la costa, las inmobiliarias se han encontrado con que «particulares con dificultades para pagar la hipoteca alquilan el apartamento y nos hacen daño», explican desde una agencia de Cambrils. Los particulares rebajan los precios hasta 300 o 400 euros por semana «y sin tributar», apuntan. «Si pides mucho más de 500 euros no alquilas». A ello se las promotoras que ponen en alquiler los pisos que no han podido vender.
Los expertos no creen que la situación mejore. «Es previsible que durante todo el año se mantenga la tónica de una demanda interesada pero expectante y reticente», pronostican desde Sociedad de Tasación respecto a la venta de vivienda nueva. Los descensos en la costa han rondado el 4% para la tasadora, que augura que los precios sigan cayendo.