Las estaciones de esquí del Pirineo han trabajado intensamente durante el verano en la puesta a punto de las instalaciones para la próxima temporada. Algunos centros invernales como Astún, ya han acabado con las pruebas pertinentes, Candanchú probará los cañones de nieve artificial y parte de las sillas esta semana y Aramón Formigal-Panticosa ultima los preparativos para que todo esté listo en noviembre y solo haya que esperar a que empiece a nevar.
La fecha de apertura es difícil de fijar por el momento, ya que dependerá del tiempo. El puente de la Constitución es la previsión de apertura que barajan todos. No obstante, si la nieve aparece antes, «se abrirán las instalaciones el último fin de semana de noviembre» tal y como explicó ayer Pere Gómez, director de Candanchú, que se mostró optimista pensando en que quizá es posible adelantar la fecha.
Las previsiones meteorológicas anuncian nevadas en cota 3.000 metros en los próximos días, una información que ha sido muy bien recibida en las estaciones que, desde hace varias semanas trabajan para que todo esté listo el 1 de noviembre. Aramón Formigal-Panticosa continúa revisando los telesillas y probando los cañones de nieve artificial. Este trabajo requiere mucho tiempo, ya que solo el sector Formigal cuenta con 440 cañones.
De ellos, 16 son de baja presión, produciendo 30 metros cúbicos por hora, aunque tienen un mayor consumo eléctrico. El resto son lanzas de alta presión, que producen de 18 a 20 metros cúbicos, «aunque depende de las condiciones de temperatura y viento y se distribuyen en función de las zonas en las que se necesita más volumen de nieve», explicó ayer el responsable de la nieve artificial de Formigal-Panticosa, Jesús Ortiz.
Por otro lado, trabajadores de la estación revisaban minuciosamente el telesilla Sallent, ubicado en la zona de Sextas, el único en España que cuenta con ocho plazas en cada silla y la peculiaridad de un ángulo de 90 grados. El director técnico del sector Formigal, Quique Martín, explicó que los trabajos consisten «en la revisión de los vehículos y de la pinza, que es lo que une la silla al cable para que se desplace». El telesilla Sallent cuenta con 105 sillas «y pueden utilizarla unas 400 personas en momentos de máxima capacidad», concluyó.
El edificio principal se encuentra en obras para remodelar el interior. Como novedad, se ha construido un centro sanitario fuera de este edificio. Algo que se ha considerado necesario para que los esquiadores que precisen atención médica puedan ser tratados en un espacio con mayor privacidad, alejados de los lugares donde habitualmente se prestan otros servicios complementarios.
Los centros invernales confían en tener este año un mejor arranque de temporada en comparación con la pasada campaña en la que el tiempo no acompañó. De hecho, el sector Formigal no pudo abrir en el puente de la Constitución y Panticosa tuvo que esperar hasta el mes de enero para recibir a los primeros esquiadores.