Lo dijo Marcelino Iglesias en las vísperas de la festividad de San Jorge. Una de las prioridades del PSOE de cara a la próxima legislatura será sacar adelante la Ley de Lenguas y la Ley de la Montaña. Después de los antecedentes (hace 18 meses las Cortés de Aragón no quisieron tramitar una Iniciativa Legislativa Popular para la protección de las montañas que contaba con 30.000 firmas de apoyo) muchos de las personas vinculadas al montañismo acogieron las palabras de Iglesias con sorpresa.
«Que lo diga en estos momentos parece un recochineo, porque suena a campaña electoral, cuando esta ley lleva bastantes años en la agenda del Gobierno de Aragón y no han tenido ningún interés en sacarla adelante», afirma Fernando Lampre, vicepresidente de la Federación Aragonesa de Montañismo. Lampre lleva toda su vida practicando deporte en el monte. Este dirigente montañero y ecologista convencido explica que «una Ley de la Montaña es positiva y necesaria. Desde la FAM siempre la hemos anhelado».
Los ecologistas
Lampre tiene un acento crítico con el movimiento ecologista. «Le preocupa tan solo lo que pasa en tres valles y hay otros muchos problemas en otras zonas. Hay que tener una visión integral y contar con la opinión de los que viven allí», afirma Lampre.
Juan Carlos Cirera es un alpinista comprometido y responsable de la Sociedad Española de Ornitología en Aragón. «La Ley de la Montaña es un compromiso que ya tenía Iglesias en la legislatura pasada y no solo no lo impulsó, sino que lo paralizó. Si se lo plantea como un objetivo ahora, mejor que nada. A ver si esta vez es la de verdad. El apoyo de la gente de la montaña lo va a tener.
Cirera explica que fue «chocante que el PSOE y el PAR no quisieran debatir la ley». Esta actitud de las Cortés de Aragón al rechazar la tramitación de la Iniciativa Legislativa Popular para proteger las montañas ha sido «un revulsivo para el amplio movimiento de la defensa de las montañas que hay en Aragón», dice Cirera.
Los políticos son cada vez más sensibles ante las actuaciones negativas en el Pirineo. «Aramon impulsa un modelo de desarrollo nada compatible con el desarrollo sostenible. El Gobierno de Aragón de la mano de Ibercaja obtienen grandes ganancias en base a recalificaciones y desarrollos urbanísticos. Eso es un estímulo bestial para que otros promotores sigan esta línea de trabajo», explica Cirera.
Para este montañero, las prioridades de esta ley son claras. «Hay que garantizar un desarrollo social y económico compatible con la conservación del patrimonio ambiental de las montañas. Es importante que los montañeses vivan de las actividades tradicionales sin renunciar al desarrollo del turismo, pero sin amenazar su riqueza biológica, etnográfica y cultural».
El himalayista Carlos Pauner afirma que es muy necesaria una Ley de la Montaña. «Se debería contemplar el punto de vista de los usuarios de la montaña, de los montañeros y de los montañeses. El objetivo fundamental es que el urbanismo incontrolado no tenga lugar y que se controlen las ampliaciones de las pistas de esquí. Gran parte de la imagen de Aragón se debe a sus montañas», afirma el himalayista.
Paco Iturbe es uno de los miembros de la Plataforma de la Defensa de las Montañas. «El nuevo impulso que promete Marcelino Iglesias suena a cachondeo. Lo hace para ganar votos, pero su credibilidad es escasa». El objetivo de la ley es doble. «Por un lado, la protección del paisaje de alta montaña y la potenciación y el desarrollo sostenible de la estructura socioeconómica de los montañeses».
Ramón Tejedor
Ramón Tejedor es presidente de Montañeros de Aragón y parlamentario de las Cortes de Aragón. Su opinión es altamente valiosa. «Al final de la primera legislatura que presidió Iglesias hubo un proyecto de ley que envió el Gobierno de Aragón sobre Ordenación, Protección y Desarrollo del Pirineo. Esa ley no se pudo aprobar porque el gobierno no tenía suficiente mayoría parlamentaria».
Tejedor cree que la situación puede ser propicia de cara al futuro teniendo en cuenta los posibles pactos entre los partidos. «Dependiendo del resultado electoral, parece lógico que si Marcelino Iglesias sigue siendo el presidente del gobierno se vuelva plantear una norma de carácter legal que aborde la ordenación y protección de toda la montaña aragonesa».
Para Tejedor, es prioritario que se busquen fórmulas para que los montañeses se queden a vivir en sus montañas. «E incluso lleguen nuevos pobladores. Hay que garantizar la calidad de los servicios públicos, hacer una puesta por la red de banda ancha en todas las zonas de montaña y fomentar la aparición de actividades económicas respetuosas con el medio ambiente», explica Tejedor.