DIARIO DEL ALTOARAGON
Las últimas nieves son insuficientes y la previsión para los próximos días, «poco halagüeña»
A cuatro días de que comience oficialmente el invierno, las previsiones para abrir las estaciones de esquí de Astún, Candanchú y Formigal-Panticosa se han complicado debido a la meteorología. La nieve caída este fin de semana en el Pirineo sigue siendo insuficiente para iniciar la temporada y los pronósticos para los próximos días tampoco animan a pensar en su apertura antes de las vacaciones navideñas.
Así lo consideró este lunes el delegado de la Aemet en Aragón, Rafael Requena, quien advirtió de que la perspectiva de precipitaciones hasta Navidad «no es muy buena». Tal y como estaba previsto, este miércoles llegará un nuevo frente frío a la provincia pero será «más débil» que el de este fin de semana. Por su parte, la cota de nieve bajará a 1.000 o 1.200 metros y se esperan precipitaciones débiles y ocasionales durante la primera mitad del día.
El jueves no se prevén precipitaciones en el Pirineo y las temperaturas se mantendrán sin cambios o en ligero descenso, mientras que para el viernes y el sábado se espera otro frente frío que tan solo «rozará el Pirineo». Los siguientes días, hasta el 25 de diciembre, Navidad, el anticiclón predominará y las temperaturas podrían incluso subir en el Pirineo, observó el experto.
En ninguna estación hay fecha de apertura prevista, salvo Cerler (alpino) y el Espacio Nórdico de Llanos del Hospital (fondo), que llevan abiertos desde finales de noviembre. En Candanchú se reunirán este miércoles o el jueves para determinar si abren o no esta semana, «la decisión dependerá de las condiciones meteorológicas», indicaron este lunes fuentes de la estación. En la misma situación están en Astún, donde la nieve caída este fin de semana no fue suficiente para iniciar la temporada y las previsiones que hay no son muy halagüeñas. «Iremos día a día, pero de momento la cosa está bastante justa de nieve», confirmó el director comercial de la estación.
También en Aramón Formigal-Panticosa miran al cielo con incertidumbre. «Nuestro objetivo era abrir esta semana pero tenemos que avanzar poco a poco, porque las previsiones meteorológicas son inciertas, varían bastante», señalaron. En cualquier caso, sus cañones no han dejado de trabajar en cuanto el tiempo lo ha permitido. Este lunes fabricaron nieve artificial y este martes lo harán de nuevo con toda probabilidad.
La temporada que sí comenzará en cuatro días, llueva, nieve o truene, será la invernal, que se prevé normal en cuanto a temperaturas pero más lluviosa de lo habitual en la provincia.
Con la llegada de la nueva estación, el 21 de diciembre, se deja atrás un otoño especialmente lluvioso en Aragón y también en Huesca, donde se han registrado casi 650 litros por metro cuadrado, un valor por encima de la media pero que no ha marcado récord.
HERALDO DE ARAGON
Las máquinas de las estaciones de esquí trabajan para sacar nieve de cualquier rincón y poder poner en marcha los remontes. Cerler, la única que está abierta, consigue ampliar su superficie
La reserva de nieve almacenada actualmente en el Pirineo está bajo mínimos con respecto a las mismas fechas de 2017, hasta el punto de que en algunas zonas representa solo una quinta parte. Sumando todas las cuencas aragonesas, desde el río Aragón hasta el Noguera-Ribagorzana, la estimación en estos momentos es de 243 hectómetros cúbicos de agua equivalente, cuando hace un año había 379.
La peor situación, por comparación con el año pasado, se da en la cuenca del río Aragón, con casi un 20% de la reserva calculada hace doce meses (21 frente a 95). En el Gállego también está muy por debajo (31 hectómetros frente a 67). Solo en la parte más oriental, concretamente en la zona del Noguera-Ribagorzana, hay más nieve que hace un año.
Esta situación se refleja claramente en las estaciones de esquí. Salvo el valle de Benasque, donde están abiertos tanto el espacio de esquí alpino (Cerler) como el de fondo (Llanos del Hospital), las pistas de los otros valles todavía no tienen fecha para la apertura de la temporada. Cerler, de hecho, ha ampliado su superficie a 35 kilómetros, y de cara al fin de semana llegará a 40, después de 36 horas con los cañones funcionando.
No tienen la misma suerte los centros de las comarcas de la Jacetania y el Alto Gállego. En Candanchú, las máquinas sacan nieve «de las zonas más inesperadas», reconocen en esta estación, para poder abrir cuanto antes, si la meteorología lo permite. En Formigal también se sigue produciendo nieve artificial y trabajando la poca que cayó hace unos días, mientras que en Astún aprovechan incluso la del parquin.
Y es que hace más de un mes que no se registra una nevada importante. Para los próximos días se esperan precipitaciones, pero débiles y dispersas, que desaparecen de cara al fin de semana, justo cuando entra el invierno. Según el parte nivológico de la Aemet, el manto presenta cierta continuidad por encima de unos 2.000 metros, pero su distribución es bastante irregular. A unos 2.200 metros, el espesor medido es de tan solo 1 centímetro en el refugio de Góriz, mientras que en los valles más orientales la situación es más favorable: llega a 48 centímetros en el de La Renclusa, en el valle de Benasque, y a 36 cm en el de Cap de Llauset, el refugio situado a mayor altitud en Aragón, por encima de 2.400 metros. No obstante, en las últimas 24 horas ha menguado hasta en 5 centímetros.