Las siete estaciones de esquí aragonesas han funcionado a medio gas durante el pasado puente, con la mitad de las pistas abiertas y solo 82 remontes en funcionamiento de un total de 117. El sector de la nieve esperaba más del comienzo de la temporada, pero el tiempo (ha llovido dos de los cuatro días festivos), la crisis económica y el hecho de que no nevara hasta última hora explican un resultado que dista mucho del llenazo que registraron los centros invernales por las mismas fechas del pasado año.
De hecho, el Grupo Aramón, que gestiona cinco centros de deportes de invierno, habló ayer de «satisfacción moderada» por haber podido abrir a principios de diciembre, aunque con un tiempo inestable que ha perjudicado a los amantes de los deportes blancos. Aun así, según la propia entidad, más de 47.000 esquiadores se han acercado a las pistas durante el puente, una cifra muy alejada de los 71.000 usuarios que se contabilizaron en el 2008.
Con todo, la débil afluencia a las pistas de esquí (en particular el domingo y el lunes pasado) no puede ocultar el hecho de que los Pirineos oscenses han atraído a miles de familias que poseen chalets, apartamentos y casas restauradas en todos los valles, desde el de Ansó hasta el de Benasque. Además, la ocupación hotelera no se ha portado mal y ha arrojado niveles que oscilan entre el 65% y el 80%, según las localidades y los establecimientos.
«Ambiente en los bares ha habido mucho, aunque no tanto en los hoteles», resumió Jorge Llanas, hotelero y presidente de la asociación turística del valle de Benasque. «El año pasado estábamos al cien por cien y este, como mucho, se ha llegado al 75% de ocupación», aseguró.
El valle del Aragón, una vez más, se convirtió en un potente foco de atracción, al igual que el de Tena. Y las calles de Jaca y Biescas han acogido durante los pasados días esa plétora de visitantes ansiosos de divertirse y cambiar de aires.
Así se explica que el puerto de Monrepós (la N-330) registrara ayer tráfico lento en dirección a Zaragoza desde poco antes de la una del mediodía, una situación que se mantuvo hasta última hora de la tarde. Las retenciones, de hasta diez kilómetros, se debieron en parte a las obras que afectan a la calzada y que darán lugar a nuevos cortes en días sucesivos. La ronda norte, en cambio, no se bloqueó, pero sufrió un tráfico continuo toda la tarde.
Pese a la intensa circulación, el balance del puente es desigual. Roberto Morales, director de la estación de Panticosa, se mostró «contento» del comienzo de la temporada. «El sábado y hoy han sido buenos para el esquí», afirmó, «y algunos hoteles han estado a tope».
En Formigal se tuvieron que conformar con una «afluencia media», que atribuyen en parte a que la Comunidad de Madrid no guardó fiesta el lunes. Astún, por su parte, calificó la asistencia de «satisfactoria» En las estaciones de Javalambre y Valdelinares, los valencianos no faltaron a su cita con la nieve, según Mario Gómez, responsable de ambas.